Los gobernantes de Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido coincidieron este jueves en considerar que Rusia fue responsable del envenenamiento del ex espía ruso Serguei Skripal en suelo británico y calificaron el ataque de «primer uso ofensivo de un agente nervioso en Europa desde la Segunda Guerra Mundial».

En un inusual comunicado conjunto, el presidente estadounidense, Donald Trump, su par francés, Emmanuel Macron, y las jefas de gobierno alemana, Angela Merkel, y británica, Theresa May, dijeron que «no hay una explicación razonable alternativa» a la responsabilidad rusa en el ataque de este mes en Inglaterra.

A tres días de las elecciones en las que el presidente ruso, Vladimir Putin, se apresta a lograr un cuarto mandato, los líderes agregaron que la falta de respuesta de Rusia al «legítimo requerimiento» británico de una explicación del incidente del 4 de marzo «acentúa aún más su responsabilidad».

Los líderes agregaron que el uso de un arma química era un «asalto a la soberanía del Reino Unido» y una «violación de la ley internacional», y advirtieron que «esto amenaza la seguridad de todos nosotros».

Pese a la contundencia de la acusación, Trump dijo luego a periodistas en Washington que «parecía» que Rusia estuvo detrás del ataque. El mandatario dijo que su país toma el ataque «muy seriamente» y que «es algo que no debería haber pasado nunca». Trump agregó que el martes habló con May y que sus dos gobiernos «están en profundas discusiones» sobre los pasos a adoptar, informó la cadena CNN.

El comunicado conjunto de los líderes es fruto de los esfuerzos de May de obtener apoyo internacional para hacer responsable a Rusia del ataque que dejó al doble agente Skripal y a su hija Yulia en grave estado y que también afectó a un policía británico.

Desde que Skripal y su hija fueron hallados inconscientes cerca de un shopping de la ciudad inglesa de Salisbury, las relaciones entre el Reino Unido y Rusia han alcanzado niveles de gelidez dignos de la época de la Guerra Fría.
El miércoles, May expulsó a 23 diplomáticos rusos, suspendió contactos de alto nivel con Rusia y prometió medidas públicas y encubiertas tras el ataque. Además, anunció un boicot de ministros y miembros de la Familia Real al Mundial de Fútbol de Rusia.

«Consideramos a Rusia culpable de este ataque descarado y despreciable», dijo este jueves May al visitar por primera vez el lugar del ataque, en Salisbury.

Rusia, que ha negado haber estado detrás del ataque, prometió este jueves una pronta respuesta a la «irresponsable» expulsión de sus diplomáticos. Dmitry Peskov, el vocero de Putin dijo en Moscú que Rusia estaba «preocupada por esta situación» y que trabajará para dejar en claro su posición en la escena internacional.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo que «ciertamente» Moscú expulsará a algunos diplomáticos británicos como represalia, informó la agencia de noticias rusa Ria Novosti. En declaraciones en un foro en la capital rusa, Lavrov dijo que la medida se tomará «pronto», pero agregó que sólo se hará pública luego de haberse comunicado a la parte británica a través de canales oficiales.

El canciller agregó que las «groseras e infundadas» acusaciones de Londres «reflejan la desesperada situación en la que se halla el gobierno británico por no poder cumplir con las promesas hechas al pueblo en conexión con su salida de la Unión Europea».

Peskov dijo que la expulsión de los diplomáticos rusos fue «absolutamente irresponsable» y agregó que Putin elegirá la represalia que más convenga a los intereses rusos. 

El caso de Skripal recuerda al del espía ruso y crítico del Kremlin Alexander Litvinenko, quien murió en 2006 días después de ser envenenado con una sustancia radiactiva en un hotel de Londres, en un hecho que el Reino Unido atribuyó a Rusia.

En su visita a Salisbury, May se reunió con expertos en salud pública, agradeció a los servicios de emergencia y conversó con ciudadanos. 

El ministro de Defensa británico, Gavin Williamson, dijo este jueves que las relaciones con Rusia están «excepcionalmente frías» y que Rusia debería «irse y callarse la boca».

Ante este ataque, el ministro anunció la construcción de un nuevo centro de defensa de armas químicas y dijo que miles de soldados británicas serán vacunadas por precaución contra el ántrax.

Skripal, de 66 años, es un ex oficial de la inteligencia militar rusa que actuaba como informante, o doble agente, del servicio secreto británico MI6. 

Por esa razón fue condenado a 13 años de prisión por la justicia rusa, tras ser declarado culpable de «alta traición». Pero en 2010 fue liberado como parte de un intercambio de espías entre Estados Unidos y Rusia, y se radicó en el Reino Unido.

El canciller británico, Boris Johnson, dijo a la cadena BBC que Rusia atacó a Skripal por dejar en claro que los que desafían a Moscú o planean hacerlo «merecen ahogarse con sus 30 monedas de oro». 

Johnson también informó que el Reino Unido entregará una muestra del agente nervioso usado, el Novichok, a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) para que haga su propio análisis. 

May anunció sus sanciones contra Rusia en una intervención ante el Parlamento luego de que Moscú ignorara un ultimátum para dar explicaciones por el ataque a los Skripal.

Macron dijo este jueves que también anunciará «medidas», que no especificó, y que condenaba el ataque «en los términos más fuertes posibles», luego de que su oficina apoyara las acusaciones británicas contra Rusia.

En su comunicado, Trump, Macron, Merkel y May hablaron de «un patrón previo de comportamiento ruso irresponsable» y llamaron a Rusia a revelar a la OPAQ los detalles de su programa de Novichok, que Moscú afirma haber cerrado en 1992.

«Llamamos a Rusia a cumplir con sus obligaciones como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y a mantener la paz y la seguridad internacional».