El crimen de Lucio Dupuy, de 5 años, por el que fueron detenidas la mamá y su novia, visibilizó un drama del que se habla poco pero que no es excepcional. “Que sea mediático no es tan frecuente. Pero sí hay situaciones de violencia y maltrato y muertes por eso. Existe. Si tengo que decir de qué mueren los chicos menores de 5 años, las principales causas son externas: accidentes de tránsito, ahogos. Entre estas causas externas está el maltrato”. Quien habla es el pediatra Juan Pablo Mouesca. Lleva once años al frente del área de Violencia Familiar del Hospital Pedro Elizalde, la ex Casa Cuna, al que llegan casos de bebés, nenes y nenas víctimas de maltrato. Se pregunta por qué cuesta verlo: “El que lo sufre no lo puede decir, el que lo ejerce no lo ve como un problema. Los que lo vemos no nos animamos a ponerle el nombre de maltrato, violencia. Si se lo ponemos, no nos animamos a hacer algo, a separarlo de la mamá. Para que este chico muriera hizo falta que una parte importante de la sociedad no mirara”.

¿Cuán frecuente es toparse con casos como el de Lucio?

–Quien realizó la autopsia dijo que nunca había visto algo tan grave. Pero desde lo médico, la principal causa de muerte por violencia infantil es el síndrome del bebé sacudido o traumatismo cefálico abusivo, que les da hemorragia cerebral y los mata. La causa que sigue es el traumatismo abdominal: una piña. Los órganos de bebés y chicos son muy laxos, el golpe pega contra la columna y ahí daña. En este caso habrían sido múltiples lesiones. Que se muera un chico así no es tan común. Pero eso se construyó por falta de miradas. La responsabilidad no es solo de estas dos mujeres. No es algo que pasó de un día para el otro. Eso es lo que indica que había que haber intervenido.

–¿Cómo se evalúa si golpes o lesiones son compatibles con maltrato?

–Lesiones iniciales patognomónicas –que solo se dan en maltrato– no hay. Pero algunas son altamente sospechosas. Por ejemplo, fracturas en dedos. Es raro que un pibe se fracture los dedos. Cualquier hematoma en un menor de seis meses es sospecha de maltrato. Dos hematomas en menor de un año, también. Cuando empiezan a caminar van a tener hematomas en rodillas o pera, pero en la oreja, el cuello, el torso, es raro. ¿Solamente se puede dar por golpe? No. Pero si tenés varios golpes, si ya consultó un par de veces, a la tercera tiene que alertar. La historia clínica unificada (como es en La Pampa, donde Lucio fue atendido en distintas instituciones) es un forma de evitar que se escape del sistema de salud. Ahí se debe hacer una presentación al organismo de protección de derechos.

–Acá eso no alcanzó, ¿qué políticas públicas faltan?

–En cada lugar del país ese organismo posee distintos nombres pero todos los lugares deberían tenerlo, y es importante que todos lo sepamos. El vecino podría haber llamado a la policía pero también a ese organismo. Están muy invisibilizados y a nadie le importa demasiado que funcionen. Por otro lado, la del Elizalde es la única unidad específica de violencia familiar en hospitales pediátricos. En los demás hay algún médico que, aparte de sus tareas habituales, hace esto. Pero no se replicó la creación del área en otros sitios. ¿Hace falta que haya especialistas o todos tenemos que saber de esto? Las dos cosas. Nadie tiene que esquivar el bulto.

–¿Se necesita también mayor visibilización del tema?

–Faltan muchas cosas. Que se sepa que existe. Que se sepa que las mamás pueden maltratar, que criar es difícil y cuesta, y a veces desborda. No todas ejercen violencia, pero algunas familias sí y hay que ayudar a esos chicos. Aumentó la cantidad de lugares donde se pueden recibir denuncias, pero no hay dónde hacer tratamientos. Hay una crisis de salud mental, no alcanzan los psiquiatras infantiles. Es una situación que no se está afrontando. Llevo once años acá y nunca aumenta la cantidad de gente, pero creció un montón la cantidad de casos de violencia. No damos abasto. Tengo 4,5 pedidos de juzgados por día. No llego, no alcanza.

–Con Lucio muchos apuntaron a la orientación sexual de las adultas acusadas, ¿hay alguna evidencia que vincule eso con el maltrato infantil?

–En general son los hombres quienes ejercen violencia: 10 a 1 son los padres sobre las madres. La violencia está en todos nosotros, en algunos en grado extremo, no importa la orientación sexual. Por estadística, se asocia más con los varones. Quizás eso hace que sea más visible este caso. «