“La heterosexualidad ya le queda chica a la humanidad”, dice Ilse Fuskova la protagonista del documental que lleva su nombre y que está dirigido por Liliana Furió junto a Lucas Santana. El trabajo cinematográfico es un excelente y atrapante retrato de la activista lesbofeminista, una de las grandes referentas de la militancia LGBTIQ+ en la Argentina y se estrenará este jueves en el cine Gaumont.  

El documental comenzó a idearse en 2015 cuando su directora fue a una charla donde estaba Ilse quien según ella dice le cambió la vida. “Para mí era una referentaza enorme, desde que yo salí del clóset en el año 94 cuando no tenía idea, venía de otro planeta”, cuenta a Tiempo, Furió quien forma parte de Historias desobedientes, un grupo de hijas e hijos de genocidas que repudian el accionar de sus padres. Cuando reconoció su sexualidad, la directora se encontró con el libro Amor de mujeres, que había escrito Ilse Fuskova junto a su pareja Claudina Marek. “Para mí fue un antes y un después porque yo también (como Ilse) venía de estar casada durante once años y de haber tenido tres hijas, me veía espejada en su vida”, afirma Furió.

Una vez que ingresó al mundo más íntimo de Fuskova (quien hoy tiene 92 años) se abrió un mundo muchos más amplio que la militancia lesbofeminista. Ilse además de activista fue azafata, artista plástica, periodista y fotógrafo. Miles de vidas en una y todas marcadas por la rebeldía y una militancia creativa, inteligente y amorosa.

“No se puede comprender cómo está tan prohibido ser lesbiana”, dice Ilse sentada a la mesa de Mirtha Legrand. “Lógicamente las lesbianas tenemos que hacer algo de alarde para manifestar que existimos, es una manera de decir existimos”, explica Ilse a la conductora. Esa aparición en un canal de televisión abierta, en un programa con buen rating permitió abrir el debate sobre la problemática que sufrían las mujeres lesbianas en la Argentina. Como parte de su amplia militancia, Fuskova junto a la periodista Adriana Carrasco crearon en 1987 los “Cuadernos de Existencia Lesbiana” que se publicaron el 8 de marzo de ese año como un boletín diseñado y distribuido por ellas mismas. Tiempo después junto a Claudina Marek publicó Amor de mujeres. El lesbianismo en la Argentina, hoy.

El film que dirige Furió rescata no sólo su lugar militante, también es un retrato de una vida interesante y llena de momentos vinculados a la historia y al arte. “Su referencia me pareció maravillosa como historia de vida. A pesar de toda su lucha lésbico feminista hay toda una generación que la conocemos bien, pero hay una cantidad de generaciones que no sabe quién es Ilse Fuskova, y aún así para quienes lo sabemos, no estábamos al tanto de todo lo que había vivido ella en su vida”, afirma la directora.

-¿Qué más descubriste en el proceso de este documental respecto a la militancia de Ilse?

-Llegué a él ya con muchísima formación lesbofeminista y militante. No sólo académica sino de poner el cuerpo en la calle. Pero Ilse siempre me potenció, desde el libro a ese primer encuentro de poder entender y descubrir que había un movimiento atrás, que había millones de mujeres en el mundo con las mismas opresiones, cientos de lesbianas intentando despojarnos de todos los mandatos que nos ponían en unos lugares horribles, nos criminalizaba directamente o nos patologizaba. Ilse tuvo mucho que ver en ese despertar, en ese proceso de descubrir que había otras maneras de ver el mundo, de entenderlo y de arrimar mucho de las teorías que nosotras en los 90 no teníamos mucha idea. Y además, supo traducirlas y con un lenguaje para que lo entienda todo el mundo.

-¿Cómo ves lo que pasa en la sociedad ahora con respecto a la sexualidad?

-Para mí ahí hay una realidad lamentablemente a nivel político coyuntural, y no es a nivel local solamente a nivel internacional, que es muy compleja y en muchos casos preocupante. Si bien hay todo un sector de la población que ya creció con otros derechos, con otras miradas, con más respeto por otras formas de vivir la sexualidad, a la par, eso no escapa a una realidad horrible donde intervienen la derecha, los nuevos evangelismos y toda esa parafernalia con la que el patriarcado siempre vuelve a juntarse con todo su poder para oprimir los colectivos más vulnerables. Ahora mismo están habiendo muchísimos más ataques homofóbicos y entonces y hoy más que nunca hay que volver a sostener los trapos y poner en valor la vida de todas estas y estos referentes que muchas ni se conocen. Hay muchísimas y muchísimos teenager, pibas, adolescentes, que están convencidas de que hicieron la revolución en junio del 2018. Y esto, en realidad, es producto de lo que venimos laburando de años. En el año 86 comenzaron los Encuentros Nacionales de Mujeres, un movimiento único en el mundo. Hay cantidades enormes de referentas y referentes que no los conoce nadie. Entonces poner estas vidas en esas vidrieras es muy necesario y urgente en este momento.

-¿Qué sucede hoy con las luchas feministas y las conquistas en materia de derechos?

-Lo veo muy positivamente. Creo que, para hacer una síntesis, los logros se han visto y están plasmados en las muchísimas leyes y en los muchísimos derechos que hemos conquistado. Eso es lo central, que uno puede mirar desde en una línea de tiempo muy a pesar de lo difícil que ha sido todo, que por momento luchábamos contra molinos de viento, creo que los logros hablan por sí mismo. Ahora claramente hay un sistema muy perverso en el que vivimos que sigue operando con ese esquema machista patriarcal, capitalista, que tenemos que derribar. Y que obviamente tiene armas que son realmente muy sofisticadas. De todas maneras, a pesar de las muchas divisorias de agua que hay dentro de los feminismos, también hay un saldo que es positivísimo y es que no nos van a detener en ese camino de emancipación y lucha.

El documental se estrena el jueves 11 de noviembre en el cine Gaumont, en Espacios Incaa y en Cine.ar TV