Tras la presentación de varios Hábeas Corpus colectivos en cárceles del Servicio Penitenciarios Bonaerense (SPB), los detenidos vienen sufriendo una brutal represión. Se debe a una situación que se repite todos los años para esta fecha. “Nos usan para hacer política”, se quejan.

Las violaciones a los Derechos Humanos en los penales han excedido todos los límites, en los últimos meses se dio de forma sistemática, pero siempre existió. “Cuando empezaron con la reforma de la Ley 24.660 y otras vulneraciones de nuestros derechos nos declaramos en huelga de hambre para que los funcionarios nos escuchen: pero solo respondieron con violencia ejercida sobre los cuerpo de las persona aquí cautivas.
Nos están torturando todo el tiempo y exigimos el cese”, explica y denuncia un estudiante de derecho que se encuentra en la Unidad Nº 1 de Lisandro Olmos.

El recluso explica que el sistema penitenciario funciona como una maquinaria que oprime a las personas, haciendo una anatomía política en los cuerpos de los prisionizados para que operen como ellos quieren. “El aislamiento es uno de los métodos de tortura que se utilizó en la última dictadura cívico militar. Luego de una buena golpiza nos encierran en los buzones (pabellón de castigo, separación del área de convivencia) allí uno permanece encerrado en una celda las 24 horas. Luego de eso empiezan a efectuar los famosos traslados fantasmas. Los funcionarios del Ministerio de Justicia y los jueces; son cómplices de todos estos delitos en perjuicio de los detenidos”, denuncia el preso.

De lo que va de diciembre Tiempo ha publicado varias notas de la situación de las cárceles en el país. Pero las huestes penitenciarias se levantan en forma altanera, violan sus propias reglas y los límites impuestos por la Ley de Ejecución Penal provincial 12.256.” Cuando un grupo de internos informa a las autoridades de la unidad que resolvió tomar medidas de este tipo (huelga) en forma de reclamo, lo primero que tienen que hacer es mandar a un médico que pese a la población y comience una rutina de control sobre cada una de las personas involucradas. Pero nada de esto sucedió, por lo cual los pibes pueden ir muriendo en forma paulatina y nadie diría nada porque serían informadas como muertes naturales y no como crímenes de la institución”, concluye y enfatiza el detenido.