Miles de mujeres se manifestaron este martes 8 de marzo en el mundo para defender sus derechos y también emiten consignas destinadas a recordar a quienes permanecen atrapadas en las largas filas para huir de la guerra desatada en Ucrania mientras las feministas rusas instaron a «tomar posición contra la guerra».

«Es la primera vez que tengo la impresión de vivir un día especial», dijo sonriente Lilia Kysil, una estudiante de 22 años, que residía en Kiev. «Gracias por traernos emociones lindas», dijo junto a su madre y su hermana.

Según la ONU, ya son dos millones de personas las que huyeron de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, el 24 febrero.

A la espera de la manifestación de Madrid -que se espera multitudinaria- varios miles de personas marcharon en París contra la violencia sexista y por la igualdad salarial.

La pancarta que encabezó la marcha pedía un «levantamiento feminista por la igualdad», mientras se leían otros carteles con consignas como «ni las mujeres ni la tierra son territorios de conquista», o «feminismo indignado, no pienso dejarme hacer».

Antes del comienzo de la manifestación, las militantes leyeron una carta escrita por «feministas rusas» llamando a los defensores de las mujeres del mundo a «tomar posición contra la guerra».

La guerra en Ucrania «trae la violencia de las balas, pero también las violencias sexuales», aseguraron.

En Asia, algunos miles de mujeres se concentraron en las grandes ciudades pakistaníes como Islamabad, Karachi, la gran metrópolis del sur, o Lahore, la capital cultural, donde las autoridades intentaron sin éxito suspender la convocatoria.

En una sociedad que sigue siendo conservadora y patriarcal, las marchas del 8 de marzo enfrentan muchos obstáculos desde su primera edición, en 2018.

En la del 2020, islamistas lanzaron palos y piedras hacia las manifestantes que marchaban por Islamabad, hecho que obligó a las feministas a buscar resguardo por las heridas recibidas.

En Pakistán, hay mujeres que siguen siendo asesinadas a balazos, cuchilladas, estranguladas, lapidadas o quemadas porque hay hombres que afirman ver «ensuciado el honor» de sus familias mientras los sectores conservadores acusan a quienes las defienden de promover los valores liberales de Occidente y de no respetar la sensibilidad religiosa y la cultura local.

En Afganistán, este 8 de marzo se celebró bajo gran discreción ya que las militantes feministas llegan a esta fecha con el temor de ser detenidas por el nuevo régimen talibán que arrasó con los 20 años de progresos conquistados tras su regreso al poder, el pasado 15 de agosto.

«Los talibanes nos quitaron el cielo y la tierra», se lamentó una militante del grupo Unidad y Solidaridad Mujeres, quien aceptó dar su testimonio bajo condición de anonimato.

Desde esta parte del mundo, en Chile, las 14 ministras del próximo Gabinete de Gabriel Boric anunciaron las primeras medidas con perspectiva de género del nuevo «gobierno feminista» que asumirá este viernes, entre ellas un proyecto «por el derecho a una vida libre de violencia».

La futura ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, dijo que su Gobierno deberá convocar principalmente a «las bancadas de senadores, convocar a todas las bancadas de senadoras y llegar a acuerdos para poder lograr que sea ley lo más pronto posible».

En Venezuela, opositoras y chavistas tomaron las calles de Caracas para conmemorar por separado y con diferentes demandas.

Las chavistas llegaron de todas partes del país para movilizar «su fuerza» y agradecer al «gigante» Hugo Chávez y al gobierno de Nicolás Maduro el rol protagónico dado a las mujeres en la revolución bolivariana socialista.

En paralelo, casi un centenar de mujeres antichavistas marchó para exigir al régimen salarios «justos» y mejores condiciones laborales, y otro grupo se concentró frente la sede la Organización de Naciones Unidas (ONU) para rechazar la invasión armada de Rusia contra Ucrania, reportó la agencia ANSA.