Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y China, Xi Jinping, celebraron este lunes los «avances» en el descongelamiento de la relación bilateral, luego de que el mandatario chino recibiera al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken.

La entrevista se produjo en el segundo y último día de la visita de Blinken a China, la primera en casi cinco años de un secretario de Estado.

«Las dos partes lograron avances y encontraron terrenos de entendimiento en varios puntos específicos», que no se precisaron, destacó Xi Jinping, quien consideró que se trató de una «muy buena cosa», según un video difundido por la televisión pública CCTV.

«Espero que el secretario Blinken, a través de esta visita, aporte un resultado positivo a la estabilización de las relaciones entre China y Estados Unidos», declaró Xi a su interlocutor.

«Estamos en el buen camino», dijo más tarde Biden, escuetamente, a periodistas en California.

Blinken indicó que China y Estados Unidos están de acuerdo en «estabilizar» sus relaciones, aunque sigue siendo «lúcido» sobre los profundos desacuerdos bilaterales.

China señala Taiwán como una de las principales cuestiones de desacuerdo, ya que considera a la isla -que compra armas a Washington- parte de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para recuperarla.

Durante su visita, Blinken repitió que Estados Unidos no apoya la independencia de Taiwán y mantuvo su postura de mantener el «statu quo», aunque aseguró tener «profundas preocupaciones sobre algunas de las acciones provocativas que China ha tomado en los últimos años, desde 2016».

Por otra parte, luego de dos días de entrevistas en Beijing, Blinken afirmó que China reiteró su promesa de no enviar armas a Rusia para apoyar su guerra en Ucrania.

China afirma ser neutral en el conflicto y pide respeto por la soberanía de los Estados, incluida Ucrania, pero nunca condenó públicamente la operación militar lanzada por el presidente ruso Vladimir Putin el 24 de febrero del año pasado.

«China nos ha asegurado a nosotros y a otros países que no está entregando y no entregará ayuda letal a Rusia para utilizarla en Ucrania», dijo.

«No hemos visto ninguna evidencia que contradiga esto. Lo que nos sigue preocupando, por otro lado, es la posibilidad de que las empresas chinas suministren tecnología a Rusia que esta última pueda utilizar para continuar su agresión en Ucrania», agregó.

«Hemos pedido al gobierno chino que esté muy atento a esto», agregó, informó la agencia de noticias AFP.

Blinken aclaró que las promesas de Beijing se habían cumplido «en las últimas semanas» y no solo con motivo de su visita.

En los últimos años, varios temas enturbiaron la relación bilateral, entre Washington y Beijing, entre ellos, el apoyo estadounidense a la isla autónoma de Taiwán, que China considera suya, la rivalidad en el campo tecnológico, las reivindicaciones territoriales de la potencia asiática en el mar de China Meridional o el trato a los uigures, una minoría musulmana del noroeste de China.

El domingo, Blinken fue recibido por el ministro chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang, situado jerárquicamente por debajo de Wang Yi.

El encuentro duró siete horas y media, más tiempo del previsto, y ambas partes acordaron mantener abiertas las comunicaciones para evitar futuros conflictos.

Tras esa reunión, ambos países dijeron que Qin aceptó un ofrecimiento de visitar Washington próximamente.