Karina Pintarelli tiene hoy 64 años. Viene de días agitados, con felicitaciones, reuniones y llamados que no cesan luego de que se diera a conocer la resolución del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de atender su reclamo de reparación histórica por la persecución que sufrió durante la dictadura cívico militar por ser una mujer trans.

La resolución otorga el beneficio previsto en la Ley 24.043 para personas detenidas por motivos
políticos en el contexto de la dictadura cívico-militar. Se llegó a ella tras un camino de lucha articulado entre las organizaciones No Tan Distintes, Abosex y el Observatorio de Género en la Justicia, de CABA.

Karina tenía en ese entonces 22 años. “Era una chica normal y silvestre”, dice a Tiempo Argentino, a través del teléfono. “Pasé muchos años de cosas muy feas. En esa época, yo vivía en un hotel y sufrí muchas detenciones, torturas. Me detenían por mi condición de mujer trans, no porque esté en alguna agrupación política”, cuenta. “También les pasaba a muchas mujeres trans, muchas de ellas ya no viven”, agrega Karina.

El recorrido de su vida está atravesado por todas aquellas violencias que históricamente pesan en la población travesti y trans en la Argentina.

“Cuando empecé a salir a la calle, empecé a tener problemas policiales, persecuciones y detenciones. Siempre era por cómo estaba vestida, porque no correspondía a mi género. También durante la democracia sufrí detenciones. Uno de los problemas fue nuestro trabajo. Por suerte, ahora hay ley de cupo, aunque está un poco estancada”, agrega.

En el legajo de Karina constan las innumerables detenciones por la aplicación sistemática de los Edictos de la Policía Federal Argentina, en particular los incisos 2F y 2H a partir de 1976. Esas figuran figuras que criminalizaban su identidad de género.

En 2017, Karina Pintarelli estaba en situación de calle. En el refugio Frida conoció a la organización No tan Distintes, fue a ellas a quienes les manifestó su idea de exigir una reparación. “Vivo esto con mucha alegría, porque luchamos cinco años. Es un logro que abrirá puertas a otras compañeras”, agrega.

El logro colectivo

Karina hoy vive en la vivienda colectiva, Casa Leonor, en Merlo, junto a tres compañeras. “La organización es todo para una lucha. Ahora estoy en No tan distintes y acompañamos a muchas otras compañeras que necesitan desde casa a alimentos”, cuenta. Afirma que, si bien hay una parte del camino allanado para las generaciones futuras, falta mucho. “Falta aceptación. Y tener las mismas condiciones de cualquier persona. ‘Chica trans’ es un rótulo porque somos seres humanos. Ojalá la sociedad avance”.

La gran conquista

Florencia Montes Paez es integrante de No Tan Distintes, desde allí acompañó el proceso del reclamo de Karina. “Esta estrategia la iniciamos en 2018 cuando Kari tenía 59. Es una compañera trans grande. Sabemos que la expectativa de vida de las compañeras trans es muy baja, y es una alegría que ella pueda ver esto en vida. La justicia está diseñada de manera tal que refuerza los machismos y las cuestiones patriarcales. Esta idea de que se pudo llegar a tiempo nos impacta”, afirma Montes Páez.

“El Estado nacional reconoce que Karina fue víctima de violencias y torturas en el marco de la última dictadura sólo por su condición de género. Ese es el hecho político ético. Y lo otro es el proceso de lucha que fue muy largo porque es como un círculo. Su condición de género la arrastró a una vida más difícil”, describe.

La historia de Karina muestra una serie de violencias por parte del Estado, en dictadura y en democracia. Estuvo internada en el hospital Borda y pasó muchos años de su vida en situación de calle. La criminalización que sufrió, estuvo acompañada de experiencias de patologización, institucionalización y marginalización.

“Esas interseccionalidades hizo que su cuerpo estuviera expuesto a mayores violencias. Esta lucha implicó que Kari pudiera abordarlas integralmente para embarcarse en armar una estrategia legal. Abordó su problemática de situación de calle, de consumo, de salud. Fue un trabajo de autorreparación, de autocuidado. Celebramos eso, porque su lucha es seguir viviendo. Haber llegado hasta acá con esta conquista en valor todo ese proceso”, finaliza.

Karina Poeta

Me quedé con Karina es el libro que editó en 2019 y que será reeditado en octubre. El libro fue presentado en la muestra “El tiempo en mis manos”, que tenía como objetivo visibilizar su lucha y las violencias que padeció.

Un dictamen justo

Las organizaciones No tan distintes y Abosex, junto al Observatorio de Género en la Justicia emitieron un comunicado conjunto donde destacaron los puntos más importantes de la resolución basada en la Ley 24.043. «El informe técnico de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación es acorde a la posición sostenida por Karina Pintarelli. Da por probado ‘el ensañamiento contra las personas trans como parte de la Doctrina de la Seguridad Nacional». El dictamen destaca el carácter «dinámico» de la política reparatoria integral; el rol de la Policía Federal en el marco del terrorismo de Estado y, el uso de las contravenciones como herramienta represiva. Se concluye que el «Estado asume aquí que las mujeres trans, en su encarnación del género, fueron consideradas agentes subversivos”.

Reparar un daño de décadas

La red de abogados activistas Abosex lanzó en 2015 junto a más de 200 organizaciones la campaña “Reconocer es Reparar” que propone una ley que repare a las víctimas de la violencia institucional por motivo de identidad de género. En ese marco acompañó a Karina en su pedido de reparación.

“Reconocemos la transcendencia de este precedente. Es muy importante el dictamen de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación que señala el ensañamiento particular contra las personas trans fundados en sus identidades de género, y cómo eran considerados agentes subversivos en el marco de la dictadura”, afirma Sofía Novillo Funes, integrante de Abosex.

“Es una oportunidad para avanzar en un debate sobre la criminalización de las personas trans no solamente en el periodo de la dictadura cívico militar sino también con posterioridad a partir de los edictos policiales” agrega. “Es urgente avanzar con la aprobación de los proyectos Conocer es Reparar para justamente conocer las violencias de las cuales fueron víctimas las personas travestis y trans”.