Nueve empleados de la ONU y cuatro socorristas de la Media Luna Roja palestina murieron por bombardeos israelíes en la Franja de Gaza en respuesta a los recientes ataques de Hamas en Israel, informaron este miércoles autoridades.

Tres de los socorristas murieron hoy cuando Israel «atacó directamente a una ambulancia perteneciente a la Media Luna Roja palestina» en el norte de Gaza, dijo la Media Luna Roja, que es como se llama a la Cruz Roja en el ámbito musulmán.

Un cuarto rescatista falleció en otro bombardeo en la parte oriental del enclave, agregó la Media Luna Roja.

El organismo de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) dijo hoy que nueve de sus empleados en Gaza murieron por bombardeos israelíes desde el sábado pasado, varios de ellos ayer por tarde.

«La protección de los civiles es primordial, incluso en tiempos de conflicto”, afirma Juliette Touma, directora de comunicaciones de Unrwa, en la red social X.

“Deberían ser protegidos de acuerdo con las leyes de la guerra», agregó.

Touma dijo que los ataques mataron a los empelados de la ONU en sus hogares y en todo el territorio.

Agregó que 18 escuelas de la Unrwa convertidas en refugios resultaron dañadas en los bombardeos y que su sede en la ciudad de Gaza también resultó dañada, sin causar víctimas.

Destrucción de Gaza

Los palestinos de la asediada Franja de Gaza buscaban este miércoles lugares seguros luego de que bombardeos israelíes a una escala «sin precedentes» demolieran barrios enteros, mientras se agotaban los insumos en los hospitales y se esperaba un inminente apagón en todo el enclave en medio de la respuesta de Israel a los ataques también sin precedentes de Hamas.

En Israel, autoridades informaron de varios heridos por cohetes lanzados desde Gaza contra ciudades, mientras que el movimiento islamista libanés Hezbollah atacó posiciones militares en el norte israelí y el Ejército israelí respondió con bombardeos a la zona del sur del Líbano de donde provinieron los disparos.

En Gaza, ataques aéreos redujeron a escombros barrios enteros y dejaron una cifra desconocida de muertos enterrados, según autoridades, tras una nueva noche de bombardeos masivos pese a que Hamas y otros grupos tienen en su poder allí a unas 150 personas secuestradas en Israel durante los ataques del fin de semana pasado.

“Estamos atacando la Franja de Gaza a una escala sin precedentes, porque lo que pasó aquí es algo que nunca había pasado antes», dijo a periodistas el jefe de la Fuerza Aérea israelí, general Omer Tishler.

El sábado pasado, cientos de milicianos de Hamas se infiltraron en Israel desde la Franja de Gaza y mataron a centenares de civiles en sus casas, en las calles y en una fiesta electrónica al aire libre. Desde entonces, Hamas y otros grupos armados de Gaza han continuado disparando cohetes hacia Israel.

Se espera que el conflicto escale aún más, luego de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijera que los ataques en Gaza estaban recién en una fase inicial y en medio de especulaciones de que Israel se prepara a lanzar una ofensiva terrestre en el territorio costero.

En la Franja de Gaza, el Ministerio de Salud del Gobierno de Hamas informó este miércoles que 1.055 palestinos, en su mayoría civiles, murieron en los bombardeos de Israel y que 5.184 resultaron heridos.

En Israel, el Ejército elevó a más de 1.200 la cifra de israelíes muertos en los ataques de Hamas, entre ellos 169 soldados. El Ministerio de Salud israelí cifró los heridos en 3.007, entre ellos 28 en estado crítico y otros 354 con lesiones serias.

Israel ha dicho que encontró los cadáveres de 1.500 milicianos de Hamas en su territorio, pero no está claro si la cifra no se superpone con la de fallecidos reportada por autoridades de Palestina.

Después del ataque, Israel detuvo la entrada de alimentos, agua, combustible y medicinas al territorio, una franja de tierra de 40 kilómetros de largo encajada entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo que alberga a 2,3 millones de palestinos. El único acceso restante desde Egipto fue cerrado este martes luego de ataques aéreos cerca del cruce fronterizo.

Mientras los palestinos se agolpaban en escuelas de la ONU y en un número cada vez menor de barrios seguros, organizaciones humanitarias insistieron con la necesidad de abrir corredores humanitarios para hacer llegar la ayuda, advirtiendo que hospitales abrumados por la afluencia de heridos se estaban quedando sin suministros.

Para peor, la única central eléctrica de la Franja de Gaza se detuvo este miércoles por falta de carburante, anunció el jefe de la Autoridad de Energía del enclave palestino, dos días después de que Israel anunciara el cese del suministro de electricidad.

El funcionario, Jalal Ismail, dijo que ahora la única fuente de electricidad en toda la región eran grupos electrógenos, pero agregó que se estaba terminando el combustible para alimentarlos.

Israel ha movilizado a 360.000 reservistas y parece cada vez más probable que lance una ofensiva terrestre en Gaza, mientras su Gobierno se encuentra bajo intensa presión pública para derrocar a Hamas, que ha gobernado el territorio desde 2007 y mantuvo firmemente el control durante cuatro ofensivas israelíes anteriores.

Eso probablemente requeriría un ataque terrestre prolongado y una nueva ocupación de Gaza, de donde Israel retiró colonias y bases militares en 2005, al menos temporalmente.

La madrugada del miércoles, al menos 30 personas fallecieron en el enclave en cientos de bombardeos israelíes, que afectaron edificios de viviendas, fábricas, mezquitas y tiendas, según anunció Hamas.

Según el Ejército israelí, varios objetivos del movimiento islamista fueron alcanzados. Los aviones de combate israelíes bombardearon igualmente la Universidad Islámica, vinculada a Hamas, y derribaron varios edificios.

El Ministerio del Interior de Hamas dijo que los ataques aéreos israelíes destruyeron todo el barrio de al-Karama de Ciudad de Gaza, dejando un “gran número” de personas muertas o heridas.

El ministerio agregó que los equipos médicos no pudieron llegar a la zona porque todos los caminos hacia ella estaban destruidos.

La ONU comunicó que más de 260.000 personas han huido de sus hogares en Gaza por los bombardeos israelíes, la mayor cantidad desde que una ofensiva aérea y terrestre de Israel en 2014 desarraigó a unas 400.000.

La gran mayoría se está refugiando en escuelas administradas por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. Los daños a tres sitios de agua y saneamiento han cortado los servicios a 400.000 personas, agregó la ONU.

El Ejército de Israel reportó que lanzó ataques contra 2.687 blancos de Gaza desde el sábado, incluyendo 1.329 contra edificios de varios pisos donde Hamas tiene oficinas o activos.

El Ejército agregó que Hamas y otros grupos armados de Gaza lanzaron más de 5.000 cohetes a territorio israelí en el mismo lapso.

Este miércoles, 12 personas resultaron afectadas por una andanada de cohetes lanzada contra la ciudad costera israelí de Ascalón, al norte de Gaza. Seis de ellas sufrieron heridas y seis más fueron atendidas por un estado de angustia, informó el Ejército.

Más cohetes fueron lanzados desde Gaza la zona de Tel Aviv, pero sin causar víctimas.

El martes por la noche, un grupo de milicianos entró en una zona industrial en Ascalón, provocando un tiroteo con las tropas israelíes, dijo el Ejército. Tres milicianos murieron, y las tropas buscaban a otros en la zona, agregó la misma fuente.

En el norte de Israel, en tanto, Hezbollah disparó misiles antitanque contra una posición militar israelí y afirmó haber matado e herido a tropas. El ejército israelí confirmó el ataque pero no hizo comentarios sobre posibles víctimas.

El Ejército bombardeó luego la zona del sur del Líbano donde se lanzó el ataque. La Agencia Nacional de Noticias (ANN) del Líbano dijo más tarde que tres civiles resultaron heridos y 10 casas destruidas por bombardeos israelíes en los sureños poblados de Marwaheen y Duhaira.