El brote de bronquiolitis que se adelantó cuatro semanas a los años anteriores sigue avanzando por el país, con guardias saturadas y las alertas de las autoridades sanitarias. El último fue el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, quien aseguró: “la situación actual del pico de casos de bronquiolitis es grave, porque llega con muchos casos y varias semanas adelantando”.

“Lo sabemos porque pasó en el hemisferio norte en la última temporada y porque ya lo empezamos a ver en nuestro país. Pasa en todos lados. No solo en la provincia”, explicó en su cuenta oficial de Twitter.

“Vemos que para la semana 19, segunda de mayo de este año, los casos ya están por encima de la semana 27 de 2022 que corresponde a la primera de julio”, continuó.

Y puntualizó: “si se desagrega, separado en edades, vemos que los casos en niños y niñas de 6 a 23 meses tuvieron un considerable incremento desde la primera semana de abril. Muy adelantado para esta temporada y vamos a tener más casos”.

Colapso: Kreplak y la gravedad de la bronquiolitis

Casi ocho de cada diez consultas por infecciones respiratorias pediátricas son por bronquiolitis. En un 3% de los casos terminan en internación. El Ministerio de Salud de la Nación coincide con Kreplak en que se trata de una «similar situación que atravesó el hemisferio Norte durante su temporada invernal».

Y agregan que la mayor incidencia de las infecciones respiratorias se explica también por el desplazamiento que sufrieron en los años anteriores a raíz del SARSCoV-2: «En Argentina, como a nivel global, la circulación de influenza y de otros virus se interrumpió con la llegada de la pandemia por Covid-19, especialmente durante los años 2020 y 2021. Luego de este período, el virus de la gripe volvió a circular con un comportamiento inusual, por lo que resulta importante que las personas que presenten algún factor de riesgo se vacunen oportunamente, idealmente antes del comienzo del invierno».

Carlos Velasco, neumonólogo infantil del Departamento de Pediatría del Clínicas, resalta que el 85% de los casos son de tratamiento ambulatorio: «Cuando el paciente, sobre todo los niños más pequeños, no pueden respirar bien necesita un aporte extra de oxígeno y esto hace requerir internación. No hay un tratamiento específico, son las medidas de sostén, como hidratación, aporte de oxígeno cuando la saturación es baja, en algunos casos kinesiología. Los broncodilatadores como el Salbutamol y el Ventolín en algunos casos pueden ayudar pero la gran mayoría de las veces no son necesarios».

Dos aspectos que surgen rápidamente ante estos casos son la dificultad del niño de alimentarse bien y de conciliar el sueño, sobre todo los más chiquitos. «En esta época post pandemia estamos viendo que los virus no se comportan de la misma manera. Esto tiene que ver con el Covid, el hecho de haber estado aislados tanto tiempo hizo que el virus cambie su manera de actuar –acota Velasco–. Lo que estamos viendo es que algunos virus que antes no eran tan agresivos ahora son un poquito más agresivos y que la población susceptible ha crecido un poco, o sea el virus sincicial respiratorio está generando infecciones más severas en chicos más grandes que antes no veíamos tanto».

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Foto: Télam

La falta de pediatras

A este contexto se suma una situación que crece en el país: la falta de pediatras. «En la provincia, reforzamos los hospitales, pusimos los servicios a disposición de esta situación y además lanzamos un plan de incentivo para que profesionales se vuelquen a la exclusividad de la pediatría”, aseguró Kreplak.

Eduardo Pucci, director del Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata, había señalado que “durante la última semana han estado aumentado los casos en la provincia un 20%». La situación se expande en diferentes regiones. En Bahía Blanca, por ejemplo, el secretario de Salud, Pablo Acrogliano, afirmó que la localidad sureña está ingresando en «zona de alerta» por el avance de la bronquiolitis.

«Estamos ingresando en zona de alerta, posiblemente un poco adelantada en el número de casos. Como ocurrió con la gripe, por el hecho de haber pasado una pandemia hay una baja en la susceptibilidad de las personas y la enfermedad avanza más rápido. Pero si uno mira los corredores, en Bahía Blanca estamos ingresando en alerta amarilla».

La semana pasada el ministro bonaerense había advertido en el mismo sentido: «estamos ante la peor epidemia de bronquiolitis que tengamos registro». Mencionó que durante los años de la pandemia no hubo circulación de la bronquiolitis, por lo que «hay una falta de anticuerpos en los nenes y hay más nenes susceptibles de lo que debiera haber año tras año».

Acrogliano agregó otro punto que se viene profundizando con la crisis del 2017 en adelante: «Hay un fenómeno también que tiene que ver con la situación social, en donde mucha gente ha perdido su seguridad social y se vuelca al sistema público«.