El número dos de Unicef, Justin Forsyth, renunció este jueves tras conocerse las quejas por comportamiento inapropiado que recibió de tres mujeres en su anterior trabajo, cuando era el director ejecutivo de la ONG británica Save The Children. La decisión llega una semana después de que Oxfam y Médicos sin Fronteras, admitieran que algunos de sus trabajadores explotaron sexualmente a mujeres durante las misiones humanitarias en Haití y Chad respectivamente.

«La directora ejecutiva Henrietta Fore ha aceptado este jueves la renuncia de Justin Forsyth de su puesto como director ejecutivo adjunto de Unicef. Aceptamos la decisión de Forsyth de dar un paso hacia adelante y reconocer errores pasados», informó en un comunicado la agencia de la ONU.

Forsyth está acusado de comentar la vestimenta de jóvenes empleadas y enviar mensajes de texto inapropiados. Por el momento se desconocen más detalles.

Hace pocos días, un portavoz de la agencia aseguró a la BBC que no existe ninguna queja por el comportamiento del ejecutivo dentro del organismo internacional.

En un comunicado, Forsyth afirmó que en el momento en que se produjeron los hechos, se disculpó «sin ninguna cautela», pero defendió que, pese a que su comportamientos fueron erróneos, la situación quedó solucionada con los procesos de mediación establecidos hace muchos años.

«No tengo ninguna duda de que alguna de la cobertura mediática sobre mí no es para hacerme responsable de mis acciones (adecuadamente), sino también para tratar de damnificar nuestra causa y la ayuda humanitaria», afirmó el ejecutivo.

Save The Children, la organización donde se produjeron los comportamientos de Forsyth, admitió que en 2015 recibió información preocupante sobre «comportamiento inapropiado y comentarios» de su director ejecutivo. Dos administradores realizaron investigaciones de tres quejas informales. «Ambas pesquisas resultaron en la contundente disculpa de Forsyth. Todas las partes estuvieron de acuerdo y el asunto quedó zanjado»,  explicó la organización en un comunicado.

La dimisión llega una semana después de que el Reino Unido anunciara que cortará las ayudas a las ONG con escándalos de acoso sexual y prostitución, tras conocerse que cooperantes de Oxfam explotaron sexualmente a mujeres en Haití, algunas de las cuales se sospecha que eran menores, con dinero de la organización. En los últimos días, diarios británicos revelaron que la mancha se extiende a otras ONGs y cuestionaron la regulación de este tipo de organizaciones dedicadas a la cooperación.

Un informe publicado por The Sunday Times el fin de semana pasado afirma que al menos 120 trabajadores de organizaciones no gubernamentales fueron acusados de abusos sexuales en 2017. Oxfam registró 87 casos; Save The Children, 31; y Christian Aid, dos. Otros colectivos como la Cruz Roja en Reino Unido también aceptaron haber tenido quejas similares.

Este jueves, el ministro de Planificación y Cooperación Exterior de Haití ha anunció que suspenden por el plazo de dos meses todas las actividades de Oxfam en el país, a raíz del escándalo sexual de la ONG tras el terremoto de 2010 en el país caribeño.

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