La causa por la muerte de Facundo Ferreira a manos de dos oficiales de la policía de Tucumán tuvo al comienzo de esta semana algunas novedades.

Luego de reunir una cantidad suficientes de pruebas y luego de tomarle declaración durante nueve horas a Mauro Díaz Cáceres, la fiscal Adriana Giannoni pidió la detención inmediata del oficial. Sin embargo, cuando estaba por ser trasladado de Tribunales, el juez Víctor Manuel Rougés decidió rechazar el pedido de Giannoni.

Durante la jornada del miércoles fue el turno del otro oficial implicado en el caso, Nicolás González Montes de Oca.

Desde la agrupación Andhes, que se está ocupando de la querella del caso, afirmaron que la decisión del juez es “un nuevo capítulo de un Poder Judicial selectivo y discriminador que continúa protegiendo a quienes asesinaron a Facundo”. Además, sostuvieron que “desde el primer día existían indicios suficientes para enmarcar el caso como gatillo fácil, que presumían que Facundo había sido asesinado por los agentes policiales”.

Andhes a través de su abogado, Emilio Guagnini coordinador de la línea de Defensa y litigio estratégico, resaltó la importancia del trabajo de investigación llevado a cabo por la fiscalía interviniente y remarcó que “la decisión del juez Rougues no hace más que demostrar que los agentes estatales gozan del apoyo de todo el aparato estatal para evitar ser condenados”.

Los datos que arrojó la investigación hasta ahora confirman que los niños no llevaban consigo armas y que a uno de los policías le dio positivo el análisis toxicológico de consumo de cocaína.

El martes por la tarde la familia de Facundo tenía previsto realizar una marcha a la espera de los resultados en la declaración del otro policía imputado.