El casco en la mano y una instrucción a prueba de todo definen los siguientes minutos. Adrenalina. En un territorio con sierras, lagunas, historia y naturaleza la atención se centra en una travesía con cuatriciclos por un lugar privilegiado, Villa Ventana. Es una de las seis localidades que integran la Comarca Serrana bonaerense junto con Sierra de la Ventana, Tornquist, Saldungaray, La Gruta y San Andrés de la Sierra.

Christian Schumacher, del Campo Green, da las instrucciones al grupo, que nunca trepó a un cuatriciclo. La palabra clave es “despacio”, seguir el ritmo que exige el camino y que permite disfrutar de los paisajes. La marcha lenta permite, además, admirar la extensión y los colores de la Comarca en su franja de 180 kilómetros de extensión por 60 de ancho que alberga las sierras más antiguas del planeta. Algo que suena imponente y que nos hace ver pequeños ante tanta inmensidad.

Hay de todo para hacer. Senderismo, bicicletas, cabalgatas, visitas a lugares productivos como un tambo, olivos y el camino del vino, con bodegas que acaban de vivir la 8° Fiesta de la Vendimia. La arquitectura monumental de Francisco Salamone llegó también a estas tierras, con la fachada del cementerio en Saldungaray, a metros del arroyo y de uno de los campings con mejor vista de la provincia, frente al lecho de agua y las sierras. Está la historia del Club Hotel, también la de la estancia de Don Ernesto Tornquist (en las tierras de este estanciero se crearon la mayoría de estos pueblos), que alberga un castillo gótico y un jardín hecho por su amigo Carlos Thays, el mismo que creó la plaza de la ciudad de Tornquist, con una singular laguna con patos y la iglesia en el medio.

Cementerio de Saldungaray.

A 1243 metros sobre el nivel del mar, el cerro Tres Picos es el más alto del territorio bonaerense, aunque el más famoso es el cerro Ventana, con el agujero en la roca que mide cinco metros por ocho y unos diez de profundidad. Increíble que con un trekking se pueda llegar a él. Clic y foto para mostrar el cielo atrapado en la ventana. Y a sólo dos horas, ahí nomás, está el mar.

Hay historias de ranqueles y mapuches. Casas de campo y estancias que cada vez más se plegan al auge del turismo rural. Y el ferrocarril, con sus huellas que siempre perduran, y un servicio que busca recuperarse a pesar de concesiones terribles y vías maltrechas. Las historias permanecen en el hoy. El Golf Club de Sierra de la Ventana con casi 90 años de vida y un bosque centenario que recorre la paleta de colores en cada estación.

Vista monumental de la Comarca desde las alturas.

Sierra de la Ventana es un clásico, pero su hermana, Villa Ventana, se va imponiendo en base al encanto de una aldea de montaña. Callecitas de tierra, todo verde y locales de troncos donde se ofrecen artesanías de las buenas, y delicias gastronómicas con productos locales. Hierbas aromáticas, licores, frutas de estación, chocolates, alfajores, quesos y embutidos del monte serrano. La excursión histórica es al Club Hotel. Con guía de turismo es mejor.

Una de ellas, Eugenia Fittipaldi, cuenta los detalles. Hay carteles con fotos en blanco y negro tomadas en 1911, cuando se terminó de construir esta mole de cemento que comenzó como un proyecto de salud y concluyó como un exponente de la Belle Époque hasta que dejaron de llegar visitantes europeos que enfrentaban la Primera Guerra. Empezó el declive. En los ’40 alojó a 300 tripulantes del acorazado alemán Graf Spee hasta que la estructura edilicia se incendió. Hoy se visitan las ruinas de esos otros tiempos.

La historia con vino se aprende mejor. Y para eso, nada mejor que ir a la localidad de Saldungaray donde está la bodega del mismo nombre que hizo punta en el camino del vino bonaerense.

La Comarca tiene los mejores vinos bonaerenses.

Caminatas, escaladas de diferentes dificultades, cabalgatas, bicis. Las posibilidades son variadas, sobre todo en el Parque Provincial Ernesto Tornquist, de seis mil hectáreas. En sitios privados como Mahuida Co, se conoce la cría de cabras, toros irlandeses, burros y ciervos en una excursión de cuatro horas. No todo es turismo. La Gruta, a un puñado de kilómetros de Tornquist, va creciendo como villa, con porteños y bahienses que tras la pandemia llegan en masa a vivir.

Hoy la zona enfrenta a su principal enemiga: la sequía. “Con las lluvias de la semana pasada el otoño comenzó reverdecido”, le confía a Tiempo, Martín Olhaberry que entre otros sitios, administra el Hotel Provincial, aquel de los años ’40 puesto en valor en 2014. “Somos un destino que en verano aún nos gana la playa pero el resto del año es ideal. La vendimia, el turismo rural, las actividades y paseos para toda la familia, se pueden disfrutar todo el año”.

El paisaje suave y ondulado, los campos de girasoles y la gente súper amable son el secreto de la paz que transmite la región, ideal para descansar tras el fin de un verano eterno. «

Cabalgatas por las sierras.
Diferentes opciones

Hospedajes en la zona se pueden encontrar desde 5000 pesos sin desayuno hasta 60 mil en cabañas con todos los chiches. Muchos lugares manejan piletas climatizadas, contemplando las bajas temperaturas que pueden registrar a mitad de año.

Se pueden visitar: www.hotelprovincialsierras.com.ar (4 estrellas), con pileta y spa (@hprovincialsierra) a 26 mil pesos la noche de un fin de semana (los precios pueden actualizarse por la inflación). También hay cabañas top  como www.ventaniaresort.com.ar (@ventanitaresort).

Diego Pizzo de Mtbikeciclo -IG: @mtbikeciclo- tiene propuestas de ciclismo zonal,  provee las bicicletas, los cascos y una infusión, en Sierra de la Ventana, Tornquist.

En el kilómetro 232 de la Ruta Provincial 76, la estancia Mahuida Co es otro de los atractivos recomendados del lugar, con una extensión de 200 hectáreas a puro contacto con la naturaleza.

 Ecoventania -IG: @eco_ventania- de Santiago Díaz, propone seis itinerarios para explorar parajes, pueblos, ríos y arroyos en camionetas 4 x 4: Balcones Serranos, Vertientes y Cerro Maqueta, Dos Cerros y Senderos Ancestrales, ex club Hotel de la Ventana, trekking en el Mirador del Indio y recorrido nocturno.

Semana Santa es ideal para llegar a esta comarca. Hay propuestas de escaladas, recorridas por los valles en camioneta y  caminatas en altura con vistas únicas en las sierras con su ambiente silvestre, durante todo el año.

Turismo religioso

Semana Santa es el momento predilecto del año para el turismo religioso. Desde el Ministerio de Turismo de la Nación resaltaron diferentes opciones: por ejemplo el Camino de los Jesuitas, el principal corredor turístico de América del Sur. Están las Colonias Judías en Entre Ríos, Villa Cura Brochero en Córdoba, el Calvario en Tandil, las fiestas de Salta y el Vía Crucis Submarino en Puerto Madryn.