Mauricio Macri y Horacio Cartes, dos presidentes empresarios, como caras visibles de poder económico, rodeados de sospechas,  condujeron a la Argentina y Paraguay sobre el final de la década pasada. Sus partidos, el argentino Juntos por el Cambio y el paraguayo Colorado, en estos tiempos son corridos por derecha por políticos enrolados en el ultraliberalismo, sin límites éticos, que denuncian a la clase política o la “casta”, defienden la pena de muerte y prometen incendiar el Estado, o ya lo hacen: Javier Milei y Paraguayo Payo Cubas. Cada uno tiene su partido propio: La Libertad Avanza y Cruzada Nacional, respectivamente.

Ambos se presentan como outsiders, pero pertenecen y usufructúan a la clase que denuncia. Payo tiene un largo currículum político que nació hace más de tres décadas. Fue diputado (1993-1998), candidato a Gobernador de Alto Paraná (1998) y candidato a Intendente de Ciudad del Este (2001).  Hace un lustro fue electo Senador, aunque resultó expulsado de la cámara al año siguiente de asumir.

Cubas plantea un discurso nacionalista contra los brasiguayos (paraguayos de origen brasileño que se apropian de tierras y se dedican a la agricultura), propone crear impuestos a la renta de actividades agropecuarias y un gravamen a la exportación. Se reivindica como “anarquista romántico, republicano y nacionalista”. En la Concertación lo consideran un «satélite de Cartes”. Tienen argumentos: está afiliado al Partido Colorado y apoyó a Horacio Cartes en 2013.

En los últimos días, mientras crece sistemáticamente en las encuestas y muchas lo posiciones en valores superiores al 20 por ciento de los votos en la elección de hoy, se lo vio insultando sin límites, sumamente violento y provocador, arrojando botellas a quienes lo enfrentan, desbocado. Se viralizó un video en el que se lo ve subiendo a un colectivo de pasajeros e insultando a varios de ellos: los califica de “inútiles” y “cobardes” por votar a la Concertación. Otro de sus escándalos: cuestionó la sexualidad de la senadora Lilian Samaniego y le dijo, sin más ni más: «Lesbiana de mierda».

Paradójicamente, Cubas nació en Washington D.C. Estados Unidos. Fue el 8 de enero de 1962, cuando su padre, el Coronel de Caballería Roberto Cubas Barbosa, estaba en misión militar. Le pusieron Paraguayo, de nombre.  «