La Policía de Israel detuvo este martes a más de 40 personas en el marco de una nueva jornada masiva de movilizaciones en varias ciudades del país contra el proyecto de reforma judicial del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que ayer tuvo una primera aprobación en el Parlamento.

Los organizadores de esta movilización, que congrega cada semana a decenas de miles de personas desde hace meses, anunciaron en esta oportunidad el bloqueo de varios puntos estratégicos de norte a sur del país.

En ese sentido, en Tel Aviv, la policía dijo que dispersó «una manifestación ilegal en el aeropuerto» internacional Ben-Gurión, donde los participantes querían bloquear el acceso. 

Ayer, varios manifestantes ingresaron a la Knesset (Parlamento) para protestar contra la iniciativa.

La policía, no obstante, afirmó que «la libertad de manifestarse» está garantiza en el respeto del «orden y la ley», según un comunicado, que fue recogido por la agencia de noticias AFP.

En total, 42 manifestantes fueron detenidos en todo el país por «alteración del orden público», agregó la fuerza.

«Vine aquí porque el Gobierno destruye totalmente la democracia en Israel», declaró Eitan Galon, un médico que participó en una protesta en ruta a la salida de Jerusalén.

«Continuaremos luchando hasta el final», agregó. 

Estas protestas tienen lugar después de que el Parlamento israelí adoptara en primera lectura una medida para anular la posibilidad de que el poder judicial se pronuncie sobre la «razonabilidad» de las decisiones gubernamentales.

Dicho estatus fue implementado por la Corte Suprema a principios de este año para anular el nombramiento de un aliado de Netanyahu como ministro del Interior debido a una condena anterior por soborno y un acuerdo de culpabilidad de 2021 por evasión de impuestos.

El texto fue adoptado en primera lectura con 64 votos a favor, todos los diputados de la coalición gobernante. Los 56 legisladores de oposición votaron en contra.

El gobierno de Netanyahu, formado en diciembre con el apoyo de partidos de extrema derecha y formaciones ultraortodoxas judías, trata de aprobar una reforma judicial que busca aumentar el poder del Parlamento sobre el de la Corte Suprema.

El Ejecutivo considera que la reforma es necesaria para asegurar un mejor equilibrio de los poderes. Pero sus detractores, en cambio, consideran que la nueva normativa podría empujar el país hacia un modelo autoritario.

Netanyahu accedió a hacer una pausa en su aprobación en marzo ante las multitudinarias protestas y el rechazo internacional, con críticas del presidente estadounidense, Joe Biden.

La comisión parlamentaria de leyes debe retomar esta tarde los debates sobre la medida, para presentarla para el voto definitivo en el Parlamento en una fecha aun sin precisar.