Más allá de la difícil situación que atraviesa el cine producido en nuestro país,  lo cierto es que la industria local del género continúa trabajando intensamente. Por estos días, el director de cine Who (conocido previamente por sus trabajos en el mundo publicitario y por las películas Soy tu karma o Causalidad) finalizó el rodaje de su más reciente película. Se trata de Sin salida, un film producido por Vaso Entertainment y Aleph Media protagonizado por Minerva Casero, donde se aborda la preocupante temática de la trata de personas y las complicidades que se construyen para sostener ese oscuro negocio con seres humanos.

Más allá de la presencia de Casero, el elenco de la producción está formado por Laura Novoa, Gustavo Bassani, Fabián Arenillas, Viviana Puerta, Ailín Salas, Pablo Mónaco, Roxana Randón, Gabriela Groppa, Juan Chapur y Esteban Kukuriczka. La película fue rodada entre los meses de junio y julio últimos (con locaciones en la Ciudad de Buenos Aires y diversos espacios del gran conurbano bonaerense) y se espera cuente con posibilidades de estreno en diciembre de este año.

“Esta película fue básicamente una de carácter físico, cansadora pero también me pone feliz por haber participado. Siempre disfruto ser parte de películas pero cuando no lo hago siempre estoy pensando en armar algo porque soy una persona activa, aún después de haber dejado de filmar como en este caso”, dice Minerva Casero algunos días más tarde de haber finalizado las jornadas de filmación de la película.

La participación y confirmación de Casero se dio de una manera que la actriz no la esperaba. Así ella lo recuerda: “Yo estaba por irme de vacaciones y justo me convocaron para hacer el casting de esta película. Hice todo, me fui de viaje y me olvidé del asunto, pero cuando regresé había quedado para el papel. El casting fue difícil y pensé que no lo había logrado por la dificultad de las escenas, había mucha emoción y había que moverse con naturalidad en el entorno que proponía el guión. Sin embargo, todo salió muy bien y a pesar de mis dudas logré ser la elegida para el protagónico de la película”.

Más allá de la temática sensible del film, la actriz enseguida ofrece pistas para con las características de su personaje: “Interpreto a una chica joven que vive en un contexto social bastante privilegiado. Ella es una persona simple, y cuadra muy bien porque la película es más sobre la historia que sobre mi rol. Lo que me atrajo de todo en ella fue la propuesta, que es muy diferente a lo que me enviaron en el pasado. Acá el núcleo es la historia, no es el personaje, y todo lo que actué lo viví físicamente. Hay personajes que son más de una mesa o de sentarse, de charlar, pero este tiene un trasfondo importante que espero le llegue al espectador. Siento que había que estar muy presente con lo que el rol que se requería de una y entender hacia donde iba la escena. En definitiva, lo que me atrajo fue lo fuerte de las situaciones de la historia y ser útil en el momento en que debía serlo”.

Sin salida requirió de Minerva Casero una participación comprometida con todas las escenas pero especialmente en las que el físico pidió un fuerte plus actoral: “Si bien todas las escenas son comprometidas, lo cierto es que hay algunas que piden más que otras, y esta película se encuadra en esa situación. Más allá del tema de la trata, hay mucho de supervivencia humana en la historia y mucho de compromiso físico. La película se filmó mucho de noche y con un frío notable para cualquiera. Más allá del rol y la trama en sí misma, fue muy comprometido para mí enfrentar el desafío desde mi lugar de actriz”.

La temática siempre preocupante de la trata, llevó a Casero a preparar su participación en Sin salida tomando conocimiento serio e investigativo sobre la problemática del film: “Me puse a conocer lo que sucedía alrededor para adquirir datos e información, leí y escuché mucho sobre el tema. Es necesario darle visibilidad a todo lo que tiene que ver con la trata. Sin embargo, no me centré exclusivamente en eso porque no necesito investigar demasiado sino hacer más foco en la actuación. Por otro lado, es muy difícil estar conectado detrás de lo que sucede en la historia porque no podría encarnarlo. Necesito una disociación para poder llevar a cabo mi trabajo, y lógicamente entiendo el contexto de la trama. La película tiene que ver con las emociones humanas, el poner el cuerpo, al menos en lo que me toca a mí como actriz, algo que es totalmente diferente para el trabajo del director de la película o el guionista. Creo que ellos hicieron los estudios necesarios y pertinentes para contar lo que cuentan”.

Siendo hija de Alfredo Casero, Minerva sostiene que la presencia de su padre es siempre importante pero no determinante en su carrera como actriz. “Siempre él está ahí al lado mío, pero no es una persona que esté preguntándome constantemente sobre mi trabajo. Me acompaña en mis sentimientos, cosas y mi vida, pero de esta película no hablamos porque todo fue muy rápido para mí. Supongo que cuando me vea tendrá sus opiniones como las tiene en otros campos de la vida, pero la verdad es que él se comporta más como un papá que un asesor laboral”, concluye la actriz.