Premios de la industria al fin, aunque la mayoría de la audiencia busque arte -y las compañías que dan vida a Hollywood lo fomenten-, el afamado premio de la Academia dio un viraje tan esperado como sorprendente. Sí, se pueden ser las dos cosas si se tiene en cuenta que pocos premios fueron tan certeramente anticipados como el de esta edición número 95 (la revista especializada Variety “acertó” cerca del 90 por ciento de ellos), y a su vez se considera que la Academia necesitaba un cambio que poco tuviera que ver con su historia.

En ese esquema, nadie(s) mejor que los hoy conocidos en todo el mundo como The Daniels, Daniel Kwan y Daniel Scheinert, son los héroes de la nueva generación que varios antes de sus logros llamaron Zillenials (nacieron en 1988, lo que según la categorización generacional los coloca entre la generación Y y la Z, también conocida como millennials). Y que ahora varios otros denominan con cierta sorna como generación Tiktoker. La cosa es que la dupla se llevó los Oscar a mejor película, mejor dirección y mejor guión, terna alcanzada por menos de diez directores en toda la historia, por el film Todo en todas partes al mismo tiempo. Y en las últimas horas, trascendió que serían, además, los responsables de dirigir al menos uno de los episodios de Skeleton Crew, la nueva serie de la saga del universo Star Wars protagonizada por Jude Law, para Disney Plus. Así lo informan, entre otros, sitios como The Hollywood Reporter. La producción se estrenaría a fines de 2023.

Kwan y Scheinert se conocieron siendo estudiantes pero no se decidieron directamente por el cine, pese a que eso era lo que estudiaban. Al menos no según la tradición, como bien muestra Los Fabelman, del gran maestro derrotado de la noche de los últimos Oscar, Steven Spielberg. Por eso se dedicaron a hacer videoclips (que tal vez implicaba menos riesgos y mayores réditos económicos).  No se han visualizado para esta nota, así que no se puede decir si los padecieron o los gozaron los destacados Foster The People, The Shins y Tenacious D, entre otros: al menos los videoclips que hicieron para ellos no los sacaron de carrera. Lo que sí se puede afirmar, o al menos sostener por lo visto en pantalla, es que el gran Harry Potter Daniel Radcliffe no la pasó mal en Swiss Army Man, la película con la que Los Daniels cobraron notoriedad en el cine (estrictamente hablando). Definida como comedia absurda, y calificada como procaz, la película sigue -como suele decirse- la  historia de un náufrago y un cadáver flatulento, cuyas flatulencias son verdaderas multitareas que sirven tanto para propulsión acuática como para ahuyentar osos. Al no ser un arte oloroso, los pedos corren con ventaja para causar gracia en el cine.

Muy probablemente el público lector sabrá que su Todo en todas partes al mismo tiempo trata de una aventura sobre la propietaria de una lavandería chino-estadounidense que, al lidiar con una auditoría impositiva, se encuentra con una intervención desde otro universo que la lleva a ella misma y a todos los personajes a varias aventuras al mismo tiempo en el multiverso. O algo así. Por cierto poco importa: la película funciona más como un mundo de sensaciones -por decirlo en lenguaje antiguo del siglo pasado- que por algo parecido a una narrativa, siempre que se acuerde que un video de Tik Tok no es una película, por más duración en el tiempo que tenga. Pero esa es otra discusión, acá estamos hablando de Los Daniels (que con su productora independiente A24 consiguieron 100 millones de dólares en la taquilla de lo Estados Unidos).

Y ellos, como el Hollywood que los premió, tenían razón. Según la agencia Nielsen el show de premiación alcanzó los 18,7 millones de espectadores -dos millones más que el año pasado- y por primera vez revirtió la tendencia a la baja desde hace casi una década; también le ganó al final de temporada de The Last of Us (8,2 millones de espectadores), que se creía que le iba a dar batalla, pero por lo visto ni fue sparring; además, sus números superaron a las de la gala de los Premios Grammy 2023 (12,5 millones) y a la de la última edición de los Emmy (5 millones). A eso hay que sumarle las redes, donde tuvo 27,4 millones de reacciones en Twitter, Facebook, YouTube e Instagram. 

Como bien señalaba Diego Lerer en este diario a cuento de la última entrega de los Osare l pasado domingo 12, además de su éxito comercial -que había surgido un poco a iniciativa de las redes sociales desde las que los fans impulsaron su estreno en salas- a “Todo en todas partes… hay que sumarle la ficha étnico/racial, que le ha hecho ganar puntos a la película con los miembros de la Academia. Se sabe que los votantes están ya hace tiempo en plan de reparar viejos errores de ese tipo, y el hecho de que esta sea una película con directores y elenco casi completamente asiáticos, realizada en los Estados Unidos, le juega a su favor”. Como diría un adagio nunca tallado en pared alguna, Hollywood nunca se equivoca (y si lo hace lo disimula muy bien). El cimbronazo que produjo el streaming quedó atrás: el camino de la reconversión de la industria comenzó, y el multiverso es el camino.