Las denuncias por abuso y acoso sexual contra el productor Harvey Weinstein, que luego derivaron en el #metoo (el hashtag que agrupó las denuncias e historias de cientos de mujeres del espectáculo en el mundo occidental contra productores, directores, actores, guionistas y demás), trajeron una cantidad de cancelaciones de series y proyectos, así como también de continuidades de temporadas, por parte de señales y plataformas internacionales. El panorama actual es el siguiente:

Louis C.K., para muchos el mejor comediante actual de Estados Unidos y uno de los mejores de todos los tiempos, primero vio cancelada la Avant Premier de la película que lo tenía como protagonista, I Love You, Daddy, y luego cancelada su participación en The Late Show With Stephen Colbert. Ante las denuncias, el actor dijo que las acusaciones eran «verdaderas», se disculpó por lo hecho y aseguró que sentía remordimiento por sus actos. Eso no bastó para que HBO cancelara el especial de Night of Too Many Stars: America Unites for Autism Programs (popular comedia), y levantara todos los contenidos del actor de su servicio on demand. Por si fuera poco, Netflix anunció que cancela el especial que tenía en producción sobre el comediante, y dijo estar analizando qué hacer con los especiales de Louis que tiene la plataforma. La única decisión que al menos no perjudicó a Louis fue la de FX, la señal de cable que hace ocho años depende de Fox y que lleva ya cinco producciones con Louis. En un comunicado, FX dijo no haber recibido denuncias de “conducta impropia” por parte de Louis C.K., y que en consecuencia no decidió si tomará alguna medida al respecto.

El caso de Kevin Spacey acaso fue el de mayor repercusiones, pero sus consecuencias fueron menores en cantidad aunque muy relevantes. En especial por los antecedentes que establece: además de su salida de la serie que lo tenía como productor ejecutivo y protagonista principal, House of Cards, el director de All the Money in the World, el prestigioso y popular Ridley Scott (Alien, el octavo pasajero; Blade Runner, entre otras), decidió rodar nuevamente las escenas en las que aparecía el actor, a tan sólo 50 días de su estreno mundial.

Los mayores problemas para la industria los trajo sin dudas Harvey Weinstein. En la lista de “bajas” de producciones por las denuncias de acoso y abuso en su contra, en principio, figuran las películas The Current War y Forgive Me, Mr Peacock, y las series Elvis, The Romanoffs (en duda) y Project Runway. The Current War vio postergado su estreno del 24 de octubre pasado a una fecha incierta de 2018; está protagonizado por Benedict Cumberbatch (el actor de Sherlock), quien dijo públicamente que las hechos protagonizados por Weinstein le provocaron “repulsión”. Forgive Me, Mr Peacock iba a ser el debut como director de Channing Tatum, pero se vio frustrado porque, además de las denuncias, porque el film estaba basado en la novela de Matthew Quick, que trata sobre un adolescente víctima de abuso sexual.

Entre las series, además del proyecto de David O’Russell (no tenía nombre definido) con Robert De Niro y Julianne Moore que suspendió Amazon, están la serie biográfica sobre el rey del rock para la futura plataforma de Apple -en la que The Weinstein Company participaba en la producción- y el reality de moda Project Runway, que lo tenía a Weinstein como productor ejecutivo. En cambio acerca de la esperada The Romanoffs (sobre la historia zarista de Rusia) sólo hay dudas, ya que si bien Amazon aseguró que el proyecto seguía en pie aunque sin la participación de la productora de Weinstein (tiene un costo aproximado de 200 millones de dólares para dos temporadas), resulta que a través del #metoo se supo que su creador, Matthew Weiner, también está involucrado en casos de acoso sexual. Así que todavía se desconoce su suerte final.

Como si fuera una ironía (por eso del ostracismo), también Guantánamo, la serie que lo tenía como realizador a Oliver Stone, fue cancelada: el director de JFK dijo que no a la historia que producía Showtime mientras Weinstein Company estuviera involucrada en la producción. Luego de eso, en el #metoo un par de actrices dijeron que el director las había tocado y hablado “inapropiadamente” en una fiesta.

Así y todo, la proporción de proyectos cancelados o revisados es bastante baja en relación a la cantidad de nombres de hombres de la industria acusados y denunciados de distintos tipos de “comportamientos inadecuados”. Si bien por lo visto en distintas entrevistas las mujeres se muestran optimistas en cuanto a un cambio de actitud y sobre todo de reglas de juego en el ámbito laboral de Hollywood y la televisión norteamericana, por ahora también consideran que las sanciones corporativas y sociales que van recibiendo los acusados están lejos compensar los daños producidos.