Apenas algo más de 31 mil paraguayos y paraguayas residentes en la Argentina están habilitados para votar dentro de dos semanas a su presidente para el periodo 2023-2028, pese a que se estima que son cerca de 2 millones los que viven en el país, una cifra que se explica por la suma de cierto desinterés, de trámites complejos para inscribirse y de la falta de una política que impulse el sufragio desde el exterior.

Tras décadas de debates y proyectos, una abrumadora mayoría aprobó en un referendo, en octubre de 2011, el voto en el exterior, aunque esa misma consulta mostró un primer problema: sufragó apenas el 12% del padrón.

Y dejó abierta una polémica, porque se aprobó que se haga una enmienda constitucional, lo que para algunos sectores no es suficiente, ya que ese paso debería hacerse a través de una reforma de la Carta Magna, y no estableció el mecanismo por el que conseguir una asistencia masiva a las urnas.

Con aquel cambio, el artículo 120 de la Constitución ahora dice: «Son electores los ciudadanos paraguayos, sin distinción, que hayan cumplido dieciocho años. Los paraguayos residentes en el extranjero son electores. Los ciudadanos son electores y elegibles, sin más restricciones que las establecidas en esta Constitución y en la ley».

Comicios paraguayos

La cuestión reflota a dos semanas de los comicios presidenciales, en los que el gobernante Partido Colorado, con el exministro Santiago Peña como candidato, y la opositora Concertación Nacional, con el también exministro Efraín Alegre como postulante, aparecen como las dos fuerzas en condiciones de quedarse con el triunfo. Existen otros 10 aspirantes al Palacio de López y el país elegirá, además, 45 senadores, 80 diputados y 17 gobernadores, entre otros cargos.

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Abdo Benítez, actual presidente de Paraguay.
Foto: AFP

La exigencia de una inscripción previa con trámites por demás engorrosos reduce considerablemente el número de habilitados para sufragar fuera de las fronteras, en un país que expulsó por razones mayormente socio-económicas a buena parte de su población.

Esos emigrados, con un mecanismo aceitado de participación, podrían influir de manera notoria en los resultados electorales.

La organización Escuela Cívica Militante (ECM), con base en la Argentina, viene llevando adelante una dura tarea para advertir sobre la inconstitucionalidad del voto en el exterior porque el agregado en la enmienda de 2011 se choca con otras leyes y disposiciones, entre ellas el mismo Código Electoral y la ley que regula el funcionamiento del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).

ECM considera que el voto en el exterior debe habilitarse a través de una reforma a la Constitución y después, claro, facilitar los trámites a partir de una inscripción directa.

En el fondo, la cuestión pone en debate un dato central: las elecciones en Paraguay suelen definirse a partir de las preferencias de un sector que aparece como minoritario si se cuentan a los paraguayos en el exterior y a los no empadronados.

Es que el país recién incorporó el empadronamiento automático en 2016, por lo que hasta esa fecha la inscripción era manual y eso dejó afuera a miles de ciudadanos.

Cifras que maneja ECM señala que existen cerca de 6.675.000 paraguayos, pero 1.800.000 están fuera del padrón aunque viven fronteras adentro y otros 2.300.000 tampoco votan porque son residentes en el exterior.

Con esos números, advierte la organización, los comicios se terminan definiendo por la voluntad de entre un 35% y un 40% del total de ciudadanos.

La organización, que se define independiente, hizo presentaciones sobre la cuestión ante el TSJE, la Corte Suprema, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte IDH.

«Desde 1993 hasta 2018 no se superan los 2.500.000 votantes. Una elección no puede ser democrática si la mayoría vive fuera del país y no participa. ¿Por qué vienen los candidatos a hacer campaña? Saben y tienen todas las denuncias. Reconocen que está mal, pero hacen campaña igual. Todos reconocen que está mal y prometen que cuando asuman van a cambiarlo», se quejó ante Télam Víctor Solís, de ECM.

De alguna manera, el último paso por Buenos Aires del candidato de la Concertación, Alegre, le dio la razón, porque en su visita el postulante advirtió que «en la Argentina hay alrededor de 2 millones de paraguayos a los que se les ha impedido inscribirse, y hay inscriptos unos 31 mil».

«Esa es una circunstancia que no podemos resolver ya para estas elecciones. Pero muchos compatriotas que están acá van a ir a votar allá. Saben que tienen que trabajar por sus parientes. Estamos preparando un gran operativo para que puedan ir», dijo Alegre al canal C5N.

Y agregó: «Hay 600.000 paraguayos que votan como extranjeros en las elecciones de Argentina. Se resuelve el tema incorporándolos al padrón paraguayo.¿Quiénes son los traidores y los que quieren que eso no pase? Hay que identificar a los traidores para poder hacer los cambios».

Desde el TSJE, el responsable del voto en el exterior, José Loreto Ovelar, atribuyó en parte al «desinterés» de los residentes en el exterior el bajo número de inscriptos para votar.

«Tenemos muy buenas expectativas. Hay mucho más interés que en elecciones anteriores y el número de inscriptos creció desde 2013. Hubo visitas de candidatos, campañas de promoción… Depende mucho del interés de la ciudadanía. Nosotros también nos preguntamos por el número bajo de anotados», señaló Loreto Ovelar a Télam.

El funcionario admitió la necesidad de «buscar la forma de actualizar datos, seguramente a través de convenios con autoridades locales».

En total son 41.505 los paraguayos que pueden votar desde más allá de las fronteras, 31.313 en la Argentina y 7.248 en España, entre ellos. Los paraguayos en el extranjero sólo pueden sufragar por la dupla presidencial y por senadores.