Los 35 kilómetros que unen los bosques y lagos con la estepa patagónica tienen una excursión donde el paisaje, al atardecer, las antiguas estaciones de los Parajes Nirihuau y Los Juncos, son la excusa perfecta para que los viajeros y los locales descubran este territorio en una experiencia sobre rieles.

Es que se inicia el recorrido a las 19 cuando se parte desde San Carlos de Bariloche, donde se aborda este tren que desde hace cuatro meses cumple este recorrido con salidas los miércoles, jueves y viernes y desde el sábado 17, suma un día más para disfrutar una pequeña travesía para toda la familia.

“Es una excursión que permite terminar el día en forma diferente, con la cena completa y la excursión y por el horario que es desde el atardecer hasta la noche, volvés a Bariloche para continuar al día siguiente disfrutando de las actividades que ofrece la región”, le dijo a Tiempo la Ministra de Turismo de Río Negro, Martha Vélez.

“Son dos vagones que fueron construidos a nuevo en los talleres de Córdoba”, explica el gerente comercial de la empresa Tren Patagónico, Darío Dukart a Tiempo y detalla que la capacidad de cien pasajeros ha sido cubierta desde que comenzó la propuesta.

Es suave el andar de la máquina y los vagones, se deslizan sobre las vías en silencio lo que permite ver todo el paisaje y con el vaivén, si se quiere adormecerse, también. Adentro, es tibio el ambiente y hay que quitarse el abrigo, los asientos son anchos, de dos en dos, mullidos y nuevos. En el afuera que se ve desde las ventanillas enormes, se aleja el bosque, la ciudad y el lago Nahuel Huapi para sumergirse en los pueblos y parajes de la estepa. Campos, ovejas y atenti porque puede verse algún ciervo.

“Hay ciervos colorados, axis y dama”, indica la guía de Parques Nacionales, Fernanda Tazzin quien acompaña el viaje y brinda datos de lo que se ve en el paisaje. “El glaciar llegaba hasta aquí”, dice y señala en el horizonte lo que menciona como “terraza lacustre”, todos miran y acota “ahí, se ve justo como un dique”.

Pasa el guarda y pide los boletos para “picarlos”. Son de cartón duro, fuertes y reza una leyenda, “Tren Nocturno. 161 Asamblea del Consejo Federal de Turismo”, porque la excursión se realizó en el marco de este evento, el último del año y lo compartieron los ministros de turismo de todo el país, autoridades nacionales, provinciales y locales. Desde Jujuy hasta Tierra del Fuego desde CABA hasta Mendoza, las provincias del litoral y toda la Argentina turística estuvo en la travesía por la estepa.

El paisaje es el resultado de 22 mil años de historia desde la última glaciación, por allí vamos,  por aquí transcurre este tren de dos vagones pensado especialmente como excursión que culmina el día para quienes visitan Bariloche y salen a cenar con el bonus truck de conocer la meseta, los parajes y compartir un refrigerio en la pequeña estación “Perito Moreno” del  paraje Los Juncos para luego caminar unos 40 metros hasta el comedor “El Rancho”, donde se cena.

El atardecer de primavera se estira hasta las 20,30 y el horizonte guarda unas líneas doradas y magentas que recortan del cielo algunas montañas y antiguos cráteres de volcanes como el del cerro Leones. Ya hemos visto durante el viaje el perfil del Cerro Catedral, el que alberga al centro de esquí más importante del continente y el primero de América del Sud. Son agujas que semejan una catedral gótica. Más a la derecha, se ve el cerro Tres Picos y por allí está el famoso “Tronador”.

Se pasa junto a la estación pequeña, antigua y amorosa del paraje Ñirihuau, que lleva mismo nombre del río que pasa por el lugar y que desde el tren también se lo cruza sobre un puente ferroviario.

Se llega muy rápido. El tren se detiene en el Paraje Los Juncos y allí en la pequeña estación Perito Moreno, el sueño del Pibx. Porque se puede y debe ingresar al edificio original donde hay diversas habitaciones, amorosamente decoradas en forma sencilla con mesas y sillas, con mantelitos y centros de mesa con flores. Se puede tomar un chocolate caliente, probar tostaditas o rodajas de pan con paté ahumado típico de la región. Desde allí se camina por el terraplén y se cruzan las vías, mientras el tren “pega” la vuelta, un decir, porque hace la maniobra de cambio de vías y vuelve, lento, tranquilo para permanecer en la estación hasta que la cena culmine.

“Hay eventos diferentes cada semana como cuando se realiza una propuesta de Astroturismo, porque el cielo de esta zona es muy puro, no hay grandes ciudades que interfieran con sus luces y es perfecto para observar las estrellas”, le cuenta a Tiempo, la Ministra rionegrina, Martha Vélez .

La gente se encamina hacia “El Rancho”. De madera, chapa, piedra y vidrios en todos los lados que dejan ver todo el paisaje. Cuando la noche comienza, se sirven  las primeras empandas, hay ensaladas variadas y largan con las achuras. También habrá asado, vacío matambrito y cordero. Hay de todo y bandejas suculentas.

El equipo de “El Rancho” trabaja sin parar. Y está atento a todos los detalles. Papas fritas, pan, servilletas, hielo, bebidas, agua, jugo, vino ¿Qué más? Música!, El trío “Los Sueñeros” la rompe. Recibe a los comensales con una zapada de blues y jazz. Pero el recorrido musical unirá los puntos cardinales de la Argentina. Tango, folklore, los clásicos y los nuevos. Algún turista revolea la servilleta y despunta unos pasos para acompañar la melodía. Algunos se animan, otros, no. Hay cansancio en el equipo al final del día. Un café y la noche invita a ver el cielo pleno, puro e infinito de la estepa. De a poco se vuelve a la estación para abordar nuevamente en tren. Negro, negrísimo es el afuera. Apenas los puntos brillantes del cosmos acompañan en el regreso que con el vaivén, muchos se adormecen. Pero es un ratio plácido hasta llegar a Bariloche, el final del viaje en tren por la estepa rionegrina.

Más info:

El costo de la excursión es de 15.500 pesos para los turistas. Sale miércoles, jueves, viernes y desde el 17 de diciembre , los sábados también.

www.trenpatagonico.com.ar