El gobierno de facto boliviano, comandado por la presidenta autoproclamada Jeanine Áñez, intensifica sus ataques a la libertad de expresión. El pasado martes, la policía boliviana allanó las oficinas de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic) y detuvo a dos trabajadores estatales. Se los acusa de ser “guerreros digitales” del Movimiento al Socialismo (MAS). Según las autoridades de facto, los trabajadores difundían mensajes sediciosos en las redes sociales. También posteos ofensivos contra la presidenta autoproclamada y sus funcionarios. La acusaban de “usurpadora”.

El teniente coronel Luis Fernando Guarachi expresó a los medios que habían identificado mensajes “sediciosos” en las páginas llamadas La Resistencia Y Piojo Cabrón. Posteos ofensivos “contra el actual Gobierno y a favor de actos vandálicos”. El oficial detalló que los mensajes estaban siendo difundidos por computadoras que son del Estado. En el allanamiento, la Policía Boliviana secuestró sólo un par de CPU y algunos discos duros, elementos peligrosísimos según el gobierno de Áñez y la Agetic, una agencia reconvertida para el control ciudadano. Guarachi detalló que en el operativo se detuvo a la encargada de redes sociales de la Agetic y a otro trabajador. Este viernes, la mujer quedó con prisión domiciliaria y el hombre fue enviado al penal de San Pedro.

La diputada del MAS Sonia Brito condenó el operativo realizado por la policía y señaló que en Bolivia se están vulnerando los derechos humanos de las personas detenidas. La legisladora denunció que se estaría intentando detener a personas que resisten al gobierno de Áñez desde la web: “Se trata de una persecución política cuyo objetivo sería evitar la realización de las próximas elecciones”, dijo Brito al manifestar que no existen garantías para la libertad de expresión. Para Brito, se ha llegado a un extremo y por ello demandó al ministro de gobierno Arturo Murillo, dejar de lado la persecución a quienes piensan distinto. Así también, la legisladora masista, señaló que en el caso de las personas detenidas en la Agetic, según datos preliminares, lo que correspondía era una acusación por acciones antiéticas y no por terrorismo y sedición.

En simultáneo, en estos días también un comunicado advierte del delicado estado que atraviesa la libertad de expresión en Bolivia. Los trabajadores del Canal Abya Yala TV advirtieron que hay serias amenazas del gobierno de Añez de revocar la licencia de transmisión. Según los trabajadores, el gobierno autonombrado busca infundir el terror a los medios que todavía funcionan con una línea editorial propia. Muchos bolivianos para poder informarse recurren a los medios extranjeros.