«Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, esto no es un consejo son Radicales en el poder», se escuchaba a lo lejos mientras avanzaba sobre la calle Viamonte hacia el Consejo superior de la Universidad de Buenos Aires, una multitudinaria movilización de estudiantes del Carlos Pellegrini y el Colegio Nacional de Buenos Aires. «Llamen al consejo superior para que vea, que este centro no cambia de idea, pelea pelea por la educación», cantaban los chicos un vez que se concentraron en las puertas del órgano de la UBA en Viamonte al 400.

«No nos quedó otra que venirnos hasta aquí porque ignoraron cada uno de nuestros reclamos durante meses», dijo a Tiempo Victoria Liascovich, Presidenta del Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires (CENBA), mientras avanzaba con su columna a la entrada del Consejo Superior. Uno de los reclamos más importantes de la jornada fue un aumento presupuestario para comenzar con las reformas edilicias; poder adquirir bancos para las aulas; la instalación de un bar dentro del colegio y el pedido de participación en el Gobierno de la Universidad. “Hemos agotado todas las instancias de diálogo, o mejor dicho, intentamos dialogar varias veces con las autoridades del Rectorado y las del colegio, pero no hubo caso. Nuestro edificio se encuentra en condiciones lamentables”, agrega Liascovich, al mismo tiempo que sus compañeros de cursada clamaban poder estudiar en un ambiente digno: «Ole ole ole ola, cuánto les falta para escuchar, se cae el techo no podemos estudiar», cantaban.

“El año pasado se le cayó un ventilador de techo en la cabeza a un compañero mientras estábamos en clases, no lo mató de casualidad. Así no podemos seguir. Dentro de poco termina su mandato el Rector Alberto Barbieri, y asume Ricardo Gelpi, actual decano de la Facultad de Medicina, ambos son de la Unión Cívica Radial: Cambia la figurita pero va a seguir el ajuste”, termina Liascovich.

Ni bien las y los estudiantes del Nacional Buenos Aires se instalaron en las inmediaciones del Consejo Superior Universitario de la UBA, otra numerosa columna de alumnos del Carlos Pellegrini caminaba hacia el mismo lugar. “Siempre respetamos las formas para poder dialogar con las autoridades, antes de hacer una marcha o tomar una medida más contundentes, pero entendemos que la situación no da para más. No podemos cursar parados, sin bancos, y los que tenemos están todos rotos: nos cortan, nos lastiman”, explica a Tiempo la Presidenta del centro estudiantes del Carlos Pellegrini, Micaela Güera de Souza. En la institución hay nidos de arañas en varios sectores del edificio, ratas en los baños, y un estado lamentable en gran parte de la estructura edilicia. Situación que comparte con el Nacional de Buenos Aires.

“No son las autoridades de este consejo y las del colegio las que pisan las aulas, somos nosotras y nosotros los que estamos presentes todo el día. Nunca hubo interés real en ver qué es lo que pasa en el colegio y de ver cómo estamos. Les pedimos varias veces que escuchen nuestros reclamos y jamás lo hicieron”, agrega Güera de Souza.

Entre varios de los problemas edilicios se destacan, la carencia de ventilación necesaria; la falta de encendido de las calderas para calefaccionar los espacios; se inunda  uno de los patios, se caen pedazos del cielorraso y los baños están en pésimas condiciones. La Subsecretaría de Hacienda de la UBA, al mando de Matías Ruiz, es la responsable de la asignación de presupuesto para cada uno de los colegios secundarios ligados a la Universidad de Buenos Aires. Los estudiantes denuncian que desde que comenzó la pandemia, en marzo de 2020, esa cartera no aumentó  los presupuestos anuales que quedaron congelados en 11 millones de pesos para el Nacional Buenos Aires y $ 9 millones para el Pellegrini.

A los pocos minutos de haber concentrado ambos colegios en el lugar, las autoridades del Consejo Superior aceptaron un encuentro con las y los referentes de los Centros de Estudiantes. “Este fue uno de los objetivos de nuestra movilización y lo conseguimos”, señala Victoria Liascovich. La reunión entre los estudiantes y las autoridades del Consejo duró alrededor de dos horas. “Nos ofrecieron otra reunión para dentro de dos semanas con las rectoras de ambos colegios, con la secretaría de Hacienda de la UBA y con el Secretario de Escuelas Medias, Oscar García. Esto es más de lo mismo. Les encantan las reuniones pero no les gusta hacer cosas”, remata Liascovich.

Tanto el Nacional Buenos Aires como el Carlos Pellegrini, analizan profundizar las medidas si no cumplen con sus reclamos de manera urgente.

El profesor violento que amenaza a estudiantes

Entre todos los reclamos de las y los estudiantes se destaca uno en particular: sacar a «los violentos del colegio». Este último punto es en referencia al jefe del departamento de Educación Física del Nacional Buenos Aires, Roberto Rodríguez, que fue sumariado por ver pornografía infantil y más tarde por amenazar con «cagarlo a piñas» al estudiante que lo denunció. Ese hecho fue el motivo de varias tomas que se realizaron a lo largo de 2018. Al mismo tiempo demandan una verdadera democracia en la UBA, dónde las y los estudiantes tengan voto directo para la elección de rector.