Año 1973. Uruguay era un polvorín. El golpe de Estado se olfateaba en el ambiente. Y en medio de la problemática social, el fútbol. Mientras los militares se disponían a tomar el poder, la selección uruguaya debía dirimir su clasificación al Mundial de Alemania 1974, contra Ecuador y Colombia.

Solo los jugadores de aquel equipo saben lo que vivieron. Partieron de Montevideo en democracia y volvieron con un país en dictadura. En el medio recibieron un pedido para no presentarse a disputar las Eliminatorias.

La dictadura atravesó de manera muy particular al fútbol uruguayo. La celeste debía dirimir su clasificación al Mundial de Alemania contra Ecuador y Colombia.

El equipo que por entonces conducía técnicamente Hugo Bagnulo jugaría los dos primeros partidos como visitante y definiría la clasificación en el Centenario. El 24 de junio de 1973, Uruguay salió al campo de juego de El Campín de Bogotá a jugar contra Colombia con Héctor Santos, Walter Indio Olivera y Juan Masnik, Luis Ubiña, Alberto Cardaccio y Mario Zoryez, Luis Cubilla, Víctor Espárrago, Omar Rey, Ildo Maneiro y Ruben Romeo Corbo. En el segundo tiempo ingresaron Fernando Morena y el Tano Bertocchi. El partido terminó 0 a 0 y la Celeste terminó con 10 jugadores por la expulsión de Olivera.

Mientras la delegación se aprestaba a viajar a Ecuador, estalló el golpe militar. “Fue disuelto el Parlamento” tituló El Diario en su edición número 18.908 del 27 de junio de 1973. Cuatro días después, Uruguay debía jugar en Quito. Los once que salieron al campo de juego fueron Héctor Santos, Juan Masnik y Gustavo de Simone, Luis Ubiña, Alberto Cardaccio y Mario Zoryez, Luis Cubilla, Víctor Espárrago, Fernando Morena, Ildo Maneiro (Denis Milar) y Francisco Bertocchi (Néstor Soria). La Celeste ganó 2-1 con tantos de Luis Cubilla y Fernando Morena.

Cuando el plantel regresó se encontró con una huelga general decretada por la Central Nacional de Trabajadores (CNT) y un clima social sumamente complejo.

La movida militar

Uruguay se aprestaba a definir la clasificación en el Centenario. El calendario marcaba jugar contra Colombia. Los militares sabían que aquel encuentro podía significar una oportunidad para que el pueblo se pronunciara contra la dictadura.

Ante ello, el gobierno militar movió fichas rápidamente declarando de interés nacional el partido de la selección y decidiendo que se emitiera por cadena nacional. Aquel era un anzuelo con carnada tentadora. Es que, en plena huelga, a la gente le iba a resultar complicado llegar al Estadio Centenario por lo que, con la emisión en vivo por TV, se apuntaba a que la mayor parte de los aficionados se quedara a mirar el partido en su casa.

Los preparadores físicos intentaron sumar al fútbol a la lucha sindical según se reveló en el libro de los 100 años de la AUF.

No fue el único intento. Años después se supo que se manejó la posibilidad de, en pleno partido contra Colombia, dejar el Estadio a oscuras. “Estuvo planteado como posibilidad. Nos habíamos preparado para una etapa en la que efectivamente hubiera corte de luz. Es más, lo discutimos relacionado con un partido de fútbol en el Estadio. Nos planteamos cortar la luz del Estadio”, expresó el dirigente comunista Wladimir Turiansky en una nota con Montevideo Portal. Pero el partido se jugó y Uruguay puso en riesgo su clasificación al Mundial al perder 1 a 0 contra Colombia. Curiosamente, aquella fue la primera derrota oficial de la Celeste en el Centenario.

Los vecinos del Cerro

Uruguay quedó obligado a vencer a Ecuador por más de dos goles para clasificar al Mundial de Alemania. Unos días antes del partido, un grupo de vecinos del Cerro se arrimó al capitán Luis Peta Ubiña para solicitarle que la selección se adhiriera a la huelga general y no se presentara a jugar como se reveló en la edición de Búsqueda del 24 junio 1993.

El Peta, que era del Cerro, trasladó el planteamiento. El tema se discutió en la interna del plantel y finalmente se entendió que no era conveniente involucrar al fútbol con la actividad sindical, como se narra en el libro El Código Celeste.

El domingo 8 de julio de 1973, Uruguay venció 4-0 a Ecuador y logró la clasificación al Mundial. La selección se disolvió. El técnico Hugo Bagnulo volvió a Peñarol y quedó esperando el llamado para concurrir al Mundial. Jamás lo llamaron. Surgió el nombre del profesor José Ricardo De León, pero fue vetado por la dictadura por su condición de hombre de izquierda.

Uruguay fue a Alemania con otro entrenador, Roberto Porta, y el país entró en un largo y complejo período de 12 años de dictadura que llevó a miles de uruguayos al exilio y a otros a perder la vida.