En las últimas horas, el candidato a Jefe de Gobierno porteño por La Libertad Avanza, Ramiro Marra, afirmó en el canal IP que su mamá le había dicho que la señal infantil Pakapaka bajaba «tendencias ideológicas”. En realidad, se expresó confundiendo al medio con su contenido, y luego, como si fuera poco, en otras declaraciones a Extra TV, amplió sus dichos refiriendo que la emisora estatal para las infancias caracterizaba a los conquistadores españoles como «malos», y a los argentinos como «buenos», y que entonces él, siendo ciudadano español, se sentía ofendido. Su comentario resultó de una ignorancia tal, que el periodista Tomás Méndez -quien lo estaba entrevistando, y que no es precisamente un militante de la causa latinoamericanista- le hizo notar que lo que afirmaba era un disparate que banalizaba un genocidio probado.

Está claro que sus dichos, por más ridículos, son un intento de denostar a los pueblos originarios y reivindicar la ocupación imperial europea, por puro cipayismo bobo. Sin embargo, esto no es un acto aislado: Hay un intento general de las derechas de borrar todos los principios de valores simbólicos que se instalaron en los últimos 20 años, especialmente los que vinculan a la integración latinoamericana, el feminismo y las políticas de DDHH, como es el caso de Pakapaka. En ese marco aparece, Victoria Villarruel defendiendo la última dictadura militar; Javier Milei denosta a cuánta mujer ose cuestionar su discurso, además de que promete derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo; y Patricia Bullrich, por su lado, habla de “falsos” pueblos originarios.

Ahora bien: volviendo a la impugnación de Marra, hay que decir que Pakapaka es un canal igual de ideológico que TN, Cartoon Network, Disney o la BBC. Todo contenido cultural tiene una dimensión ideológica, incluso las tonterías que dice Marra. La idea de que la historia se cuenta a partir de la lógica de héroe-villano-victima (el candidato porteño de LLA fue aún más elemental y hablo de «buenos y malos»), es mediocre y facilista. Los procesos históricos se reconstruyen a partir de la lógica causal de los acontecimientos en cada época. Los vídeos de la serie La asombrosa excursión de Zamba (a los que se refiere Marra, confundiéndolos con la señal) tienen el enorme mérito de recuperar la multiplicidad de dimensiones socioculturales de cada tramo histórico con una formulación muy atractiva, como puede corroborarlo cualquiera que converse con niños y niñas en edad escolar. Da toda la impresión de que Marra sólo conversa con un niño de 5 años, y cuando se peina frente al espejo.

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♬ sonido original – Cristina Kirchner

Pakapaka es la primera señal infantil pública de la Argentina. Está al aire desde 2010 y ha producido cientos de horas de televisión, además de haber recibido premios nacionales e internacionales de la industria y de las instituciones más prestigiosas del mundo en materia de cuidado y desarrollo de la infancia. En su definición, Pakapaka concibe a los chicos y chicas como sujetos de derecho y constructores de sus propias realidades, no los subestima – como propone Marra – sino que los invita al juego y la curiosidad. Está conformado, entre otras cosas, por un consejo consultivo del que participan niños y niñas de 7 a 11 años, que aportan ideas para mejorar la llegada de la señal a su público. También incluye en su programación contenidos de señales infantiles de distintas partes del mundo, por lo que funciona además como una ventana al mundo para sus audiencias. A través de sus diversos canales de distribución (televisión por cable, plataformas, redes) Pakapaka llega a más de 2 millones de espectadores. Es evidente que es una política pública muy exitosa.

Entre periodistas, comunicadores, referentes de la cultura y público en general, hubo algunas repercusiones más que significativas. “¿Sabés lo que enseña la escuela en la primaria y secundaria? Que la Revolución de Mayo y la Independencia de la Corona española es un proceso histórico y la llegada masiva de inmigrantes españoles, otro”, publicó en su Twitter la Gerenta General de Contenidos Público, Jessica Tritten. Y hoy, la propia Cristina Kirchner volvió a compartir un video en su cuenta de Tik Tok, donde en un acto había dicho que “ahora no nos meten más el Pato Donald, ahora tenemos a Zamba”.

Ramiro Marra construyó su perfil público a partir de declaraciones estridentes y payasescas: ha comparado la ESI con la pornografía, entre otras tonterías, actúa como un tuitero, pero es un dirigente político que en cada declaración exuda su nula preparación, su total desprecio por las cuestiones a las que se refiere y su inexistente vocación de aprender. Qué bien le vendría a Marra mirar Pakapaka.