Existe un grupo de trabajadoras y trabajadores de la salud históricamente invisibilizado. Residentes y concurrentes son vitales para que el sistema funcione. Cumplen muchas más funciones de las que deberían, por mucho menos dinero del que merecen. Desde hace tiempo buscan ser reconocidos en la Ciudad de Buenos Aires, y el conflicto escala.

El martes incitaron un paro sin guardia por 24 horas en los 35 hospitales públicos porteños. Le reclaman al Ministerio que lidera Fernán Quirós un 100% de aumento. Fueron recibidos por el segundo, Daniel Ferrante. «Nos dijo que él no iba a hacer nada al respecto, ni siquiera conocía cómo es el régimen de residencias y concurrencias, y dijo que no entendía nuestros recibos de sueldo», relata a Tiempo Carina Goya, residente de pediatría del Hospital Elizalde. Siguieron marchando y pararon hasta el jueves.

«El martes hay cese de actividades al mediodía y vamos a la reunión con el Ministerio. Si no hay respuesta favorable habrá paro el miércoles», anticipa Sebastián Goin, residente del Tornú. Luego podría haber paro indefinido. Mientras, al igual que con la comunidad educativa, el gobierno porteño apela a la persecución. El Ministerio pidió listas diarias de residentes. A los que paran les marcan en las planillas: «ausencia sin justificar». Y los amenazan con que a la quinta falta les rescinden el contrato.

Las residencias dependen de los Comité de Docencia e Investigación (CODEI) de cada hospital público. “Nosotros cada vez que entramos a cumplir con nuestra residencia firmamos una lista, y cuando faltamos, al lado especifican el motivo. Los compañeros y compañeras que paramos aclaramos en esa lista que no asistimos porque estamos de paro, y desde recursos humanos y los CODEI ponen directamente que estamos ausentes sin motivo –manifiesta Sebastián Goin–. Desde el ministerio argumentan que esto lo hacen para conocer la adhesión que está teniendo el paro en todos los hospitales. En el Tornú nos hacen pasar a otra oficina a firmar, es decir, guardaron las carpetas donde firmamos todos los días los residentes y nos obligan a pasar a una oficina a poner la firma. Está claro que es con el objetivo de individualizar a los trabajadores”.

“Está claro que persiguen a los que paramos, que por otro lado es la gran mayoría de residentes y concurrentes. Las planillas siempre las retiraban una vez por mes para chequear las ausencias, si estamos de vacaciones, etcétera; ahora las piden todos los días –denuncia Goya–. Además nos quisieron convencer de que no había acatamiento al paro. Algo que está totalmente alejado de la realidad”. Según un relevamiento de médicos y médicas residentes de cada uno de los nosocomios, el acatamiento al paro superó el 85% en todos los hospitales porteños. Goya aclara: “Nosotros cuando hacemos un paro mantenemos las guardias médicas para garantizar la atención de cientos de personas que ingresan todos los días”.

Denuncian una persecución laboral por parte del Ministerio que conduce Quirós.
Foto: Prensa GCBA

Esenciales

En CABA son más de 4500. Casi el 50% del personal de todo el sistema. El Hospital General de Niños Pedro de Elizalde, por ejemplo, tiene 325 médicos de planta y casi 160 residentes y concurrentes. “Hay que tener en cuenta que nuestro sector trabaja muchísimas más horas que un médico de planta, llegamos a realizar hasta 36 horas diarias de trabajo, más las guardias médicas, esto quiere decir que la sobre carga horaria que nos obligan a hacer, ocupa la faltante de muchísimos profesionales de la salud en diferentes puestos”, explica Goya.

Aseguran que son quienes mantienen vivo y de pie el sistema de salud público porteño: “Seguramente quienes estuvieron en una guardia, o en un centro de salud, o en un hospital fueron atendidos por un residente o concurrente, nosotros somos profesionales que tenemos matrícula, que hemos terminado nuestra formación universitaria, y que decidimos seguir formándonos y especializarnos dentro del sistema público”, cuenta Goin.

En septiembre comenzó el conflicto, aunque se arrastra desde hace varios años, con una precarización histórica. Las reivindicaciones del sector incluso están por debajo de la inflación. Exigen una recomposición salarial del 100% en una cuota, un salario digno, y ART para concurrentes. “La Asociación de Médicos Municipales cerró a nuestras espaldas una paritaria que nos deja nuevamente muy por debajo de la inflación, somos una voz que necesitamos ser escuchada. En caso de que nuestro reclamo no sea tenido en cuenta haremos un paro por tiempo indeterminado”, cierra el trabajador del Tornú.

Entre los residentes se encuentran médicos y médicas pero también enfermeros, kinesiólogos, trabajadores sociales, psicólogos, y todos aquellos que confluyen en equipos multidisciplinarios de la salud. Atienden guardias, integran equipos interdisciplinarios. Por 360 horas mensuales de trabajo cobran menos de 110 mil pesos. «