Tras el secuestro, tortura y asesinato del viceministro de Régimen Interior boliviano, Rodolfo Illanes, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, denunció una “conspiración política” de los cooperativistas mineros.

“La movilización de los cooperativistas mineros dejó de ser por una reivindicación sectorial y mostró ser parte de una conspiración política contra el Gobierno”, expresó el mandatario en conferencia de prensa, y apuntó a la Federación de Cooperativas Mineras (Fencomin) que, durante la noche del jueves, realizaba un bloqueo en la carretera La Paz–Oruro, al sudoeste del país, circunstancia en la cual fue asesinado el funcionario.

Consternado, Morales manifestó “nuestro profundo rechazo a los hechos que han sucedido estos días” y luego convocó de emergencia a su gabinete de ministros, al vicepresidente y los presidentes de las cámaras de Senadores y Diputados para analizar la situación social y política generada tras el asesinato de Illanes, a quien el gobierno declaró “héroe de la defensa de los recursos naturales”. Habrá duelo de tres días sin suspensión de actividades.

“Lamentablemente los verdaderos cooperativistas mineros han sido engañados por algunos dirigentes que se hacen pasar por cooperativistas cuando son empresarios mineros”, afirmó el presidente boliviano. Los cooperativistas mineros abandonaron el punto de bloqueo mientras el gobierno de Morales anuncio que impulsará una severa investigación para dar con los autores del asesinato “tan cobarde del hermano Illanes”.