De acuerdo a la fiscalía y la defensa, el acecho duró poco más de siete minutos. Y el ataque en la vereda, unos 45 segundos, hasta que los ocho jóvenes “consuman el homicidio”.

Enzo Comelli y Ciro Pertossi le dieron los primeros golpes «en forma simultánea» tras acercarse «a la carrera» y «por su espalda». «Casi al unísono le dan un golpe en la cabeza que lo deja de rodillas», expresó Facundo Améndola, y habló de una coordinación «asombrosa para pegarle casi en el mismo momento».

«Antes de que Fernando caiga» fue golpeado también por Blas Cinalli, quien «ya estaba al lado». Matías Benicelli le pega una patada en la cabeza, tras la cual Fernando «no se levantó más», mientras el acusado le decía «a ver si seguís pegando, negro de mierda». La víctima fue pateada luego por Máximo Thomsen, «mientras se encontraba inconsciente». El joven fue atacado también por Luciano Pertossi, quien además agredió a Lucas Filardi –otro amigo de la víctima que cayó sobre el capot de un auto estacionado–, y Lucas Pertossi grabó el inicio del ataque, hasta que «dejó de filmar y guardó su celular para involucrarse en la pelea». Después de las 4.45 AM, “se dan a la fuga”.

Máximo Thomsen (23 años)

Es el más complicado en la causa. El joven rugbier del Arsenal Zárate Rugby está señalado como el «líder», apuntaron que le dio las patadas mortales a la víctima, y los peritos confirmaron que su zapatilla tenía manchas de sangre compatibles con el ADN de Fernando. La marca de la suela de sus Cyclone negras quedaron estampadas en la cara y el cuello de Fernando. «Una patada, quizás dos, he pegado pero jamás en la vida con intención de matar a alguien», confesó.

Luciano Pertossi (21 años)

Luciano, hermano de Ciro Pertossi y primo de Lucas Pertossi, fue el primero de los rugbiers en romper el silencio, para aclarar que no estaba presente en uno de los videos que mostraron del ataque a la víctima. Sin embargo, fue individualizado por peritos y filmaciones.

Amigos de Fernando lo identificaron como un segundo atacante y que golpeó a quienes querían acercarse.

Ciro Pertossi (22 años)

Fue identificado golpeando a Fernando «en la espalda y costado». En el grupo de WhatsApp que compartía con el resto del grupo mandó el mensaje: “Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie”. En el juicio dijo que lo escribió en referencia a que no se enteraran sus padres.

Ante el tribunal sostuvo sobre una imagen en la que se ve dirigiéndose a Fernando, ya en el piso: “Esa patada no la doy, cuando me doy cuenta que el chico está en el piso me freno».

Lucas Pertossi (23 años)

Dos testigos lo señalaron como parte del grupo que atacaba a quienes buscaban ayudar a frenar la golpiza contra Báez Sosa. Pablo Gastón Zapata, un vecino de Zárate, denunció que tiene antecedentes violentos. Que incluso quisieron robarle la moto.

Fue el autor del mensaje en el grupo de WhatsApp sobre Fernando: «Caducó».

Enzo Comelli (22 años)

Otro apuntado como agresor directo de Fernando. Según los amigos del joven asesinado, le dio «uno de los primeros golpes y lo dejó arrodillado».

Matías Benicelli (23 años)

En una de las audiencias, el jefe de seguridad de «Le Brique» lo describió como «uno con rodete» que «le pegó una patada en la cabeza» a Fernando antes de que dejara de moverse en el suelo.

Una camisa suya contenía rastros de sangre de la víctima.

Ayrton Viollaz (23 años)

Fue reconocido como parte del grupo, sin detallar su rol, por el comisario Jorge Stavrakis. Su nombre no fue mencionado como el de un «agresor directo» pero sí fue ubicado en la escena «arengando» a sus amigos. Uno afirmó que golpeó a un amigo de Fernando para evitar que lo ayuden. “Se lo observa cerca de todo lo sucedido y está al lado de Máximo Thomsen en el momento que éste le aplica un puntapié en la cabeza cuando ya estaba inmóvil en el piso”, asegura el informe final de la Fiscalía.

Blas Cinalli (23 años)

Una pericia detallada por un forense del Ministerio Público Fiscal reveló que había rastros de ADN compatibles con su perfil genético en el dedo meñique de la mano izquierda de Fernando. «Me dijo que tuvieron una pelea y que se había ido un chico sin signos vitales», reveló ante los jueces Santino Massagli, amigo de ellos que compartía el grupo de WhatsApp.