Después de Medio Oriente, América Latina es la región del mundo que con más energía se viene plantando en repudio a los bombardeos del ejército israelí contra la población civil en Gaza ya dejaron más de 12 mil palestinos asesinados, entre ellos más de 5000 niños y niñas.

Luego de que Bolivia rompiera relaciones con Israel, y Colombia, Chile y Honduras llamaran a consultas a sus embajadores hace un par de semanas, en estos días se sumaron nuevas decisiones y posicionamientos: Belice también cortó el vínculo con Tel Aviv mientras que Lula y Gustavo Petro elevaron el tono ante lo que consideran abiertamente “un genocidio”. Las múltiples reacciones en la región llevaron a que el presidente de Israel, Isaac Herzog, tuviera que salir a pedir “decencia y respeto” a los gobiernos latinoamericanos.

El presidente colombiano viene siendo el más activo en condenar la ofensiva militar israelí. Esta semana anunció que presentará una propuesta en la ONU para que Palestina sea aceptada “como Estado pleno” (desde 2012 es reconocida como “Estado observador”). A partir de lo que denominó “la carnicería desatada por Netanyahu” tras los bombardeos a hospitales, Petro también aseguró que su país “no comprará armas a países que hayan votado en contra o abstención en la moción en la ONU que ordenaba el cese al fuego en Gaza”. También anunció que Colombia abrirá una embajada en Ramallah.

En el aeropuerto de Brasilia, Lula recibió esta semana al avión presidencial que trajo a 32 brasileños desde Gaza luego de 37 días de negociaciones con Israel. Después de escuchar los testimonios de repatriados, el presidente brasileño elevó el tono de denuncia contra Israel y aseguró: “Si Hamas cometió un acto de terrorismo, el Estado de Israel también está cometiendo varios actos de terrorismo. Nunca había oído noticias de que los niños sean víctimas preferenciales en una guerra”. Posteriormente, habló con Herzog y le expresó su “gran preocupación ante la gravísima crisis humanitaria en Gaza”. Reiteró que sigue convencido “de la solución de dos Estados”. Brasil es uno de los 11 países que tiene embajada en Ramallah, y presidió la sesión de la ONU que en 1947 determinó la partición del territorio para la creación de dos Estados: nunca se logró por la negativa de Israel y EE UU.

Más voces de repudio

El gobierno de Belice, un pequeño país centroamericano recostado sobre el mar Caribe, se sumó esta semana al grupo de países que tomó la decisión más tajante de suspender las relaciones diplomáticas con Israel ante “los incesantes bombardeos indiscriminados en Gaza que han matado en su mayoría mujeres y niños, y han destruido muchos edificios incluidos hospitales y escuelas”. El comunicado oficial también informa la suspensión de la acreditación de la embajadora designada de Israel y el cierre del consulado, y denuncia: “Israel ha violado sistemáticamente el derecho internacional humanitario y los derechos humanos de los habitantes de Gaza”.

Por su parte, la Comunidad del Caribe (Caricom), bloque que nuclea a 15 países en su mayoría islas de las Antillas menores, también demandó “un alto el fuego inmediato” y expresó su horror “por la catastrófica crisis humanitaria en Gaza y la privación del acceso a las necesidades básicas, incluida la atención médica, para el pueblo de Palestina”. También exhortó a retomar “la solución de dos Estados”.

Otro mandatario que volvió a abordar el tema fue Sebastián Boric. Durante su participación en el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en California, el chileno reafirmó su postura: “Por supuesto que condenamos el ataque terrorista de Hamas y pedimos la libertad inmediata de los rehenes. Y al mismo tiempo, pedimos que se detenga el bombardeo en Gaza. Los Derechos Humanos no pueden ser negociables”.

Boric había llamado a consultas al embajador en Tel Aviv “ante las inaceptables violaciones del Derecho Internacional Humanitario en que ha incurrido Israel”. Chile tiene la particularidad de tener la mayor comunidad palestina fuera del mundo árabe, con unas 500 mil personas.

Desde Nicaragua también salieron nuevos dardos. En una carta pública, el presidente Daniel Ortega envió “un fraterno mensaje de solidaridad y esperanza al aguerrido pueblo palestino” ante lo que calificó como “la agresión terrorista del Gobierno de Israel”. Los gobiernos de Nicaragua, Cuba y Venezuela mantienen desde hace décadas un apoyo contundente a la causa palestina.

Israel contraataca

Frente a esta oleada de pronunciamiento, el presidente israelí dijo en una entrevista: “Los líderes de Venezuela, Colombia, Bolivia, Chile y otros, que nos han criticado, deberían mostrar cierta decencia y respeto y hacer llegar el reclamo de los rehenes a los líderes mundiales, presionando a Irán y sus aliados, entre los que se incluye Hamas”.

Desde la cancillería venezolana le respondieron repudiando sus “cínicas declaraciones  sobre la posición digna asumida por los países latinoamericanos relativa al genocidio que aplica su país contra el noble pueblo palestino”.