El Honorable Concejo Deliberante del partido bonaerense de Quilmes, este miércoles entregó una distinción al médico Horacio Blanco por su valiente intervención ante un grupo policial que era comandado por el genocida Jorge Bergés. Se trata de un terrible hecho que ocurrió durante una de las oscuras noches dictatoriales; el 1º de abril de 1977.

Blanco era médico de guardia en la Maternidad del Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes: “Aproximadamente a las tres de la madrugada del 1º de abril del ’77, ingresa un a la guardia un grupo de policías. Pude ver que eran cuatro. Estaban acompañados por el genocida Jorge Bergés, quien me informa que traía a una detenida parturienta, que ya estaba en la última etapa de su embarazo”, recordó el hombre de 84 años, en diálogo con Tiempo.

Nacer en el cautiverio en 1977

Ante esta situación, “inmediatamente, llevé a la mujer a la sala de parto, mientras Bergés se retiró, pero quedó parte de la fuerza policial que lo acompañaba. Intentaron entrar a la sala y les dije que no porque es un quirófano y que no podían estar dentro; extrañamente, me obedecieron”, reconstruyó Blanco.

Entonces recibió a Isabella Valenzi. “Le pregunté sus datos, hice la historia clínica, lo confirmé a través del libro de partos. Casi de inmediato nació su hija, una prematura aproximadamente de siete meses”, detalló el médico.

También explicó que inmediatamente “pasé la beba al neonatólogo de guardia”. Luego de eso, “nunca más supe de ella, ni hubo registros de una defunción en neonatología, ni nada que se le parezca”, denunció el hombre.

Arrancando vidas a tirones

Después del parto, la paciente que permanecía cautiva de los dictadores, sin haber cumplido con el reposo estipulado para una mujer que termina de dar a luz, fue derivada a la sala de puerperio. “Recuerdo que fue una noche de mucho trabajo. Horas después, antes que amaneciera, veo a la fuerza policial que se llevó a Isabella en una camioneta sin registro y nunca más tuve información sobre ella ni su hija”, enfatizó Blanco.

Además, consideró de suma importancia recordar: “Cuando ocurrió el parto en aquella oscura y fría noche dictatorial, al día siguiente María Luisa Martínez de González –partera de ese hospital- me dijo que no me preocupe, que ella misma se encargaría de que la familia de Isabella y su beba se entere de lo que sucedió. Sin embargo; “esta señora posteriormente fue desaparecida, al igual que su compañera de trabajo, Generosa Frattasi”, aseveró.

horacio blanco

Cuando llegan las autoridades del hospital, Horacio Blanco comunicó todo lo que sucedió durante esa oscura y fría madrugada; “a través de los juicios en los que me presenté, está comprobado que toda la documentación, historias clínicas y demás pruebas las hicieron desaparecer”, señaló el médico.

Cuando se produce el retorno de la democracia -semanas después- Blanco se presentó espontáneamente a declarar ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP); lo hizo el 1 de febrero del ‘84.

La misma fue creada el 15 de diciembre de ‘83 por el expresidente fallecido Raúl Alfonsín, con el fin de investigar los hechos relacionados con la desaparición de personas ocurridas en Argentina durante la última dictadura cívico-militar. En la actualidad, la situación política es compleja, sensible y la democracia -que exhibe 40 años en forma ininterrumpida- está bajo amenaza.

Una bomba en la casa del médico

Se repitieron sus declaraciones durante el 30 de abril de ‘85, “dos años después, en el ‘87, supongo que lo hicieron para callar a los testigos, como también intentaron eliminarme a mí, pusieron una bomba que voló la puerta de mi casa”, denunció Blanco, en relación con el terrorismo estatal de aquellos tiempos. Afortunadamente, “mi familia y yo estábamos en otro sector de la casa y no sufrimos daños personales”, remarcó.

Tras el ataque, el gobierno de Alfonsín “me puso una custodia policial que en poco tiempo desapareció y, obviamente, un señor muy bien vestido me apuntó con un revólver en la cabeza y me robó el auto”, recordó el hombre.

Luego, comenzó a militar en el Parlamento Internacional para los Derechos Humanos (PIDH). Tras esta lucha que emprendió, el 24 de abril del ‘87 logró que el Concejo Deliberante de Quilmes tome el caso y que se produjera una condena. Lo mismo sucedió el 16 de octubre del ‘87 cuando el Círculo Médico de Quilmes produjo una asamblea general y consiguieron otra condena para el policía genocida y médico de las fuerzas de seguridad, Jorge Bergés.

Declaraciones de Horacio Blanco

Fue a declarar en distintos juicios, participó en forma presencial ocho veces, en el ‘99 se presentó a en el juicio contra el genocida Emilio Massera; en el 2000 en el juicio por la verdad, el 23 de abril del 2001 hizo una nueva declaración en el juicio por la verdad y finalmente declaró una vez más en el juicio por la verdad, en julio de 2004.

Todas estas declaraciones fueron coincidentes “con mi primer testimonio ante la CONADEP, sobre que fui testigo presencial del parto de una desaparecida y que el responsable de ese terrible hecho fue Jorge Bergés, un genocida que era médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires”, denunció el hombre.

Realizaron muchísimas marchas “a favor de la memoria verdad y justicia, también pedimos reconocimiento para todas las víctimas y sus familias, lo hicimos junto a Lucrecia Lomban, Ricardo Angelino, Arturo Blatezky”, finalizó Blanco.

Los reconocimientos a Horacio Justo Blanco

En la actualidad se encuentran desaparecidas Isabella Valenzi, su hija Rosita y las parteras Generosa Frattasi y María Luisa Martínez de González. Por su valentía ante estos terribles hechos, fue reconocido Horacio Justo Blanco en el marco de la Ley 26.811 establece el 8 de mayo como Día Contra la Violencia Institucional. La norma fue creada tras los asesinatos de cuatro jóvenes protagonizados por la Policía Bonaerense, el hecho se conoció como “Masacre de Budge”.

Por todo el camino que el hombre de 84 años recorrió, en reconocimiento a su lucha y perseverancia, el Honorable Concejo Deliberante del partido bonaerense de Quilmes, este miércoles entregó una nueva distinción a Horacio Justo Blanco.