Martín Santiago Del Río, de 47 años, cayó detenido en la noche del miércoles acusado de ser el presunto autor del doble parricidio de Vicente López ocurrido el 24 de agosto. El hijo menor del matrimonio compuesto por José Enrique Del Río, de 74, y María Mercedes Alonso, de 72, tras ser indagado por los fiscales del caso, será formalmente imputado por los delitos de “doble homicidio cuádruplemente calificado”.

Para los investigadores, aquella tarde, la pareja de ancianos fue acribillada en el interior de su auto Mercedes Benz E350, desde el asiento trasero. Ambos cadáveres tenían puestos el cinturón de seguridad y habrían sido ejecutados con una de las dos pistolas calibre 9 milímetros que faltan de la casa. Una de ellas siempre estaba guardada en la mesita de luz del cuarto del padre.

Intervienen en el caso los fiscales de Vicente López Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería, quienes indagaron hoy al sospechoso en la sede de la Fiscalía General de San Isidro, en Acassuso 476. Los detectives creen que esa tarde, el hijo menor del matrimonio llegó a la casona de la calle Melo y con alguna excusa convenció a sus padres para subirse al auto, para luego matarlos. Incluso, allí hay huellas del sospechoso.

Fuentes judiciales puntualizaron que Del Río hijo será imputado de “doble homicidio cuádruplemente calificado por el vínculo, la alevosía, por criminis causa (matar para lograr la impunidad) y por el uso de arma de fuego”, delito que prevé como única pena la máxima del Código Penal, prisión perpetua.

En la noche del miércoles, los fiscales realizaron tres allanamientos: uno en la casa del imputado en el barrio Barrancas del Lago de Nordelta, otro en la vivienda que los padres en el country San Diego de Moreno y el tercero en la casa de Vicente López de una mujer, identificada por las fuentes solo como “Paola”, a quien se le secuestró el celular y quien fue llevada a declarar como testigo.

“Esta mujer reconoció en su declaración tener una relación con el imputado. Y de alguna manera, aunque detalles aún no se puede revelar, podemos decir que lo complicó en la causa”, afirmó a Télam una fuente judicial.

En los allanamientos se secuestraron monedas de colección, una laptop, celulares y adentro de la camioneta Mercedes Benz color negra del detenido, una bolsa de la inmobiliaria “Remax” –blanca con vivos rojos y azules-, idéntica a la que lleva el presunto parricida cuando se retira de la escena del crimen y donde los pesquisas creen que se llevó el DVR con las imágenes de las cámaras de seguridad de la casa de sus padres y algunos otros elementos faltantes.

Poco antes de la detención del sospechoso, el juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, ordenó liberar a María Ninfa “Nina” Aquino, de 64, empleada del matrimonio Del Río, quien permaneció casi 13 días presa como presunta “entregadora”. En conferencia de prensa, este jueves, la mujer aseguró que nunca sospechó del hijo menor de las víctimas, y consideró que su madre, «si lo está viendo desde el cielo, está muy enojada».

Los videos

Entre otras cuestiones, Del Río hijo quedó comprometido tras una serie de contradicciones sobre lo que hizo el día del hecho y especialmente unos videos donde los investigadores lo detectaron caminando desde el barrio porteño de Núñez hasta la casa de sus padres en Vicente López, en el horario en el que se cree fue cometido el doble asesinato el miércoles 24 de agosto último, entre las 17.30 y las 18.30.

En algunas de esas imágenes, y luego de haber dejado estacionada su camioneta en la zona de avenida Del Libertador y Campos Salles de Núñez, se ve al sospechoso caminando las 30 cuadras que hay hasta la casona de sus padres en la esquina de Melo y Gaspar Campos de Vicente López, pero cubierto con barbijo, gorra y la capucha de un buzo azul. “Dejó el celular encendido dentro del vehículo para despistar. A la ida fue con un buzo azul encapuchado, de vuelta también se puso encima una campera gris”, explicó un investigador.

La clave para reconocerlo en los videos es que Del Río hijo tiene una particular forma de caminar con una leve renguera, que fue advertida en las imágenes y “reconocida por algún miembro de su entorno”, detalló una de las fuentes que reveló que “el móvil podría ser económico”, ya que se detectó que el ahora imputado tiene deudas y realizó algún desmanejo con el dinero, los negocios y las propiedades de sus padres.

En ese marco, lo que un investigador definió como “la mudanza que nunca ocurrió ni iba a ocurrir” de sus padres al exclusivo edificio Chateau Libertador de Núñez, pudo ser el detonante del parricidio, ya que los padres creían que se mudaban esa semana y se determinó que Martín había pagado solo cuatro cuotas de 10.000 dólares y para tomar posesión del inmueble faltaban otras 36 cuotas y un refuerzo de 1.700.000 dólares.