Mucho se habla del enoturismo y de los caminos del vino, pero quizás una pequeña visita permite descubrir este mundo que en distintos puntos de la Argentina se pueden conocer. Alguna opciones atendidas por sus propios hacedores.   

 “Maipú está a unos 18 kilómetros de la capital de Mendoza hacia el sureste. Es la primera zona vitivinícola de Mendoza y es una gran plaza olivícola. Estamos en una zona privilegiada, cerca del río Mendoza en donde los viñedos tienen un microclima especial”, le dijo a Tiempo de Viajes el enólogo Pablo Javier López, quien recibe a los visitantes en persona cuando llegan a la finca en Maipú, Mendoza. 

Para el enólogo, si bien la bodega elabora 300 mil litros no es grande para lo que se acostumbra en la zona. “Somos productores de vino desde hace varios años, más que en el volumen estamos enfocados en la calidad, hacemos vinos de media y alta gama”, contó.

“En nuestra bodega van a encontrar principalmente Malbec. También tenemos algunas cosas especiales como un Carmenere, Cabernet Franc, Petit Verdot y un blend  de Malbec y Carmenre que se llama Don Rosendo Select que nos ha dado muchas satisfacciones y es uno de los que más gusta en la bodega”, explicó y se refirió a dos emblemas vitivinícolas, la nacional como el Malbec y la Carmenere, que es la cepa emblema de Chile. 

“Las visitas a la bodega son con reserva. Los recibo yo que soy el enólogo, les hago una degustación, la visita guiada por la bodega y se comparte un almuerzo en la finca. Es solo para grupos. La bodega se cierra para ese grupo y pueden estar el tiempo que deseen. Es una experiencia, los recibimos como amigos, como familia en casa. Está abierto todo el año de martes a domingos”

Si bien en el departamento mendocino de Maipú hay otras bodegas, viñedos, para el enólogo, quien llega a la localidad debe visitar la ciudad donde la plaza 12 de febrero, es una de las más lindas de Mendoza, el museo del vino, y las fábricas de aceite de oliva es otro clásico de la zona

Un clásico también del enoturismo es visitar la finca para conocer los viñedos en febrero porque con la cosecha encima,  con el verde de los viñedos, el fondo azul de las montañas y los picos blancos de nieve se conforma un paisaje muy  atractivo”.

Patricio Pereyra Iraola vivió varios años en EE.UU donde representaba marcas de alimentos y decidió regresar a la Argentina para forjar su propio emprendimiento con visión exportadora, en este caso, vinos. 

Con más de 20 años de experiencia en la actividad, el desarrollo de Don Rosendo le permitió cuidar en detalle el color, los aromas y la calidad de cada vino.  Hasta el tipo de botella, la etiqueta y por esta razón, las visitas a la finca son auténticas en el compartir de un día bajo un parral, viendo los viñedos que se unen al horizonte con la cordillera y el cielo. 

Mendoza es la octava capital internacional vitivinícola e integra el mapa del enoturismo en Argentina. 

www.donrosendowines.com