Mientras en la Ciudad de Buenos Aires las postales de este lunes mostraron aulas vacías por el paro docente en reclamo por el respeto del DNU que dispuso frenar las clases presenciales por dos semanas ante la segunda ola de coronavirus, en la Provincia de Buenos Aires se replicaron imágenes de abrazos y concentraciones en las puertas de muchos colegios privados, reclamando que las aulas sigan abiertas pese al aumento de contagios.

Joaquín Gardel integra la agrupación Padres Organizados, que surgió de contactos en Twitter y desde el año pasado milita la presencialidad escolar, aún en este contexto epidemiológico. “En la escuela de mis hijos habrán sido 20 o 30 personas en el abrazo. En otras hubo muchas más. De ahí algunos fueron a la Quinta de Olivos, hubo bastante gente. Desde las 8.40 llegaban los micros escolares, que también es un sector claramente golpeado, y se sumaron a la medida”, contó a Tiempo Joaquín, papá de dos chicos en nivel inicial y uno en primario.

Según señaló, más de 170 escuelas del AMBA estaban coordinando abrazos simbólicos, aunque luego las de CABA respondieron al anuncio del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y abrieron las aulas con aval judicial por lo que no hicieron falta abrazos. En Provincia también hubo quienes emprendieron el camino judicial: “Se venía trabajando con amparos, en algunos casos que los propios municipios están haciendo, que es un tema más político. Pero también padres y muchos abogados que son padres y empiezan a ver cómo plantear amparos, es lo que está pasando. Hay mucha movida, por ejemplo se presentaron en San Isidro y San Martín”.

¿Cómo sigue el reclamo por la presencialidad? “Estamos pensando algo para el sábado pero vamos a tratar de que sea algo con el menor riesgo sanitario posible, para no generar más movilizaciones como hoy, que aunque no lo generamos nosotros cuando empieza a aparecer dentro de los grupos tratamos de canalizarlo para que no se desbande. La idea es tratar de hacer algo más contenido”, planteó Gardel.

En La Plata, “no hubo mayores manifestaciones de abrazos”, pero sí “en otros municipios como Vicente López, Pilar, Hurlingham, Lomas, Quilmes”, enumeró Carla Rígoli, referente de Padres Organizados en la capital provincial. “Los abrazos surgen de forma espontánea. No lo fomentamos, pero lo celebramos y ayudamos a la difusión. No fue algo que nació de nosotros, fue espontáneo en cada colegio”, insistió. Y anticipó que “van a seguir presentándose amparos” para reclamar presencialidad pese a la suba de contagios. “Tenemos una mesa de médicos. No es que salimos a decir cualquier cosa o estamos encaprichados”, remarcó desde la ciudad donde la cepa de Manaos se está expandiendo de forma alarmante.

Desde la seccional bonaerense del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), Inés Busso dijo a este medio que “en los colegios que han intentado sublevarse para tener clases presenciales hemos logrado revertir la situación: no tenemos ninguna escuela con clases presenciales en Amba. Todas han dado marcha atrás luego que hiciéramos la denuncia a Educación y Trabajo”. Y agregó: “Dijimos que si se daba la presencialidad íbamos a hacer denuncia penal. No hizo falta llegar a eso”.

Según Busso, las instituciones donde hubo abrazos “en general son escuelas no subvencionadas, que se consideran de elite, que plantean a la educación como un comercio. Estamos convencidos de que la educación es una sola y pública, por lo tanto tienen que adecuarse a la normativa de la Provincia de Buenos Aires”, resaltó. “Las familias que van a esas escuelas están en contra de la no presencialidad. En el resto se tomó bien la medida: hay mucho temor, la contagiosidad es tremenda. El casi colapso del sistema sanitario genera mucho temor y la gente reacciona ante eso y se cuida”.

Busso advirtió además que “en algunas escuelas están convocando a los docentes a dar clase desde la escuela, cosa que tampoco corresponde. Estamos haciendo un relevamiento de cuántos son y en qué localidad para hacer la denuncia correspondiente. Porque si se trata de evitar circulación, hacer ir al docente es un sinsentido y responsabilizamos a los empleadores de no cumplir con los protocolos”.

Desde la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), en tanto, “la postura es la misma que el año pasado: en cada distrito las autoridades sanitarias disponen si es posible o no el regreso a presencialidad”, indicó Marcelo Ruggiero, secretario de la FEB en San Fernando y miembro del Consejo Directivo de la organización. “Hay muchos distritos que juegan políticamente dependiendo del color que tengan. Los que más se quejan da la casualidad que son los de Cambiemos”, dijo y planteó que “la escuela capaz que no tiene un alto grado de contagio, pero si van un millón de chicos a la escuela implica un movimiento de tres millones de personas, por eso la decisión del Gobierno nacional. Creo que es muy miserable especular políticamente con la vida y la salud de las personas”.