El nacimiento de los primeros cerdos de Latinoamérica editados genéticamente, es una realidad. Así lo anunció días atrás New Organs Biotech S.A, compañía de biotecnología que forma parte del portafolio de startups de GRIDX. «Un hito de la ciencia que abre la oportunidad para que la Argentina pueda convertirse en el primer país de la región en realizar xenotrasplantes», sostuvieron.

A nivel humano, existe un aumento constante de pacientes con una necesidad crítica de trasplantes de órganos. Sin embargo, la cantidad de órganos disponibles ya sea de donantes vivos o fallecidos, es muy limitada. Esto genera largas listas de espera y, cuando no llega a tiempo, un desenlace fatal. Una alternativa que presentan grupos de científicos son los xenotrasplantes: el trasplante de células, tejidos u órganos entre especies diferentes.

“Dada la similitud fisiológica con el humano, su prolificidad y su facilidad de crianza en cautividad, el cerdo representa la mejor opción para realizar xenotrasplantes en seres humanos”, afirmó Rafael Fernández-Martín, CSO y cofundador de New Organs Biotech e investigador del Conicet. Y agregó: “debido a la divergencia evolutiva de estas especies, existen una serie de complicaciones que no permiten que el xenotrasplante a partir de porcinos sea una realidad clínica hoy en día, siendo el principal problema el rechazo inmunológico hiperagudo. Sin embargo, gracias a las nuevas herramientas de edición génica, hemos logrado editar el genoma porcino para superar este problema, y evitar en una primera instancia la incompatibilidad entre cerdos y primates”.

“Trabajamos en distintos aspectos que nos permitieron obtener cerdos con el genoma editado; desde la producción de embriones, la edición mediante la microinyección de cigotos, la sincronización del ciclo reproductivo de cerdas donantes y receptoras, la transferencia embrionaria, el seguimiento ecográfico de gestaciones, la asistencia a lechones nacidos y la caracterización de las ediciones”, describió Laura Ratner, CEO y Co-Founder de New Organs Biotech, y también investigadora del Conicet.

“Luego de varios intentos evaluando distintas aristas del procedimiento, y de incorporar técnicas como la transferencia quirúrgica en oviducto, se logró obtener una preñez exitosa que llegó a término dando como resultado a cinco animales, los cuales están bajo constante cuidado y observación”, acotó Olinda Briski, veterinaria, cofundadora de New Organs Biotech y becaria doctoral de Conicet-UBA.

Cerdos editados genéticamente, un avance

El equipo de científicos logró la caracterización genotípica de esta primera camada de lechones. En todos los casos, está editado el principal gen responsable del rechazo hiperagudo entre cerdos y primates. Tres de ellos también se encuentran editados en un gen codificante del receptor de la hormona de crecimiento, lo que permitiría que el tamaño de los órganos de estos cerdos se mantenga similar al de sus contrapartes humanas, sin afectar la salud del animal.

El proyecto surgió del Laboratorio de Biotecnología Animal de la Facultad de Agronomía de la UBA, y contó con el apoyo de Daniel Salomone, reconocido por su amplia trayectoria en biotecnologías reproductivas en mamíferos, y su becario doctoral UBA, el veterinario Federico Allegroni. E incluso especialistas del INTA.

Gastón La Motta, cofundador de New Organs Biotech y becario doctoral del Conicet, manifestó que estos resultados posibilitarían en un futuro la realización de xenotrasplantes con amplia compatibilidad con seres humanos, «aunque será necesario la incorporación de más ediciones genéticas, tanto de pérdida de función o knock out de genes porcinos, como de inserción o knock in de genes humanos, como coinciden muchos autores del tema. Por el momento, por razones regulatorias, para la producción de estos cerdos se realizaron ediciones del genoma de tipo knock out”.

Según remarcaron, este avance les permitiría apuntar en el corto a plazo a utilizar tejidos y estructuras más simples, como la piel de cerdos editados genéticamente para optimizar los procedimientos quirúrgicos que implican la aplicación de injertos de piel para tratar quemaduras, cicatrices «y hasta la eliminación de tatuajes”.