Los presidentes del Mercosur recibieron este jueves en Río de Janeiro a Bolivia como miembro pleno del bloque y manifestaron que continuarán las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea (UE), mientras suscribieron un acuerdo comercial con Singapur, el primero de ese tipo con un país asiático.

«La UE y el Mercosur están involucrados en discusiones constructivas con miras a concluir los asuntos pendientes en el Acuerdo de Asociación», señaló un comunicado del Mercosur y la UE divulgado al cierre del encuentro por la Cancillería brasileña.

«En los pasados meses han tenido lugar avances considerables. Las negociaciones continúan con la ambición de concluir el proceso y alcanzar un Acuerdo que sea mutuamente beneficioso para ambas regiones y que responda a las demandas y aspiraciones de sus respectivas sociedades», añadió el texto, que confirmó así que ambas partes no lograron sellar el acuerdo de comercio bilateral, alcanzado en un principio en 2019 tras 20 años de negociaciones.

En marzo, la UE presentó un instrumento adicional al Mercosur en el que incorporó una serie de exigencias ambientales suplementarias que podrían perjudicar la exportación de determinados productos de la región, por lo que se encontró con la resistencia de algunos países

El acuerdo, sin embargo, no fue ratificado debido a las preocupaciones del bloque europeo sobre las políticas ambientales, especialmente de Brasil durante la presidencia de Jair Bolsonaro.

En marzo, la UE presentó un instrumento adicional al Mercosur en el que incorporó una serie de exigencias ambientales suplementarias que podrían perjudicar la exportación de determinados productos de la región, por lo que se encontró con la resistencia de algunos países.

«En base a los avances realizados hasta el momento en las negociaciones, ambas partes esperan alcanzar prontamente un acuerdo que se corresponda con la naturaleza estratégica de los lazos que vinculan a ambas partes y la crucial contribución que pueden ofrecer para tratar los desafíos globales en áreas tales como el desarrollo sostenible, la reducción de la desigualdad y el multilateralismo», apuntó la declaración.

El presidente Alberto Fernández había indicado en su discurso que «en este mundo convulsionado y conmocionado» el pacto del Mercosur con la Unión Europea «es un acuerdo, geopolíticamente hablando, imprescindible para no quedar atrapados en la bipolaridad de China y Estados Unidos».

«Pero que sea imprescindible exige que nos sirva a todos, que es un pacto donde todos ganemos, porque si va a ganar uno y el resto va a perder, ese no es un buen pacto», remarcó.

La secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, había advertido este miércoles a Télam que «Argentina no estaba para firmar», porque ese documento «tiene sus problemas» y la UE «lo ha negociado apuradamente con el Mercosur, pero fue la voluntad del resto de los socios» del bloque sudamericano para su aprobación en aquel momento.

El mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que había considerado una «amenaza» los nuevos requisitos ambientales de los europeos, advirtió en su discurso de este jueves que la UE «nos trataba como inferiores, como país colonizado».

Por su parte, el jefe de Estado uruguayo, Luis Lacalle Pou, se mostró «muy escéptico con respecto al acuerdo con la UE».

«Debo reconocer el gran trabajo de Lula, pero hay dos bloques, el Mercosur y la UE», señaló, y graficó que «cuando Lula estaba volviendo (de la COP 28 en Dubai y posteriormente de Alemania) el presidente francés Emmanuel Macron puso bajo signo de interrogación todo lo que supuestamente se había conseguido».

Lacalle Pou se refería así a las declaraciones de Macron del sábado pasado, cuando dijo que estaba en «contra del acuerdo» que estaba siendo negociado, del que afirmó que tal como está ahora «no es bueno para nadie».

«Después 25 años, ¿vamos a seguir?», se preguntó Lacalle Pou.

El presidente de Uruguay reclamó, en tanto, avanzar hacia un TLC con China, en la línea del que su país está negociando con Beijing, y a la vez al resto de los países del bloque que no se opongan a que se avance en negociaciones bilaterales.

«Yo creo que no hay voluntad en avanzar en un TLC del Mercosur con China. Lo que queremos es que (el resto de los países miembro) no se opongan», dijo el mandatario uruguayo.

La postura de Uruguay de negociar con Beijing fue respaldada por el mandatario boliviano, Luis Arce, que dijo que también veía «a China como una muy buena opción para avanzar en desarrollo».

«Deberíamos no desechar abrir inmediatamente las negociaciones como Mercosur con China», evaluó el mandatario boliviano.

A la vez, agradeció «las intensas gestiones del hermano presidente Luiz Inácio Lula da Silva», después de que el Senado de Brasil ratificara la semana pasada la ratificación de Bolivia como miembro pleno del bloque, el último paso que faltaba para su adhesión.

Al respecto, Lula refirió que «cualquiera que gobierne nuestros países, la idea es que juntos somos más fuertes y separados más débiles» y destacó que «con la incorporación de Bolivia nos aproximamos a realizar la conexión entre Atlántico y Pacífico».

«Vamos a presentar un programa de estructura de conexión de nuestros países con ferrocarriles, hidrovías y carreteras. Vamos a tener recursos para la integración física», agregó.

Tanto la firma del acta de incorporación de Bolivia como el TLC con Singapur, en el que participaron los ministros de Asuntos Exteriores, Vivian Balakrishnan, y de Comercio e Industria, Alvin Tanm se realizaron en el plenario, en la planta baja del Museo del Mañana, en el centro de la ciudad carioca, donde se celebró la cumbre.

En su discurso de apertura, Lula habló sobre la disputa entre Venezuela y Guyana por el Esequibo, un territorio de 160.000 kilómetros cuadrados rico en petróleo, bajo control de Georgetown y cuya soberanía Caracas considera que le corresponde.

«No queremos guerra en América del Sur; no necesitamos guerra, conflicto, necesitamos construir la paz, porque solo con mucha paz podemos desarrollar nuestro país, generar riqueza y mejorar la vida del pueblo brasileño», dijo ante el resto de líderes, entre ellos el presidente paraguayo, Santiago Peña.

El mandatario brasileño dijo que «el Mercosur no puede permanecer al margen» y sugirió que «el actual presidente de la Celac (el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves) pueda discutir el tema con ambos partidos: Guyana y Venezuela».

Ese tema será tratado precisamente este viernes por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a puertas cerradas a solicitud del Gobierno guyanés.

Sobre ese conflicto, el mandatario argentino pidió hacer «todo esfuerzo» que se pueda para acercar posiciones.

«Porque hay una cosa que tiene Latinoamérica que lo diferencia de todo el mundo. Tal vez sea la única región de paz que tiene América. Y no debemos dejar que eso se pierda», señaló.