Loco por ella (Dani de la Orden, 2021)

Adri conoce a Carla, que le resulta la chica de sus sueños al pasar la mejor noche de la que pueda tener memoria. A ella le pasa lo mismo. Pero al terminar la noche él descubre que ella se había escapado de su cama para volver a la clínica psiquiátrica Los Sauces, de la que se había escapado para pasar la noche con él. El tema es que la clínica no admite visitas. Así que Adri falsifica un informe médico para poder ser internado junto a su amor. En el estilo del screwball comedy (subgénero de la comedia que se popularizó en los años 1930 en el que hay un personaje femenino fuerte cuya relación con el protagonista centra la historia, diálogos rápidos, situaciones ridículas), el largometraje se transita con el agrado y la ligereza que requiere la buena comedia.

Disponible por suscripción en Netflix.


Muchos hijos, un mono y un castillo (Gustavo Salmerón, 2017)

Julita es madre y se puede decir que ha cumplido con todos sus sueños, al menos en lo que respecta a tener una familia numerosa y un mono como mascota, y meterlos a todos en un castillo. Pero ahora sufre los efectos de la crisis económica. Y sin dinero para mantener semejante estructura, empiezan sus peripecias. Una comedia bien española, según entendemos por tal a este lado del Atlántico, que también es un documental. Sí, Julita es de verdad, existe y está reflejada por momentos maravillosamente en esta película. En el año de su estreno fue considerada la revelación del cine español, y la película que protagoniza resultó un éxito comercial.

Disponible por suscripción en Amazon Prime Video y Movistar Play; para alquilar en Apple iTunes.


La llamada (2017)

Dos chicas quieren divertirse, María y Susana, pero tienen un problema: están en un campamento de monjas en Segovia, un lugar aislado en el medio de la naturaleza. Así que se escapan en las noches a vivir distintas fiestas electro latinas, escapando de la mirada de las monjas Bernarda y Milagros, las tutoras del campamento. Hasta que una noche, después de dejarlo todo en la pista de baile, María sufre la aparición del mismísimo Dios tratando de conquistarla con música de Whitney Houston. Adaptación de una popular obra teatral, para ponerlo en términos de fe, regocija en el descubrimiento que hacen sus protagonistas ante las apariciones divinas de distinto tipo. Comedia que permite ver a los practicantes como lo que son: gente tan común y corriente como cualquier otra.

Disponible por suscripción en Netflix.


Campeones (Javier Fesser, 2018)

Un entrenador profesional de básquet (Marco), estalla un día en una crisis personal mientras entrena a un equipo con personas con discapacidad intelectual. Y ahí comienza esta comedia que pertenece a las llamadas “lección de vida”, en las que el humor sirve para introducir temas difíciles y decir sobre ellos cosas que también son difíciles de decir. Con los gags y las situaciones bien dosificadas para no desequilibrar el humor y el mensaje.

Disponible por suscripción en Movistar Play; para alquilar en Google Play y Apple iTunes.


Las brujas de Zugarramurdi (Álex de la Iglesia, 2013)

Es probable que no pueda haber una lista de comedias sin una película de Alex de la Iglesia -ni una de Pedro Almodóvar, claro, que está ex profeso excluido de ésta-, así que este puñado de sugerencias cierra con una del gran realizador de El día del bestia. Aquí cuenta cómo después de cometer un atraco, dos hombres deben huir de la policía y de una mujer que los persigue con el mismo ahínco: la ex pareja de uno de ellos. En su desesperada fuga, la pareja masculina se mete en los profusos bosques de Navarra y cae en las garras de una horda de enloquecidas mujeres caníbales. Y lo que sucede entonces, también, es esa mezcla de géneros tan característica en la filmografía de De la Iglesia.

Disponible por suscripción en Movistar Play.