Nairobi, Kenia

El Tribunal Supremo de Kenia, al que recurrió la oposición, ordenó el viernes que se vuelvan a celebrar elecciones presidenciales, declarando «inválido» el resultado de los comicios del 8 de agosto que daban la victoria al presidente saliente, Uhuru Kenyatta.

Las elecciones presidenciales «no se llevaron a cabo conforme a la Constitución», declaró el juez presidente David Maraga. «En cuanto a si las ilegalidades e irregularidades han afectado a la integridad de la elección, el Tribunal opina que así fue».

Kenyatta, que se enfrentó a Raila Odinga, «no fue elegido y declarado presidente de manera válida», agregó el juez, mientras que en el exterior del Tribunal Supremo, entorno al que se había desplegado un importante dispositivo policial, los simpatizantes de Odinga expresaron su alegría.

El juez presidente evocó irregularidades en la transmisión de los resultados.

«Se trata de un día histórico para la gente de Kenia y, por ende, para el pueblo del continente africano», declaró Odinga tras el anuncio, añadiendo que era la primera vez que un tribunal invalidaba unas elecciones presidenciales en África.

Además, apuntó que ya «no tenía confianza» en la Comisión Electoral actual y que tendría que formarse un nuevo equipo de cara a las próximas elecciones, que se deberían celebrar en un plazo de 60 días, según dictaminó el tribunal.

Kenyatta, de 55 años, elegido por primera vez en 2013, había sido proclamado vencedor por la Comisión Electoral (IEBC) el 11 de agosto con el 54,27% de los votos, frente al 44,74% recabado por Odinga (72 años), que ya había perdido en otros comicios en 1997, 2007 y 2013. El opositor recurrió al Tribunal Supremo en 2013 aunque la impugnación no prosperó.

A la proclamación de la victoria de Kenyatta le siguieron dos días de episodios violentos en los bastiones de la oposición, en los suburbios de Nairobi y en el oeste. Al menos 21 personas perdieron la vida en estas manifestaciones y disturbios, duramente reprimidos por la policía.