Montevideo, Uruguay

El capo italiano Rocco Morabito, uno de los diez más buscados del mundo, fue detenido en un hotel de Montevideo, donde se alojaba mientras buscaba apartamento tras separarse de su esposa, informaron a la AFP fuentes del caso.

Su arresto se produjo en el marco de la operación «Calabria» tras una investigación iniciada en marzo pasado, informó el ministerio del Interior.

Estaba en un hotel porque «estaba separado de la mujer» y estaba buscando «apartamento para alquilar», explicó este lunes a la AFP su abogado defensor, Alejandro Balbi.

La operación para detener a Morabito, buscado desde 1995 por la justicia italiana e integrante de la Ndrangheta de la Mafia Calabressa, comenzó cuando «surgieron indicios de que podía estar en Uruguay», dijo Julio Sena, director General de Crimen Organizado e Interpol, en un video difundido por el ministerio.

Según los datos de la investigación, el capo de 50 años ingresó al país en 2004 con documentación brasileña, que le permitió luego hacerse de documentos uruguayos.

Morabito, recluido en Montevideo, es acusado en su país de pertenecer a una organización dedicada al tráfico internacional de drogas, explicó el ministerio, que mostró la ficha criminal y el código rojo que la acompaña pidiendo su captura.

Según el abogado, el arresto se produjo en la madrugada del sábado, aunque inicialmente la información divulgada daba cuenta de una detención el domingo. 

Morabito deberá responder primero ante la Justicia uruguaya por «falsificación de documento público», un delito que supone una pena «leve» en Uruguay, detalló el abogado, que tuvo contacto con su cliente el domingo por última vez. 

El jefe de Crimen Organizado e Interpol explicó que el arresto se hizo «con fines de extradición», a la espera de una solicitud formal por parte de Italia.

Prófugo durante 20 años

La ficha de Interpol divulgada por las autoridades uruguayas data de 1995.

Al momento de su arresto, Morabito tenía en su poder documentos de identidad uruguayos, que fueron exhibidos en un video por el Ministerio del Interior.

Todo estaba a nombre de Francisco Antonio Capeletto Souza.

Si bien la investigación comenzó a fines de marzo, Sena indicó que el cotejo de las huellas dactilares entre la base de datos de Interpol y el registro de Dirección Nacional de Identificación Civil uruguayo, confirmó que el ciudadano italiano vivía en Uruguay.

Medios locales indican que el registro en el hotel parece haber sido el causal determinante para que fuera encontrado por las autoridades y posteriormente detenido.

El ministerio indicó que Morabito vivía en Maldonado, una hora y media al este de Montevideo, y se dedicaba a la producción agropecuaria en terrenos arrendados.

Asimismo, señaló que una hija de Morabito está registrada en un centro de estudios de Uruguay con su apellido real.

El jefe de Interpol enfatizó que dado que las autoridades de la enseñanza privada no divulgan esos registros, ese dato aún no pudo ser confirmado.

«Es real que la hija está en nuestro país, bajo el apellido Morabito al igual que su esposa, de nacionalidad angoleña (y pasaporte portugués)», precisó.

Manejaba auto modesto

Efectivos policiales italianos ya se encuentran en Uruguay para enterarse del caso, indicó el ministerio.

En imágenes difundidas por el ministerio, el hombre aparece sentado en una cama con las manos esposadas a la espalda.

Sena dijo que al momento de su detención llevaba consigo 13 celulares, varias fotos carné, una pistola automática 9 milímetros, más de 20 chips, una importante cantidad de dinero en moneda nacional y extranjera, y los documentos obtenidos en Uruguay con nombre falso.

«No es el tipo narcotraficante, de restaurantes, autos lujosos. Era de un perfil bajo», dijo por su parte a la AFP Daniel Puig, un comerciante que desde junio pasado le rentaba la casa en la que vivía el capo con su familia en el balneario Punta del Este, aledaño a Maldonado.

Este corredor de propiedades señaló que conoció a Morabito hace tres años, cuando les vendió una propiedad rural de 600 hectáreas a 40 km de Punta del Este, que pusieron a nombre de la esposa del capo y donde la familia vivió hasta el año pasado.

Es una  persona que aparenta ser «de clase media baja, no hablaba de dinero» y «andaba en un auto chino súper modesto», dijo Puig, quien se dijo sorprendido al enterarse que era buscado por la Interpol y que lo describió como una persona muy tranquila que vivía para su hija.