Sólo la cordillera los separa. Alberto Montt (chileno-ecuatoriano) y Ricardo Liniers tienen en común el oficio, la capacidad de improvisar y de tomar riesgos. Se conocieron por sus respectivos trabajos en el papel y se encontraron en varias conferencias para disertar acerca del humor. Fueron esos los espacios en los que tramaron la amistad que hoy los une y los pone nuevamente, y a pedido del público, arriba del escenario de La Trastienda para presentar Los Ilustres.
El espectáculo es un «stand up ilustrado» en el que mientras uno de ellos ejercita un monólogo, conversa con su compañero y habla con el público, el otro dibuja los chistes y ocurrencias que salen en ese intercambio. «Necesitaba salir de lo que ya sé cómo es», explica a Tiempo, Liniers quien junto a su colega está viajando hacia Rosario. «Tiene el plus de las giras, viajar siempre te resetea», comenta.

–¿Cómo surgió la idea de Los Ilustres?
–Es un experimento que hacemos con Alberto Montt. En un momento, nos presentábamos el libro el uno al otro, y alguien nos sugirió que podíamos armar algo, luego de haber estado en una presentación extraña y psicodélica. Pensamos que ilustrar stand up tenía alguna gracia así que nos tiramos a la pileta a ver si había agua y si funcionaba.
–¿Qué relación hay entre el stand up como género y la historieta?
–Uno está acostumbrado a ver stand up y no hay nada que ver en el fondo sólo el tipo que hace alguna morisqueta y acá le sumás una segunda lectura. Esto lo que te genera es sacarte del guión y obligarte a improvisar. Te obliga a crear, tener un tipo sobre el escenario te hace reaccionar y funciona bien porque la sorpresa siempre es aliada del humor.
–Además de haberse encontrado desde el oficio, ¿qué otros puntos de encuentro tuviste con Montt?
–Teníamos una especie de química, y nos fuimos haciendo amigos así como se hacen amigos los pibes. Tuvimos ese código arriba y abajo del escenario, por eso siempre tratamos de decirle algo al otro que le dé sorpresa. Algo así me pasó con Kevin (Johansen). Son personas que admiro lo que hacen, que ya conozco. Si no está esa química no podría haber hecho nada. Los actores se suben al escenario sin conocer al otro pero yo no soy actor, necesito confiar y luego recién subir. El escenario es un espacio extraño para mí. «
Domingo 19 de junio a las  23:30 hs. en La Trastienda Samsung, Balcarce 460.