En un nuevo paso hacia la reconciliación palestina, los movimientos Hamas y Al Fatah anunciaron este jueves haber alcanzado un acuerdo preliminar que podría permitir que el presidente Mahmud Abbas reanude su gobierno en la Franja de Gaza, diez años después de que los islamistas de Hamas tomaran control del territorio costero.

«Hoy se ha alcanzado un acuerdo entre Hamas y Fatah bajo los auspicios de Egipto», anunció el máximo dirigente político del movimiento islamista, Ismail Haniyeh, en un breve comunicado al cabo de dos días de conversaciones en El Cairo con mediación egipcia.

Horas más tarde, el acuerdo fue firmado por los jefes de las delegaciones de ambas partes, quienes luego dieron una conferencia de prensa para dar detalles del pacto, el más reciente de una serie de esfuerzos para poner fin a una división que ha complicado la meta común de crear un Estado palestino.

Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), quien además es líder del partido laico Al Fatah y cuenta con el respaldo de Occidente, no ha puesto un pie en Gaza desde 2007, cuando Hamas se apoderó de la región luego de varios días de enfrentamientos armados.

La toma del territorio por Hamas, que llegó un año después de que el grupo islamista venciera a Al Fatah en elecciones legislativas, dejó a Abbas a cargo de los pocos enclaves autónomos palestinos en Cisjordania, una región que en gran parte está ocupada militarmente por Israel desde hace 50 años.

A lo largo de la última década, cada una de las partes profundizó el control de su territorio, complicando y condenando al fracaso varios intentos de reconciliación.

En virtud del nuevo acuerdo, Hamas traspasará las responsabilidades de la administración de Gaza al gobierno del primer ministro de la ANP, Rami Hamdallah, que tiene su sede en la ciudad cisjordana de Ramallah, donde también está el Palacio Presidencial.

Azzam al-Ahmad, jefe de la delegación de Al Fatah, dijo que la ANP asumirá el control de los pasos fronterizos entre Gaza e Israel para el 1 de noviembre, y agregó que la Guardia Presidencial de Abbas controlará también los pasos entre Gaza y Egipto, aunque no dio una fecha concreta.

En un comunicado, el servicio de inteligencia de Egipto, en cuya sede se celebraron las negociaciones y se firmó el pacto, dijo que la ANP tomará control pleno del territorio bañado por el Mediterráneo para el 1 de diciembre, informó el diario israelí Haaretz.

A cambio, se espera que la ANP levante fuertes restricciones a la provisión de energía eléctrica que han profundizado las penurias de los 2 millones de residentes de la aislada y empobrecida Gaza, que desde 2008 sufrió tres devastadoras ofensivas militares israelíes que dejaron miles de muertos y gran devastación material.

«Hay un acuerdo para que el gobierno palestino regrese a la Franja de Gaza. Lo importante ahora es implementar los puntos particulares del acuerdo para que el gobierno pueda funcionar plenamente», dijo al-Ahmad en conferencia de prensa luego de la suscripción del pacto.

Egipto ha mantenido cerrado el paso fronterizo de la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, de forma casi ininterrumpida desde que Hamas se apoderó de la región. Una reapertura permanente del paso marcaría el fin del bloqueo y encierro casi total impuesto por Israel y Egipto a Gaza tras su captura por Hamas.

Sólo uno de los cuatro pasos fronterizos comerciales de Gaza hacia Israel, Kerem Shalom, está abierto, y Hamas lo ha manejado indirectamente, cobrando aranceles a las importaciones.

El otro paso, Erez, lo usan pocas personas, sobre todo pacientes, médicos, empresarios, diplomáticos y miembros de ONGs, por lo general con destino a Cisjordania.
Varios de los asuntos más calientes no se trataron en las conversaciones en El Cairo.
Un tema que genera disenso es qué hacer con el ala militar de Hamas y con su arsenal, algo que para el movimiento islamista está fuera de discusión.

Funcionarios de Hamas dijeron antes de las negociaciones que el grupo prometió a Abbas que su brazo armado, integrado por unos 25.000 hombres, mantendrá un bajo perfil como parte de cualquier acuerdo, pero no está claro si esto satisface al presidente de la ANP.
Israel y Estados Unidos consideran a Hamas «grupo terrorista» y han dicho que cualquier gobierno palestino futuro debe disolver el movimiento islamista y cortar relaciones con Irán.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró que cualquier conciliación palestina debe incluir el reconocimiento de Israel y el desarme del movimiento islamista en un comunicado emitido hoy e insistió en que mientras Hamas no se desarme y continúe pidiendo la destrucción de Israel, Tel Aviv «lo considera responsable de todos los actos de terrorismo originados en Gaza».

Abbas encabeza el sector político que quiere establecer un Estado palestino en Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén este, tierras que Israel ocupa desde 1967.

Hamas publicó este año un manifiesto político en el que dijo que podría considerar un Estado en las fronteras previas a 1967 como opción interina, pero también reivindica un Estado islámico en toda la Palestina histórica, incluyendo lo que hoy es Israel. El grupo se niega a renunciar a la resistencia armada contra Israel.