El ministro del Interior del estado alemán de Baviera, Joachim Herrmann, aseguró que no tienen evidencias de que el joven refugiado afgano que atacó e hirió a cinco personas con un hacha y un cuchillo en un tren sea un miembro del Estado Islámico, pese a que una agencia de noticias vinculada a esa milicia lo identificó como «uno de sus combatientes».

«En su cuarto se encontraron notas en idioma pashtun y todo indica a que el adolescente se radicalizó solo. Su entorno apunta a que era un chico tranquilo pero no un radical ni un fanático y no se explican lo ocurrido», señaló Herrmann, citado por la agencia de noticias local DPA.

Horas después del ataque, los medios locales e internacionales revelaron que la policía alemana había encontrado una bandera del Estado Islámico (EI) en el cuarto del refugiado afgano de 17 años. Tras eso, la agencia de noticias Amaq, vinculada a esa milicia extremista, sostuvo que se trató de un «combatiente» islamista.

La agencia, que citó a una «fuente de seguridad», sostuvo que el joven «ejecutó su operación en respuesta a los llamamientos de atacar a los países de la coalición que combate contra el Estado Islámico».