Uno de los ideólogos de la sala Timbre 4, Claudio Tolcachir, lo deja claro: “Estamos felices de celebrar un nuevo cruce entre Buenos Aires y Cataluña. En un mundo que se aísla, elegimos encontrarnos. Para combatir, juntamos fuerzas y lo hacemos a través del arte”, explica el director acerca de la quinta edición del Festival Temporada Alta en Buenos Aires que empezó anoche y seguirá hasta el 16 de febrero en la sala de calle Mexico al 3500.

Para esta nueva edición se presentarán obras de Cataluña, España, Perú, Chile, Uruguay y Argentina. Serán dos semanas que además de obras, tendrá mesas de conversación, mesa de dramaturgia, workshops y el ya clásico Torneo de dramaturgia transatlántico, donde se leen textos y el público vota a los ganadores. “Nos mezclamos culturalmente para crecer con esta aventura de compartir teatro del mundo en un espacio pequeño e independiente para explotar de alegría”, agrega Tolcachir. En estos años por este encuentro pasaron más de 20 compañías, nacionales e internacionales, y más de 20 mil espectadores desde su primera edición en 2013.

Narcis Puig es el coordinador de Temporada Alta. Este catalán que era informático y se fue metiendo en el mundo teatral casi por casualidad, recuerda cuando siendo encargado de la programación apareció la idea de trasladar el Festival de Girona a estos lares.

–¿Cómo surgió la posibilidad de hacer Temporada Alta fuera de Cataluña?

–El primer objetivo fue fomentar la cultura catalana, y de tanto ver teatro argentino, quisimos mostrar lo nuestro Al público le interesa, seguimos con la ilusión el primer año

–¿Hay algo en común entre ambas formas de hacer teatro?

–Tenemos en común que nuestras obras nos identifican. Buenos Aires es una de las ciudades en el mundo con más teatros, con miles de salas y gente que le interesa y hace teatro. Al ser más pequeño en Cataluña los números son más chicos, pero la cultura es una forma de definirnos como pueblo, como sucede aquí. Las escuelas de interpretación son potentes en ambos casos pero son muy distintas, lo argentino es más rápido y lo nuestro más pausado. Pero aprendimos mucho de ustedes.

–¿Qué aprendieron?

–Que a nivel creativo las crisis sirven. El teatro, su poesía y su lenguaje explica el país que se está viviendo, como pasó en 2001 y años después a nosotros. Hoy en Cataluña el teatro es más político que años atrás, en el sentido que habla de los temas que están en la calle y eso es influencia de ustedes. «

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