El Frente liderado por la UJS-Partido Obrero y la agrupación estudiantil la Mella conquistó la conducción de la FUBA que, de esta manera, será liderada por ese espacio político 18 años consecutivos desde que el 28 de diciembre de 2001 pasara a sus manos de parte de la Franja Morada.

En junio la principal federación estudiantil del continente, que agrupa los trece centros de estudiantes de la Universidad de Buenos Aires y representa a alrededor de 300 mil estudiantes, estuvo al borde de la fractura.

En aquel entonces las corrientes estudiantiles afines al rectorado, en especial Nuevo Espacio ex Franja Morada y el PJ tradicional, forzaron la realización de un Congreso sobre la base de fraguar dos delegados creando, en los hechos, la existencia de dos federaciones.

Las elecciones de los centros de estudiantes realizadas entre agosto y octubre de este año y atravesadas por el duro conflicto salarial de los docentes universitarios, sin embargo, restituyeron la relación de fuerzas a favor de la izquierda y, en menor medida, de las agrupaciones estudiantiles referenciadas en el kirchnerismo.

Las agrupaciones identificadas con el gobierno nacional (radicales y PRO) sufrieron un fuerte  retroceso resignando dos centros de estudiantes en manos de la izquierda como el de Medicina y Agronomía.

De esta manera, las fuerzas que ayer normalizaron la conducción lograron la adhesión de diez de los trece centros de estudiantes y 71 delegados para la realización del Congreso tal como lo dicta el estatuto. Sin embargo, el punto de acuerdo de las quince agrupaciones que componen la ahora lista 1 llega hasta la oposición que todas mantienen con relación al gobierno nacional y sus representantes en la conducción de la UBA pero diverge en múltiples aspectos de la vida política y gremial. De hecho, dentro de la nueva conducción, coexisten agrupaciones que se han enfrentado en varias de las elecciones de centro de estudiantes.

La declaración común que consensuó la nueva conducción, por ese motivo, destaca que “no pretendemos ocultar las grandes divergencias que existen al interior de la nueva conducción y que naturalmente van a expresarse al momento de orientar a la FUBA. Nuestro método será el siguiente: asegurar reuniones regulares y públicas de las juntas Representativa y Ejecutiva de la federación y apelar en todos los casos a que sean lxs estudiantes, a través de asambleas y de distintas formas de participación, los que intervengan para determinar las acciones y posicionamientos de la FUBA.”.

Al mismo tiempo adelantaron que “votamos la convocatoria a un Congreso Extraordinario de la federación para el mes de abril del año que viene, cuando se reinicie el ciclo lectivo en la UBA. En un contexto de crisis y ajuste contra lxs trabajadores y el pueblo, nos comprometemos a preparar este Congreso con asambleas, paneles y comisiones en todas las facultades que sirvan a formular las principales demandas del movimiento estudiantil y la juventud argentina y a votar un plan de lucha para conseguirlas.”.

La presidencia de la FUBA quedará en manos de una conducción compartida entre Fernando Ramal del Partido Obrero  y Eva Dimopulos de la Mella.

Ramal manifestó que “la lista que armamos tuvo un propósito concreto: derrotar a las agrupaciones vinculadas a Macri y al rector Barbieri, que a mitad de año, con Franja Morada a la cabeza, habían intentado hacerse con el control de la principal federación del país. Fueron los estudiantes, primero luchando en las calles junto a los docentes, y después votando en las urnas, quienes le dieron la espalda a una FUBA sometida al gobierno y las autoridades”.