Toquinho es uno de los artistas más apreciados en nuestro país. Desde sus inicios hace ya más de cinco décadas, el guitarrista y compositor paulista es parte de la geografía musical local, al punto de que cada uno de sus regresos contó siempre con el fervor del público argentino. Este viernes, habrá una nueva oportunidad para escucharlo en el Gran Rex rendir homenaje a La Fusa, el disco que grabó en 1970 junto a Vinicius de Moraes en Buenos Aires. Esta vez estará acompañado por la cantante Camila Faustino, ya que María Creuza no puede ser de la partida por razones de salud.

En 2020, el músico tenía pautada junto a Creuza una gira para volver a visitar ese álbum tan especial para todos los seguidores argentinos y los amantes de la bossa nova. La Fusa todavía permanece en la memoria de miles y la efeméride despertó la posibilidad de realizar una serie de shows que repasarían todos los temas del disco, pero la llegada de la pandemia canceló el plan hasta estos días.

Ahora, Toquinho reactiva los festejos por el aniversario de aquel histórico lanzamiento y así lo cuenta, en charla con Tiempo: “Después de dos años sin hacer nada es algo más que bueno para los músicos y artistas estar tocando de nuevo. Esto es como un recomienzo con la platea, con las canciones, con la vida. Yo soy un artista al que le gusta trabajar, tocar. Esa es la razón por la que estamos retomando todo lo que teníamos pendiente, y siempre con mucho optimismo”, dice antes de ofrecer el recital en Buenos Aires.

-El concierto se iba a realizar hace dos años para festejar las cinco décadas de la grabación de La Fusa. ¿Cuán negativo fue parar con todas esas celebraciones pendientes?

-Es interesante la pregunta, porque no fue algo fácil de asimilar en su momento. La pandemia llegó pero ya es tiempo de tratar de olvidar todo lo sucedido. Infelizmente no pudo suceder en ese momento, pero este es el tiempo para celebrar todo lo que antes no pudimos hacer. Es hora de hacerlo.

-Camila Faustino estará reemplazando a María Creuza. ¿Cómo sirgió contar con su presencia en el marco de los festejos?

-Nuestra gira por Latinoamérica incluía cinco shows totalmente confirmados, pero lo que debo decir es que los conciertos de Buenos Aires y Chile iban a contar con Camila como apoyo vocal. Ella canta conmigo desde hace más de cinco años y es una gran, gran cantante joven con mucho por ofrecer. Infelizmente María Creuza no puede estar en esta gira por un problema cardíaco. Hasta donde sé, le están colocando una serie de stents. Por lo cual, más allá de lo que sucede ahora, creo que no pasará mucho tiempo hasta que ella vuelva a estar con nosotros arriba de un escenario. Más allá de eso, Camila tiene una calidad técnica que asombrará a muchos, y vamos a recrear de la mejor manera todo lo que sucedió en La Fusa hace cincuenta años. Estamos hablando de un show de 90 minutos con todo lo que la gente espera. En escena contaré historias de la época, junto a situaciones instrumentales que serán muy recreativas de la bossa nova y todo lo que sucedió en esos años.


-Pocos son los discos y las obras que sobreviven tanto tiempo. ¿Por qué crees que todas esas canciones persisten en la memoria colectiva de la gente?


-Creo que eso es un misterio. Es un disco sin pretensiones, del cual en su momento nunca nos preocupamos por cuestiones técnicas, así que lo más importante de entonces fue la verdad de lo que sucedía en frente de los micrófonos. El disco fue grabado en un estudio, pero con gente en sillas, en el marco de una grabación improvisada, algo que permanece como un aura en el disco. Esa fue la magia de una obra que hasta el día de hoy está disponible en catálogos.

-Por esos años comenzabas a tocar por primera vez junto a Vinicius…

-Así fue, y yo tenía muchas ganas, porque tenía unos veintitantos años y mucha energía. Nosotros tres, me refiero a Vinicius, María y yo teníamos muchas ganas de crear, así que La Fusa es un álbum que tiene todo el ímpetu de un condicionamiento joven. De alguna forma, el disco registra el nacimiento de dos jóvenes junto a un gran maestro donde quedaron plasmadas muchas características buenas del ser humano.

-Un disco como La Fusa fue editado en todos los continentes. No es algo que sucede a todos los artistas.

-Totalmente. El álbum fue publicado en China, Japón y no sé en cuantos lugares más. Es un conjunto de canciones que tiene una magia notable, algo que me dicen siempre cuando llego a tocar a cada país que visito, ya sea en Europa, América o Asia. Es algo increíble pero también es algo antológico.

Fuiste un parceiro de Vinicius, uno de los grandes poetas de Brasil, que murió hace algo más de cuarenta años. ¿En algún momento se lo deja de extrañar?


-Muchas veces hace falta su presencia para saber cuál es el camino a tomar. Pasaron muchos años desde que no está, y cuando hago una melodía siempre pienso que Vinicius tendría las mejores palabras para mi canción. Siempre estar con él era como estar cerca de los buenos momentos de la vida, porque era un gran parceiro, un gran compañero, como decimos en Brasil. Siempre buscó lo mejor de la vida y del amor y esa fue la mejor enseñanza que nos dejó.

Toquinho celebra los 50 años de La Fusa
Única presentación en Buenos Aires. Viernes 1 de abril a las 20.30 en el Teatro Gran Rex, Av. Corrientes 857.