“Recién terminamos de recorrer gran parte del conurbano y ya está todo normalizado. El caso amerita actuar con la mayor rigurosidad de la ley: un robo en poblado y en banda tiene una pena de no menos de 15 años de prisión”. Las palabras del secretario de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, apuntan a la figura delictiva con la que buscan encuadrar los ataques a comercios que, según su propia información, superaron los 150 solo en territorio bonaerense.

Desde el gobierno tanto provincial como nacional coinciden en remarcar que los hechos no fueron saqueos espontáneos: «fueron episodios delictivos organizados y fogoneados en las redes», destacaron fuentes de ambas administraciones.

¿De qué se trata esta figura penal? «Todo estos episodios podrían ser considerados como robo agravado en poblado y banda, según el artículo 167 del Código Penal que establece una pena de 3 a 10 años –apuntó a Tiempo un juez de Morón–. Además si tenía un adoquín, piedra o palo, puede agravarse por el uso de armas, que lleva la pena de 5 a 15 años».

No es la figura más recurrente en acusaciones penales, aunque han habido casos estos años. Sin embargo, la mayoría de las veces se trató en situaciones de tres o más personas, pero en grupos pequeños. En la mayoría de los robos de las últimas horas hubo grupos numerosos, de más de veinte integrantes, que incluyeron golpes a comerciantes, como en el caso de un supermercado chino en Moreno y otro en Mataderos (CABA).

«También podrían considerarse delitos conexos como daños y amenazas que si bien son excarcelables, si el imputado tiene antecedentes o causas en curso queda detenido, por el artículo 166, inciso 2″, agregó el magistrado. Justamente es algo que están viendo las autoridades: varios de los 64 apresados tenían antecedentes.

Y acotó algo más que podría agravar penas, aunque es lo más difícil de probar: «A todo esto se le puede sumar asociación ilícita si se comprueba que hubo un plan sistemático».

La autoincriminación de Raúl Castells

En la noche del martes, mientras se sucedían ataques a comercios, sorprendió la declaración del dirigente piquetero Raúl Castells. «Entreguen los alimentos y esto se soluciona en 24 horas –amenazó en diálogo con un programa del canal Crónica–. La gente está saliendo a buscar comida, y si no encuentra comida nosotros, que estamos convocando a esto, les estamos diciendo que sin robar plata, ni romper nada, se lleven lo que puedan aunque sea para canjear por comida».

Esta mañana quien salió a acusarlo, afirmando que le presentará una denuncia judicial, fue el dirigente macrista Yamil Santoro que lo justificó en «sus acciones contra la propiedad privada y el Estado de Derecho. No vamos a dejar que los violentos tomen el control».

Mientras tanto, el que fue precandidato a presidente por el MIJD Confederado, Santiago Cúneo (en interna contra Castells), apuntó contra el dirigente social tras adjudicarse la responsabilidad de los hechos: “Castells no puede organizar ni el saqueo de un kiosco. Castells cree que esto es por hambre, pero son hechos delictivos, con gente armada y con operación de inteligencia. Piensa que se está haciendo cargo de una rebelión popular, pero esto es un acto delictivo”.