Se rechazó el texto redactado por una Convención elegida por el voto popular. La propuesta surgió como consecuencia de la “revuelta” social de octubre de 2019. Para encauzarla, la mayoría de los partidos con representación parlamentaria acordaron llamar a un plebiscito en 2020, donde el 78% de los votantes se pronunció con “Quiero una nueva constitución”. Lo que se rechazó por lo tanto fue el texto presentado por la Convención, y continúa vigente el mandato. Las causas de la “revuelta” de 2019 siguen intactas: demanda de un sistema social y democrático de derechos, con estabilidad económica, paz social y oportunidades para todos y todas.

¿Qué explica el rechazo?

1) En Chile el voto es voluntario e históricamente vota el 50% del padrón. En las presidenciales de diciembre de 2021, Boric triunfó con unos 4,6 millones de votos, superando a Kast que sacó 3,6 millones, cuando votó el 55%, (récord respecto a presidenciales anteriores). En el  plebiscito de septiembre, el voto fue obligatorio, y lo hizo un 86%. El apruebo obtuvo 4,8 millones de votos y el rechazo 7,8. Si suponemos que la mayor parte de los votantes de Boric fueron por el apruebo y los de Kast por el rechazo, los nuevos mayoritariamente optaron por rechazo. Es decir, la mayor parte de la población que no vota y  lo hizo en esta ocasión por la obligatoriedad.  Muestra también el fracaso de las encuestadoras que no detectaron el 24% de diferencia, ese voto oculto. 2) Los miles de millones que el empresariado destinó a la difusión de noticias falsas o fake news. Se decía impunemente que la Nueva Constitución eliminaría la bandera, expropiaría viviendas, los mapuches tendrían más derechos que los chilenos, la salud y educación pública y gratuita significarían el fin del sistema privado, se expropiarían los fondos jubilatorios, etc. 3) La población más permeable es la más despolitizada, la que no vota, variable que la institucionalidad neoliberal estimula a partir de su ideología individualista, egoísta y tecnócrata. 4) La campaña del rechazo fue inteligente, excluyendo a las personas con imagen negativa (Piñera y Kast) y sumando a sectores del centro político de la exconcertación: el ex presidente Frei Ruiz Tagle, la senadora Rincón, ambos democratacristianos. La derecha se corrió hacia el centro.

Conclusión. En el debate se instalaron temas ausentes de la agenda: paridad de género, preservación del ambiente y derecho al agua, respeto por los animales, diversas formas de constituir familia, diversidades y disidencias sexuales, el trabajo doméstico no remunerado, el derecho a la salud, educación y jubilación. Señala Natalia Aravena, del Apruebo: “¡Si nos movilizamos en octubre del 2019 fue porque queríamos cambios. Si votamos Apruebo el 2020 fue porque queríamos cambios. Perdimos esta ronda, pero no el torneo. Vamos por esa dignidad!”.   «