La cooperativa La Ruda Agroecológica fue creada hace tres años y funciona en forma ininterrumpida en el barrio porteño de Villa Crespo, está ubicada en Triunvirato y Avenida Federico Lacroze. Empezaron de cero, juntando latas de durazno para armar los primeros almácigos; hoy seis familias viven de este trabajo colectivo sostenido en el tiempo que generó valor. Agradecen al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), que les entregó la matrícula.   

“Comenzamos con este proyecto colectivo un poco antes de la pandemia, al principio  reciclando latas de durazno que juntábamos en el comedor que tenemos acá en el playón”, recordó Sonia Marlene Manzoni, presidenta de la cooperativa La Ruda Agroecológica, en diálogo con Tiempo. Apuntó que en este lugar les preparan “viandas a nuestras infancias que están todo el día acá con nosotros”.

Los primeros almácigos

“Recuerdo que juntábamos las latas en un carrito, las lavamos y después armamos los almácigos, así empezaron a salir las primeras hortalizas que sembramos”, reconstruyó la mujer de 43 años. También contó que empezaron con “las semillas que le habían dado a mi mamá en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ella siempre tuvo huerta en casa, al igual que mi abuelo, es algo que heredé de mi familia”.

“Hasta ese momento éramos tres socios, después se sumaron otros compañeros y en la actualidad somos seis”, enumeró Sonia. Así fue como empezaron a juntar los pallets de madera, “porque cuando salen los brotes en las latas de durazno después necesitábamos otro lugar para ir poniendo los vegetales”.

“Luego empezamos a copiar modelos de otros lados para armar los huerteros con los pallets a una altura considerada del piso, porque es un suelo empedrado”, contó la presidenta. Explicó que ese lugar “era un espacio del ferrocarril, donde hacían cargas y descargas”.

Multiplicando huerteros de verduras

“Primero plantamos lechuga, después tomates, así empezamos a multiplicar huerteros y distintas verduras”, repasó Sonia. Continuó relatando que uno de los seis socios se dedica exclusivamente “a fabricar los huerteros, macetas y muebles, porque también tenemos una carpintería donde se trabaja con los pallets que reciclamos”.

“Con mis compañeras nos encargamos de juntamos botellas de plástico, cambiamos 20 botellas por algunas plantas de jardín, hacemos el canje en el partido bonaerense de Escobar”, detalló la presidenta. Explicó que lo hacen así, “porque este proceso es más complicado que trabajar con verduras, entonces las compramos y luego la revendemos”.

“Somos un grupo pequeño y nos dividimos las tareas, hay días que nos toca regar, hacer el mantenimiento del lugar y otras veces lo hacen los demás compañeros”, aseguró la presidenta. También contó que “preparamos distintas comidas, realizamos algunos eventos con música para recaudar dinero e invertirlo en materia prima para seguir trabajando y vendiendo”.

“En la actualidad funcionamos como Cooperativa La Ruda Huerta Agroecológica y en los últimos tiempos le sumamos el vivero, de a poco vamos sumando cosas”, celebró en relación al crecimiento que lograron.  Finalizó diciendo que “en junio de 2022 el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social INAES nos otorgó la matrícula, por lo cual estamos muy agradecidos y queremos seguir creciendo”.