Seymour Myron Hersh tiene 85 años y una aquilatada carrera periodística que lo catapultó a la fama allá por 1969, con una investigación sobre la Masacre de My Lai, una matanza de más de 500 habitantes de una aldea vietnamita cometida por tropas estadounidense. Ganador del Pulitzer, desde entonces publicó -cada vez con información verificada- atrocidades similares en Irak, Afganistán, incluso la verdad de cómo fue eliminado Osama bin Laden. Ahora, desde su blog Substack (1), confirmó que la explosión del gasoducto Nord Stream, registrado en setiembre del año pasado (2), fue un sabotaje ejecutado por efectivos de EE UU junto con el servicio secreto noruego y autorizado por el presidente Joe Biden.

Sy Hersh recibió, como era de esperar, críticas de la Casa Blanca y fue desmentido por el vocero de la Secretaría de Estado, Ned Price. Incluso en el portal de Wikipedia durante algunas horas apareció definido como un “conspiracionista”, esto es, un mentiroso. Se lo acusó de haber utilizado para su publicación una sola fuente anónima.

Sin embargo, además de que si se seguía la teoría de buscar a quién beneficiaba el estallido de los gasoductos que alimentaban a Alemania desde Rusia era obvio que los indicios apuntaban a Washington, hubo declaraciones sin pudor que así lo indicaban.

De hecho, a esta altura del año pasado y cuando aún las tropas rusas no habían cruzado la frontera, en una rueda de prensa Biden declaraba: «Si Rusia invade Ucrania le pondremos fin al Nord Stream II”. Un periodista, sorprendido, recordó que el ducto “está bajo control de Alemania”. Con una media sonrisa, el mandatario respondió: “Seremos capaces de hacerlo, se lo prometo”.

Por si esto no fuera suficiente, este 23 de enero -durante una audiencia en el Senado- el republicano Ted Cruz le preguntó a la subsecretaria de Estado Victoria Nulland si las sanciones que se votaban hace un año contra la tubería hubieran evitado el conflicto. “Estoy, y creo que el Gobierno también lo está, muy satisfecha de saber que el Nord Stream II es ahora un trozo de metal en el fondo del mar”.

Nulland es una ferviente propulsora de la guerra en Ucrania que venía desafiando a la Unión Europea desde su cargo de responsable de la política exterior de EE UU durante la administración de Barack Obama -siendo Biden vicepresidente- y es la esposa -y coequiper- de Robert Hagan, un ultraconservador cultor de soluciones bélicas para mantener el predominio estadounidense en el mundo.

Nulland se había hecho famosa en enero de 2014, unos días antes de la destitución del presidente Viktor Yanukovich, cuando se difundió una charla con el embajador estadounidense Geoffrey Pyatt en Kiev en la que se hablaba de la mejor forma de encauzar la que ya era una crisis importante para el mandatario constitucional. Si lo mejor sería a través de la ONU o de la Unión Europea. “Que se joda la UE”, dijo en un audio por el que luego debió disculparse.

1. https://seymourhersh.substack.com/p/how-america-took-out-the-nord-stream

2. https://www.tiempoar.com.ar/mundo/rusia-incorpora-ucrania-recupera-y-ahora-polonia-tiene-su-propio-gasoducto/

Los negocitos de Biden Jr. en Ucrania

El segundo hijo de Joe Biden, Hunter, está en el foco de una investigación en el Congreso de EEUU por sus negociados en Ucrania. Y no solo él. La red Twitter aparece cuestionada por haber silenciado -antes de Elon Musk- un artículo periodístico en que se revela el contenido de una laptop que el hijo presidencial dejó en un local de reparaciones en 2019.

El caso revela otro motivo para que Biden y los demócratas apunten contra Rusia por Ucrania. En Kiev, Biden Jr. ocupó un cargo en el directorio de la empresa de energía Burisma desde 2014. Donald Trump fue llevado a juicio político por querer usar el caso en su favor.

Ahora, los republicanos devuelven el favor y el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes le dio plazo a Hunter Jr. hasta el 22 de febrero para informar al Congreso sobre sus actividades comerciales. Consideran que usó sus influencias como hijo del entonces vicepresidente para sentarse en el directorio de una firma dedicada a un rubro del que no entiende gran cosa.

La oposición -que controla la Cámara baja- quiere avanzar también en la investigación por los documentos secretos que le encontraron al presidente en su residencia.