En agosto volvieron las funciones de la obra Suyay en Espacio Callejón y en septiembre, el domingo 5, regresarán las de Bailan las almas en llantas en el Teatro del Pueblo. Ambas creaciones tienen a Pilar Ruiz como dramaturga y directora. Vuelven luego de verse interrumpidas por el contexto pandémico, pero con la misma potencia narrativa que caracteriza las obras de esta artista.

“En Suyay quería retratar la vida en el ámbito rural, pero desde los ojos  de una niña. Hablar de los deseos, de sus ganas, sus expectativas y sus reflexiones ingenuas de carácter infantil, pero sobre todo quise trabajar desde la ternura de esas posturas. La ternura también es un acto poético y político”, comenta la autora.

Pilar Ruiz narra la historia de una espera, de una chica que espera a su amiga Suyay (que da nombre a la obra pero no parece nunca) y en esa espera deja ver la filosofía pura de la niñez, que no se deja contaminar muchas veces por los problemas que la vida conlleva. “Esa fue la intención. La idea también es que quien la vea aporte su propia conclusión de lo que se le está contando la obra”, aclara.

Los ensayos con protocolos y la vuelta con público son para Ruiz un paso importante: “La presencia del público, aunque sea con un aforo reducido, es clave para las artes escénicas porque ninguna obra está completa sin aquellos que reciben el mensaje. La mirada de los otros es parte de la obra. De a poco vamos recuperando terreno y pudiendo hacer teatro, aunque falta mucho para volver a tener la capacidad  de no dejarse encorsetar por el contexto”.

La dramaturga considera que la pandemia dejó a la vista la precarización laboral de los y las artistas. “Los problemas existentes se profundizaron, pero bueno  de a poco el sector cultural se va ir reactivando a pesar de la fragilidad. Necesitamos pensar y apoyar todas las iniciativas de políticas públicas posibles. Eso es algo que aprendimos en estos tiempos. Debemos en cada obra que encaremos reivindicar el valor simbólico, identitario y  trascendental de nuestro trabajo”, subraya.

Ruiz también retomó los ensayos de una obra que solo pudo hacer una función en marzo del 2020, porque a cuatro días del estreno se tomaron las primeras medidas sanitarias: Bailan las almas en llantas. Allí  la autora explora –y reivindica– la cultura popular en expresiones como  la cumbia, el trap y otros géneros musicales: “El ritmo y la danza son claves en esta obra”. Pero la autora también explora el universo de la marginalidad y las problemáticas que allí se dan: “El artista siempre está en una posición de privilegio, pero me gusta meterme en temáticas que nos interpelan a todes. Siempre quiero abrir preguntas, echar luz lo que a veces se deja en lo oscuro o no se quiere mirar”.

Ruiz ganó recientemente el premio Estímulo, organizado por el complejo teatral Buenos aires con su obra Aire de montaña, que en este momento se encuentra en proceso de ensayos y armado.  “Aquí indago sobre el universo del amor. No desde lo romántico, sino como el acto revolucionario que es. Pienso que los vínculos siempre dan terreno para explorar”.


Suyay

Obra escrita y dirigida por Pilar Ruiz. Actúa: Agustina Groba. Sábados a las 22.30 en Espacio Callejón, Humahuaca 3759.