Es probable que alguna vez hayan visitado el Jardín Japonés de Buenos Aires. Y sino, este invierno es una buena opción porque ofrece recorrido por sus tres hectáreas. El jardín con diferentes diseños, el vivero y el “salón de arte culinario” -como denominan al restaurante- son parte de su encanto clásico y según la época del año siempre hay una expresión de flores. Son tres hectáreas en pleno CABA y es conocido como el Jardín japonés más grande del mundo fuera de su país, tanto que le llaman  “pequeño Japón en Argentina”. 

Fue inaugurado en 1967, como lugar de ensueño, encanto y magia oriental. Desde su proyecto y construcción, todo realizado por la colectividad japonesa, fue donado por intermedio de la Embajada del Japón, a la Municipalidad de Buenos Aires, en agradecimiento al pueblo argentino por ser el país que le abrió sus brazos en tiempos de inmigración.

La idea original fue crear un espacio hermoso y que perdure, un lugar de encuentro entre la colectividad japonesa y los príncipes herederos al trono imperial, Michiko y Akihito. Ellos llegarían a la Argentina en mayo de 1967. El acontecimiento era único en la historia ya que, por primera vez, un miembro de la familia imperial visitaba el país. La colectividad japonesa y sus descendientes abrazaron la noticia y con esfuerzo lograron, en sólo 50 días, juntar fondos suficientes y crear una belleza única e inigualable en la Ciudad de Buenos Aires.

Tras el paso del tiempo, el jardín creció en todo sentido y llegó a ser considerado un «pequeño Japón en Argentina» y un «pulmón de armonía y tranquilidad en medio de la gran ciudad». Es el destino de muchos viajeros del mundo que buscan cultura japonesa y paz interior. 

En el año 2004, la Secretaría de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires declaró al Jardín Japonés «sitio de interés turístico» y, en el 2008, el Poder Ejecutivo Nacional lo declaró «bien de interés histórico y artístico de la Nación».

Muchos le llaman museo viviente, donde la naturaleza se combina con la mano del hombre, y en cada momento del día, según la luz, cambia el paisaje. Desde las flores de los cerezos en julio, violetas nenúfares en verano, las hojas amarillas del ginkgo biloba en otoño, y los caminos plenos de azaleas en septiembre hacen que cada estación del año, tenga su encanto y relate el transcurrir del tiempo,  de la vida misma. 

En el Jardín Japonés se transmite la esencia de la cultura japonesa que menciona entre sus fines el Bienestar, el Equilibrio y la Armonía para alejar el stress cotidiano, considerado como un impedimento para desarrollar una vida plena.

El Jardín Japonés no recibe ningún tipo de subvención, ni del gobierno japonés, ni del gobierno nacional ni de la CABA. Se autofinancia con el ingreso de las entradas.

Opciones para disfrutar el jardín

Origami

Lunes 24, Miércoles 19 y 26 y el viernes 21 y 28 de julio de 10:30 a 16:30, habrá demostraciones participativas de origami que estará a cargo Origami Argentina. El martes 25 y Jueves 20 y 27 de julio a partir de las 15. Con cupos limitados y por orden de llegada.

Pintura japonesa

Domingo 23 de julio,  a las 15 se desarrolla el taller participativo de Sumie, pintura aguada japonesa A cargo de la Sensei Cristina Ishikawa de la Escuela Taller Cristina Ishikawa.

Karate

Escenario Isla Grande Domingo 30 de julio, 16 a 18. Demostración de Karate Do y Kobudo Okinawense. Toma de exámenes y homenaje al gran Maestro Shigeo Nakazato por Dojos Ken Argentina, que preside el Sensei Rodolfo Geraldes.

Datos básicos

*[email protected]

*www.jardinjapones.org.ar

*Info al whatsapp al 1122572130

*Entrada general de 690 pesos

*Menores de 12 y mayores de 65 años es gratuito, al igual que las personas con certificado de discapacidad, ingresan con acompañante.

*La sede del Jardin Japonés está situada en Av. Casares y Av. Figueroa Alcorta, CABA.