“Soy Cecilia otra mujer desaparecida / Soy Cecilia en nombre de todas las pibas

 Soy la niña que subiste por la fuerza / Soy la madre que ahora llora por sus muertas

 y soy esta que te hará pagar las cuentas”

A Cecilia Strzyzowski la conocimos cuando ya estaba desaparecida a través de su imagen de búsqueda y por las huellas digitales que ella misma había dejado en las redes sociales. En sus perfiles es posible reconstruir la vida de una mujer joven, de 29 años, que estudió expresión corporal en el Instituto Superior del Profesorado de Enseñanza artística I.S.P.E.A. de Resistencia, Chaco.

Una mujer casada que vivía con su tía abuela, Mercedes, a quien le dedica unas palabras en su cuenta personal de Instagram “sos la mejor abuela postiza, sé eterna”. En su biografía de esa misma red social, Cecilia cuenta que su esposo es César Sena y que es madre de perrihijos: Ginny, Carmela, Rufi, Ernesto, Stich, Mara y Coco. 

Cecilia conoció a César en 2021. En ese momento, tiempos de pandemia, dejó la carrera y se puso a trabajar con él. Cuentan sus compañeras de curso que ella estaba siempre sonriente, pero ese gesto dejó de estar presente en su rostro cuando empezó esa relación. “Pusieron una cafetería y solo sabíamos de ella porque nos invitaba a conocer el lugar”, relatan. 

Su grupo de compañeras son las encargadas, en cada marcha que reclama por su aparición, de la performance de baile. La misma coreografía que antes hacían con Cecilia cuando sus cuerpos se movían al ritmo de “Canción sin miedo” de Vivir Quintana y que se transformó en un himno de cada manifestación pública en pedido de justicia en Resistencia.

Sus posteos en Instagram muestran una Cecilia bailarina, que canta canciones de Bad Bunny, que va al gym y besa a su esposo. En una foto se ve un primerísimo primer plano del anillo con el que se comprometieron. Es el mismo anillo que su mamá y su abuela reconocieron el viernes pasado en el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses del Poder Judicial y que fue encontrado en un rastrillaje en el barrio MTD Emerenciano, junto a su valija, retazos de su ropa, llaves y un blister de las pastillas que tomaba por un cuadro gástrico.

Marcela Acuña, la mamá de César, declaró a los medios el 8 de junio que la pareja no estaba casada y que “si bien estuvo en el lugar cuando César la vio por última vez, no sabía con quién se había ido”. En esas declaraciones dio a entender que Cecilia había partido a Ushuaia, al sur del país, con otra persona. Y, además, remarcó que ellas tenían una mala relación.

El viaje al sur fue la esperanza que tenía Cecilia de poder irse con su pareja, sin la intromisión de la familia Sena. Pero el viaje nunca se concretó. El viernes 2 de junio Cecilia se subió a la camioneta de César y fue vista por última vez con vida. Los días siguientes se comunicó con su familia a través de Whatsapp hasta que dos hombres fueron a la casa de Gloria, su mamá y le advirtieron que a su hija “le había pasado algo”.

Mensajes sin sentido y la interrupción de la comunicación con su hija levantó las sospechas de su mamá que hizo la denuncia por su desaparición el 6 de junio. La foto de Cecilia en blanco y negro inundó las redes sociales de compañeras, familiares y organizaciones de mujeres que pedían por su aparición. 

cecilia
Cecilia Strzyzowski fue vista por última vez el 2 de junio.

La violencia que no importa

En lo que va del año, Chaco tuvo 7 femicidios y 2 vinculados. En esta provincia del noroeste argentino, hay muchas otras mujeres y jóvenes aún desaparecidas. La historia de Maira Benítez, una joven de 18 años ausente desde 2016, es una de esas que faltan. Por el crimen fue juzgado Rodrigo Silva a 21 años de prisión sin el agravante de femicidio. La justicia chaqueña le había entregado una bolsa de huesos a Antonia Morán, la mamá de Maira como los de su hija. El análisis del equipo de Antropología Forense determinó que los huesos pertenecían a un hombre. Antonia no sabe aún dónde está su hija. 

Gloria, la mamá de Cecilia en una de las manifestaciones que se realizaron en Chaco.
Foto: Nora Cano / Latfem

Sin embargo, la desaparición de Cecilia Strzyzowski no fue una desaparición más. Porque el apellido Sena da cuenta de la historia política, económica y social reciente de Chaco y del país. El padre de su pareja, Emerenciano Sena, un albañil despedido que había trabajado en Techint, Ericsson y Sofer fue el fundador, en Resistencia, del movimiento MTD General San Martín a fines de los ´90. Sena fue protagonista de la resistencia piquetera y sindical a las privatizaciones. Entre acampes y cortes de ruta se volvió referente de los sectores populares que reclamaban ayuda estatal en tiempos de crisis. 

Con la reactivación económica del 2003, el movimiento pudo acceder a programas de Desarrollo Social de Nación para la construcción de viviendas populares. El barrio que lleva el nombre de uno de los detenidos por la desaparición de Cecilia, se construyó a través del programa de casas Sueños Compartidos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. No fue una alianza lineal. En 2008 se enfrentaron al apoderado de la Fundación y al gobierno de Jorge Capitanich, aunque luego acercaron posiciones. Él fue el padrino de casamiento de Emerenciano y Marcela Acuña, en 2012.

Cuando César Sena fue a la Comisaría Tercera de Resistencia a declarar junto con su madre en calidad de testigos no fueron solos: los escoltaba la rama femenina del movimiento Emerenciano “Mujeres al frente” con sus características remeras rojas. Las mismas mujeres que en plena discusión por el aborto legal, junto con los Sena y sectores eclesiásticos de la ciudad, lideraron marchas en contra de la ley. En octubre de 2021, “Mujeres al Frente” hizo una marcha frente a tribunales para pedir por la liberación de Sergio Alila, imputado por abuso sexual con acceso carnal. No todas las ramas femeninas son feministas.

A la salida de la sede policial, la rama femenina del movimiento Emerenciano recibió a César Sena y Marcela Acuña con un aplauso. Dos mujeres de ese grupo agredieron a una periodista que intentaba transmitir en vivo y le tiraron el celular al piso. Hoy César está imputado por homicidio triplemente agravado por el vínculo, por el concurso premeditado de dos o más personas y por haberse realizado en un contexto de violencia de género en calidad de coautor.

Sus padres, Emerenciano y Marcela, están imputados por homicidio agravado como coautores. Completan la lista de personas detenidas: Gustavo Obregón y su mujer Fabiana González, asistente del matrimonio Sena y el casero Gustavo Melgarejo y su pareja Griselda Reynoso.

Marcha por Cecilia en Resistencia, Chaco.
Foto: Nora Cano / Latfem

El expediente judicial vs el expediente mediático

El viernes 9 de junio, 72 horas después de la denuncia por desaparición, se libraron las órdenes de allanamientos y posterior detención de las 7 personas que tienen confirmada su prisión preventiva. En estas semanas los rastrillajes que empujan la búsqueda no se detuvieron. Tampoco la cobertura mediática que escaló al ámbito nacional, fogoneada por precandidatos en pleno cierre de campaña: cuatro de los 7 detenidos y detenidas por la desaparición de Cecilia iban en una de las listas oficialistas.

Detrás de la incógnita por el paradero de la joven están los apellidos de referentes de movimientos sociales sobre los cuáles, desde una mirada clasista, pesa el estigma social de todo lo negativo. Las operaciones de los medios hegemónicos orientaron sus esfuerzos a vincular la desaparición, con la densidad conceptual que representa en Argentina esa palabra, con el gobernador de la provincia. También aparecía, flotante, la idea de impunidad. A pesar de que, en este caso de manera excepcional, la administración de justicia actuó con celeridad.

La Procuración General tomó la decisión de conformar un Equipo Fiscal Especial que sumó al fiscal de Cámara Jorge Fernando Gómez y a la fiscala de Investigación 5, Nelia Velázquez a lo actuado hasta el momento por el fiscal de Investigación 4 Jorge Cáceres Olivera.

En la provincia del Chaco, la secretaría de Derechos Humanos y Géneros viene presentándose como querellante en distintas situaciones de violencia de género. A través del equipo de Litigio Estratégico que coordina la abogada Nahir Barud, fueron las primeras en pedir las prisiones preventivas de los 7 acusados, ahora imputados en la causa. 

Además, el Equipo Fiscal Especial convocó al equipo de antropología forense del Poder Judicial de Córdoba para el peritaje de los huesos hallados la semana pasada, en uno de los rastrillajes. Se presume que en 30 días el equipo dará un veredicto: si pertenecen o no a Cecilia. 

«Todas somos Cecilia», se leyó en una de las marchas.
Foto: Nora Cano / Latfem

Caso Cecilia: streaming del morbo

En Resistencia, un precandidato a intendente por la facción libertaria, que además es policía y, a su vez, conduce un programa de radio invitó a una joven integrante del movimiento social MTD Emerenciano a “declarar” mientras la policía ingresaba al estudio y le retenía el celular. La ¿entrevista? fue seguida por miles de personas en una transmisión en vivo por Facebook. El poli-comunicador dijo que se quedó con una copia de todos los datos del celular de la mujer. Esto pasó en un estudio de radio, no en sede judicial.

En los rastrillajes se encontraron elementos que dieron lugar a todo tipo de especulaciones y confirmaciones. La investigación entró en un círculo vertiginoso de hallazgos, información falsa, desmentidas y más información falsa. Lo que vino después, con la instalación de equipos de medios de comunicación de Buenos Aires, fue una disputa por la primicia, el dato, el detalle: conseguir fotos y datos para mantener el encendido de pantallas.

A toda hora y por todos los dispositivos circulaba todo tipo de realismo mágico y fantasía ficcional: rituales satánicos, médiums, reconstrucción “del hecho”, hipótesis inventadas en vivo. Ya no importa lo veraz cuando se corre la carrera de los clics y la maratón del zapping, en una suerte de streaming del morbo que, además de espectaculizar el dolor y la incógnita que significa la ausencia de una joven para sus familiares y afectos, no da cuenta del problema estructural.

Sobre la filtración de imágenes en los medios, la fiscala Nelia Velázquez en Radio Nacional Resistencia remarcó que están intentando “sacar una cautelar con respecto a las limitaciones de la información de la causa porque es real que esto entorpece a la investigación fiscal y puede generar futuras nulidades, que es lo que nosotros tanto queremos evitar”.

Además, aclaró que “no sólo afecta la investigación penal preparatoria sino también a la familia que está pasando un dolor detrás de esto”. Gloria y Mercedes, mamá y abuela de Cecilia, vieron las pertenencias y huesos hallados en los medios antes que los fiscales pudieran comunicárselo en forma oficial.

El clima electoral y la instrumentalización

En las primeras apariciones públicas, cuando reclamaba la aparición de su hija, Gloria había pedido que no se hiciera un uso político del caso, aunque después dijo que la “marcha por Cecilia sea en las urnas”. El 19 de junio, un día después de las elecciones PASO en el Chaco, en la movilización en la plaza central, agradeció que hayan escuchado su mensaje. El Frente Chaqueño quedó 5 puntos por debajo de Juntos por el Cambio, según el escrutinio definitivo.

En pleno cierre de campaña, candidatos de la oposición hicieron circular por redes montajes relacionando al movimiento piquetero con un posible femicidio. En la operación de estigmatización entraron todas y todas: vecinos y vecinas del barrio MTD contaron que en el supermercado ya no les quieren vender comida y hasta se viralizaron audios que alertan que “andan los de Emerenciano por el barrio, cuídense”.

De los 7 imputados en la causa por el femicidio de Cecilia, 4 eran precandidatos en las elecciones PASO de junio por la lista Socialistas Unidos, una de las 84 que presentó el Frente Chaqueño en las últimas elecciones. Emerenciano como primer diputado, Gustavo Obregón en quinto lugar; Marcela Acuña presentó su lista como precandidata a intendenta y Fabiana Gonzalez su colaboradora integraba la lista de concejales. El Frente Chaqueño pidió la exclusión de la lista completa y el Tribunal Electoral hizo lugar para las cuatro personas detenidas, aún sin haber sido juzgadas ni tener condena firme. 

El 27 de junio, en conferencia de prensa, el gobernador Jorge Capitanich dijo: “la madre de Cecilia tiene todo mi apoyo para que efectivamente el hecho se esclarezca. Quiero decirle que estoy dispuesto a recibirla en el momento en que quiera, pero no he querido establecer esto en el marco de una politización”. “Todos los chaqueños y chaqueñas estamos unidos en una sola bandera: justicia para Cecilia”, afirmó. 

Foto: Nora Cano / Latfem

Historias silenciadas

Mientras se escribe esta crónica resta saber si el homicidio de Cecilia fue motivado por violencia de género o tuvo un móvil económico. Una de las hipótesis es que Marcela Acuña, su suegra, le habría ofrecido dinero a Cecilia para disolver el matrimonio con César. 

Si la preocupación genuina fuese la violencia machista en Chaco los medios tuvieron historias para contar.

  • El 27 de enero Zulma Nélida Aramayo, apareció con el cuerpo quemado en su casa de Taco Pozo. Su marido denunció el hecho como suicidio hasta que fue detenido como imputado. Zulma murió días después, tenía 43 años. 
  • El 28 de enero, Jorge Barrientos entró a la casa de su expareja Yuliana Nardelli en Tres Isletas y le disparó a Ernesto Godoy que dormía junto a la mujer. Ernesto tenía 32 años. El agresor se suicidó.
  • El 18 de febrero, Oscar Gómez de 74 años mató a su pareja Dominga Soto, de 48 y luego se suicidó. Fue en la localidad de Quitilipi. 
  • El 8 de marzo, en la misma ciudad, Antonella Altamirano fue sorprendida en su casa por Francisco Escalante -su expareja y padre de sus hijos- quien la mató a puñaladas. Evaristo Saux un vecino, quiso rescatarla y fue asesinado en el lugar. Tres niños perdieron a su madre. 
  • El 22 de abril, Betiana Calvo salía de su casa en Resistencia rumbo a su trabajo en el hospital Pediátrico. Había denunciado a su exmarido en marzo, la niñera de su hijo le dijo que lo había visto merodeando la casa por lo que salió a acompañarla. Cuando Betiana subió al auto, fue asesinada por Agustín Sánchez, gendarme que se fue a vivir a Entre Ríos cuando se separaron. Después de matarla, se suicidó. Betiana tenía 38 años y un hijo de 5 que quedó huérfano. 
  • El 21 de mayo, un hombre fue detenido por asesinar a su esposa Elsa Vilaqui de 49 años, cerca del parque Caraguatá, de Resistencia. Horas antes, el hombre había denunciado posible suicidio. 
  • El 31 de mayo, Belén Piedrabuena era asesinada frente a su hijo de 3 años a manos de su expareja, Hugo Cesar Canteros de 36 años. El femicida se suicidó horas después, cuando era buscado por la policía. Belén tenía dos hijos, de 8 y 3 años. 
  • El 5 de junio, Yasmin Silvestre apareció sin vida en el barrio Don Santiago de Resistencia. El principal sospechoso es su pareja, Marcelo Godoy. Yasmin tenía 35 años y dos hijos, era oriunda de Pampa del Indio. 

Ninguna de estas historias tuvo la atención mediática que adquirió la desaparición de Cecilia. Aquellos que hoy hablan de un crimen macabro, de tintes espeluznantes, de personajes sacados de un cuento de terror hicieron silencio frente a los nombres de los 7 femicidios en lo que va del año. En nombre de Cecilia se elevan gritos de punitivismo disfrazados de justicia. 

En nombre de Cecilia se agitan odios de clase y de raza. En nombre de Cecilia se apunta contra la política en tiempos en los que la democracia está en riesgo. La historia de Cecilia muestra que la violencia machista atraviesa clases sociales y ámbitos diversos. Los femicidios cometidos por personas sin exposición pública, comunes, también son importantes. Quienes asesinan mujeres no son seres extraordinarios, pueden ser personas con buenas intenciones en otras facetas de su vida. Están entre nosotras.

Versión de “Vivir sin miedo” de la cantante chaqueña Melyna Enríquez:

“Por todas marchando aquí en Resistencia, / por las comandantas peleando con fuerzas,

por las pibas luchando en Barranqueras, / por todas las madres chaqueñas

cantamos sin miedo pedimos justicia / gritamos por cada desaparecida

que resuene fuerte nos queremos vivas / que caiga con fuerza el feminicida.

Yo todo lo incendio yo todo lo rompo / si un hombre trata de apagarme los ojos

ya nada me calla ya todo me sobra / si tocan a una, respondemos todas”.

*Este artículo pertenece a Latfem y es reproducido por Tiempo Argentino a partir de un convenio de publicación para difundir periodismo especializado y de calidad.