«¡Libertad, libertad, a las machis por luchar!» con ese gritos las columnas integradas por miles de mujeres ingresaban al predio de la ex Cerámica para escuchar la lectura del documento inaugura el 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries.
El nuevo nombre legitimó la participación de mujeres que durante años y años fueron parte del encuentro y que se sentían invisibilizadas. «Invisibilizadas nunca más», gritaban las mujeres desde el escenario.
«Fue muy emocionante el acto de apertura. Empezó con una ceremonia ancestral y con un discurso que fue construido colectivamente, donde pudimos abordar muchísimas temáticas que nos atraviesan a las mujeres y a las disidencias de los distintos territorios», expresó Pamela Makei, integrante de la Comisión Organizadora del Encuentro. «También compartimos el escenario con Yamila, que es la mamá de Guadalupe, el Lucero, la niña que está desaparecida desde el año pasado. Compartimos escenario con las compañeras indígenas del Buen Vivir, compartimos escenario con las compañeras kurdas».
Cada mujer que llegó a la marcha destacó y celebró el cambio de nombre del encuentro. «Marca un punto de inflexión, porque es la primera vez que nos nombramos todas. Somos plurinacional, mujeres, lesbianas, travestis, trans, transexuales y bisexuales y no binarias. Y eso tiene que ver con un reconocimiento, con una deuda que venía siendo exigida, debatidas en interior de los encuentros. Y por primera vez se logró acá aquí, en San Luis, en territorio huarpe», resaltó la mujer.
«Creo que era una deuda enorme que tenía el encuentro con el nombre anterior. Todas somos parte. No es que venís de invitada, sos local ahora. Creo que eso es lo que se está sintiendo, con esta diferencia somos todas parte y la participación así se ve», dice por su parte Angelina Arenas, otra de las integrantes en el área de comunicación del encuentro.
Desde la organización, confirmaron que hubo 170 mil plazas pedidas y el alojamiento completo.


El feminismo que cuida la tierra


Entre las mujeres, un grupo llevaba en sus cuellos una víbora de diversos colores. Era la comitiva que llegó para hablar de ecoambientalismo y pedir por la Ley de humedales.
«Necesitamos la Ley dehumedales. Hay un ecocidio que arrasa con todos los humedales de América latina y nosotras estamos impulsando su urgente tratamiento», dice Patricia Reyes pertenece a ATE Rosario.
Efectivamente fue uno de los reclamos del documento. «Hoy también sectores concentrados del agro, la minería y el sector inmobiliario avanzan sin control, degradando y destruyendo los humedales. Avanzan con la práctica de la quema, intentando transformarlos en tierras cultivables. Denunciamos los crímenes ambientales. Reclamamos políticas ambientales, exigimos la ¡Ley de humedales YA!», expresa en ese sentido.
El primer año con Ministerio pero sin ministra.
La renuncia de la ministra Elizabeth Gómez Alcorta fue presentada en las últimas horas del jueves y aceptada en las primeras del viernes. Fue indeclinable y fue una consecuencia directa del feroz desalojo ordenado por el gobierno nacional en tierras mapuches de Villa Mascardi, Río Negro.
«Los encuentros van más allá de los gobiernos y de lo que sucedan en los gobiernos de turno. Entonces, para nosotras sí es importante denunciar y poder visibilizar la violencia que es sistémica contra los pueblos originarios y particularmente el pueblo mapuche, que está siendo perseguido o amedrentado de manera permanente», afirma Pamela Makei. Por su parte, Ángela Arenas, afirma: «Esta situación de violencia institucional que hemos vivido durante la semana pasada deja en evidencia a lo que nos reúne este Encuentro. El patriarcado que existe en las personas que están en los lugares de poder, termina privando y termina generando esa violencia hacia las mujeres desde una mirada colonialista donde se desconoce la historia del pueblo mapuche. Creo que esta renuncia es coherente, veía muchas compañeras pidiendo la cabeza de la ministra y no del varón que tiene a cargo la fuerza que reprimió».


El pedido desgarrador


Quebrada pero sostenida en la lucha por su hija, Yamila Cialone la mamá de Guadalupe Lucero pidió que se busque con vida a su hija. Con emoción escuchó los cantos de todas las mujeres en el predio de la ex Cerámica.
Otra intervención fue la de las mujeres sordas que pidieron el apoyo por el tratamiento de la Ley de lenguas de señas.
A la lectura del documento la precedió la ceremonia ancestral. Invocaron el silencio «como principio sanador» de las autoridades Huarpes y Ranqueles encendieron una fogata e hicieron sus oraciones a los elementos de la naturaleza. Pidieron «protección para el Encuentro» y exigieron la libertad de las mujeres mapuches detenidas durante el operativo desalojo de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu en Villa Mascardi, Rio Negro. Una vez más, el Encuentro Plurinacional marcó una agenda amplia, transversal y necesaria para ampliar derechos y luchar contra la desigualdad. «

Miradas revoltosas

Entre los primeros talleres durante la jornada de inauguración del Encuentro, estuvo «Miradas revoltosas: algunas preguntas, pocas respuestas y nada de solemnidad», organizado por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba). El taller, dictado por la licenciada en fotografía, Mariana Milanesi. El taller aborda la mirada fotográfica y la comunicación desde una perspectiva histórica, contemporánea y diversa.

El Sipreba se hizo presente en el Encuentro Plurinacional con 40 trabajadoras de prensa y este domingo participará de la Asamblea Nacional de Fatpren que se realizará durante el mediodía.